El ejército israelí anunció el lunes que ha retomado todas las comunidades que rodean Gaza, haciendo hincapié en que actualmente no hay combates entre las fuerzas israelíes y los militantes de Hamás dentro de Israel. Esto se produce mientras ambas partes continúan sus agresivos asaltos.
La declaración fue emitida por el contralmirante Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), más de dos días después de que Hamás disparara inesperadamente miles de cohetes y enviara militantes armados a Israel, marcando el inicio del enfrentamiento más importante entre ambas partes desde la fundación de Israel en 1948.
Al entrar el conflicto en su tercer día, Israel intensificó sus incursiones aéreas sobre el territorio palestino de Gaza. La repentina ofensiva de Hamás se ha saldado, hasta el momento, con la muerte de más de 700 personas en Israel y más de 430 palestinos, entre ellos numerosos niños.
Las sirenas siguieron sonando en las principales ciudades israelíes, advirtiendo de la llegada de cohetes. En un movimiento audaz, Hamás afirmó que había capturado a más de 100 rehenes en Gaza, entre ellos altos mandos militares israelíes, una declaración respaldada por numerosos vídeos en las redes sociales. Esto complica los próximos pasos de Israel, ya que entre los presuntos capturados también hay ciudadanos de Estados Unidos, México, Brasil y Tailandia.
En respuesta a los ataques, los aviones israelíes han atacado intensamente la Franja de Gaza, con más de 800 objetivos alcanzados, matando e hiriendo a miles de personas, según Hagari, portavoz de las FDI. Las Naciones Unidas informan de que decenas de miles de gazatíes se han visto desplazados y, dado que Israel ha cortado el suministro eléctrico a la región, la atención médica empieza a escasear, lo que pone en peligro a cientos de heridos, según el Ministerio de Sanidad palestino.
El primer ministro Benjamín Netanyahu ha advertido de una “guerra larga y difícil”, comprometiéndose a tomar importantes represalias contra Hamás. Este sentimiento decidido a “controlar todo el enclave y matar a todos los terroristas en nuestro territorio”.
En este contexto, las fuerzas israelíes se enfrentaron a militantes de Hamás en varios puntos del territorio israelí. La preocupación por nuevas incursiones desde Gaza hacia Israel aumentó con los ataques aéreos sobre zonas que se creía eran puntos de paso de militantes.
En los medios de comunicación internacionales, los reporteros de la CNN ofrecieron testimonios de primera mano, detallando los sonidos de intensos combates y las frecuentes intercepciones de cohetes por parte del sistema de defensa antimisiles israelí Cúpula de Hierro. Como consecuencia de la declaración formal de guerra, se produjo una importante movilización militar israelí cerca de la frontera con Gaza. Miles de reservistas israelíes han sido activados y varias comunidades cercanas a la valla de seguridad están siendo evacuadas por motivos de seguridad.
En un hecho significativo, funcionarios de defensa israelíes y estadounidenses confirmaron que Israel ha solicitado armamento de precisión e interceptores Cúpula de Hierro adicionales a Estados Unidos. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha prometido ayuda inmediata en materia de seguridad, y un grupo de ataque de portaaviones de la Armada estadounidense se dirige al Mediterráneo oriental.
Sobre el terreno, el coste humano del conflicto es cada vez más palpable. El embajador israelí en Estados Unidos, Michael Herzog, ha informado de que Hamás ha disparado más de 4000 cohetes contra Israel, lo que ha llevado a muchos israelíes a guarecerse en refugios antiaéreos. En un incidente estremecedor, un ataque de Hamás contra un festival de música cerca de la frontera entre Israel y Gaza dejó 260 muertos, un suceso escalofriante inmortalizado por las imágenes de la carnicería.
Yakov Argamani, un padre israelí, describió su angustia tras ver un vídeo en el que su hija, Noa, era tomada como rehén en el festival. Vídeos geolocalizados de la CNN mostraban una escena desoladora en el kibutz de Be’eri, donde morían civiles mientras estaban bajo custodia de Hamás.
La campaña militar israelí en Gaza no dio señales de cesar. Entre los objetivos más destacados figuraban un edificio que albergaba operativos de Hamás y varios centros de mando.
Sin embargo, también hubo trágicas consecuencias para los civiles gazatíes. En un incidente, un ataque aéreo israelí en el sur de Gaza causó la muerte de 13 miembros de una familia, entre ellos cuatro niños pequeños.
Esta escalada se produce tras meses de tensiones crecientes entre palestinos e israelíes. El ataque sorpresa de Hamás marca también el 50 aniversario de la Guerra de 1973, en la que los Estados árabes lanzaron un ataque sorpresa contra Israel en Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío.
El grupo libanés Hezbolá reivindicó la responsabilidad de los ataques con misiles y artillería contra instalaciones israelíes. En represalia, la artillería de las FDI atacó los puntos de origen en Líbano.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de urgencia el domingo para abordar la crisis. Sin embargo, no se alcanzó ningún consenso. El embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU señaló que no todos los miembros condenaron los ataques de Hamás, lo que impide que se emita una declaración unánime.
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