El editor de noticias internacionales del Washington Blade, Michael K. Lavers, después de que el gobierno cubano lo detuviera en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana el 8 de mayo de 2019. (Foto del Washington Blade por Michael K. Lavers).
El miércoles se cumplieron cinco años desde que el gobierno cubano me detuvo en el aeropuerto internacional José Martí de La Habana.
Había intentado entrar en el país para continuar la cobertura del Washington Blade sobre los cubanos LGBTQ e intersexuales. No pude salir de la aduana hasta que un empleado del aeropuerto me acompañó a un vuelo de American Airlines de regreso a Miami.
Este desafortunado encuentro con el régimen cubano fue noticia nacional. El Departamento de Estado también lo mencionó en su informe sobre derechos humanos de 2020.
La libertad de prensa y la capacidad de un periodista para hacer su trabajo sin ser perseguido siempre han sido importantes para mí. Se volvieron aún más personales para mí el 8 de mayo de 2019, cuando el gobierno cubano, por la razón que fuera, decidió no permitirme entrar en el país.
Una prensa libre importa ahora más que nunca
El 3 de mayo, periodistas de Estados Unidos y de todo el mundo conmemoraron el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
En su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024, Reporteros sin Fronteras señala que en Cuba “arrestos, detenciones arbitrarias, amenazas de cárcel, persecución y acoso, allanamientos ilegales de domicilios, confiscación y destrucción de material: todo esto espera a los periodistas que no se pliegan a la línea del Partido Comunista cubano”.
“Las autoridades también controlan la cobertura de los periodistas extranjeros concediendo acreditaciones de forma selectiva, y expulsando a los que consideran ‘demasiado negativos’ sobre el gobierno”, añade Reporteros sin Fronteras.
Ciertamente, Cuba no es el único país en el que los periodistas se enfrentan a persecuciones, e incluso a la muerte, en el ejercicio de su profesión.
- Reporteros sin Fronteras señala que “más de cien reporteros palestinos han muerto a manos de las Fuerzas de Defensa de Israel, entre ellos al menos veintidós en el ejercicio de su trabajo” en la Franja de Gaza, desde que Hamás lanzó su ataque sorpresa contra Israel, el 7 de octubre de 2023. Los grupos de medios de comunicación también han criticado la decisión del gobierno israelí a principios de este mes de cerrar las oficinas de Al Jazeera en el país.
- El periodista del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, el colaborador del Washington Post y opositor ruso Vladimir Kara-Murza y Alsu Kurmasheva, de Radio Free Europe/Radio Liberty, permanecen bajo custodia rusa. Austin Tice, periodista independiente colaborador del Post, fue secuestrado en Siria en agosto de 2012.
- Reporteros sin Fronteras indica que cerca de 150 periodistas han sido asesinados en México desde el año 2000, y otros 28 han desaparecido.
El secretario de Estado, Antony Blinken, en su Día Mundial de la Libertad de Prensa, señala que en 2023 fueron asesinados más periodistas “que en ningún otro año de los últimos que se recuerdan.”
“Los gobiernos autoritarios y los actores no estatales siguen utilizando la desinformación y la propaganda para socavar el discurso social e impedir los esfuerzos de los periodistas para informar al público, hacer que los gobiernos rindan cuentas y sacar a la luz la verdad”, dijo. “Los gobiernos que temen informar con veracidad han demostrado estar dispuestos a atacar a periodistas individuales, incluso mediante el uso indebido de programas espía comerciales y otras tecnologías de vigilancia.”
La administradora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Samantha Power, que fue periodista, señaló en su declaración del Día Mundial de la Libertad de Prensa que los periodistas “son más esenciales que nunca para salvaguardar los valores democráticos”.
“Desde los empleados por organizaciones internacionales de medios de comunicación hasta los que trabajan para periódicos locales, los valientes periodistas de todo el mundo ayudan a arrojar luz sobre la corrupción, fomentan el compromiso cívico y exigen responsabilidades a los gobiernos”, afirmó.
El presidente Joe Biden se hizo eco de estos puntos en su intervención en la Cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, celebrada aquí en D.C. el 27 de abril. 27.
“Hay algunos que os llaman ‘el enemigo del pueblo’”, dijo. “Eso está mal, y es peligroso. Os jugáis literalmente la vida haciendo vuestro trabajo”.
En el artículo de opinión del Día Mundial de la Libertad de Prensa del año pasado escribí que la “retórica —las ‘noticias falsas’ y los periodistas son el ‘enemigo del pueblo’— que el anterior presidente y sus seguidores siguen utilizando para hacer avanzar una agenda basada en la transfobia, la homofobia, la misoginia, la islamofobia y la supremacía blanca ha puesto a los periodistas estadounidenses en una situación de riesgo cada vez mayor”. También escribí que la “realidad actual en la que trabajamos los profesionales de los medios de comunicación no debería darse en un país que ha consagrado la libertad de prensa en su Constitución.”
“Una prensa libre importa ahora más que nunca”, concluía.
Ese sentimiento es aún más importante hoy.
Fuente: “Journalists are not the enemy”, en ‘The Washington Blade’ (09/05/24). Traducción ‘Hypermedia Magazine’.
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