La polarización amenaza una Internet abierta

En un mundo cada vez más dividido por las tensiones geopolíticas, la Corporación de Asignación de Nombres y Números de Internet (ICANN) ha lanzado una dura advertencia sobre el futuro de Internet. En la celebración de su 25 aniversario, ICANN, una organización sin ánimo de lucro responsable del mantenimiento de la columna vertebral técnica de Internet, advierte de que la creciente polarización mundial podría socavar los cimientos mismos del mundo en línea.

En una entrevista concedida a AFP, Sally Costerton, directora general interina de ICANN, subrayó la diferencia fundamental entre controlar los contenidos de Internet y gestionar su infraestructura técnica. Costerton señaló que el modelo actual, en el que varias partes interesadas, incluidos gobiernos, grupos comerciales y la comunidad técnica, trabajan en colaboración, ha dado buenos resultados. Sin embargo, cada vez preocupa más que el traspaso del control de la infraestructura de Internet a gobiernos y grupos comerciales pueda dañar su estructura fundacional.

Desde su creación en Los Ángeles en 1998, ICANN ha desempeñado un papel fundamental en la gestión y expansión del sistema de direcciones de Internet, superando los primeros tiempos de los dominios “.com” que sólo utilizaban el alfabeto romano. Sin embargo, a medida que Internet se enfrenta a retos como la desinformación y los contenidos que incitan al odio, aumenta el clamor por un mayor control gubernamental sobre aspectos que antes eran competencia de la ICANN.

Las propuestas que circulan en el seno de las Naciones Unidas sugieren que, para 2025, los gobiernos y los grupos comerciales podrían adquirir una influencia significativa sobre la gobernanza de Internet. Este cambio, según Costerton, podría erosionar el modelo basado en la confianza que ha sido la base del éxito de Internet. Subrayó que la ICANN es políticamente neutral y no interviene en la regulación de contenidos. Teme que esta neutralidad se vea comprometida si los gobiernos ejercen un mayor control sobre la infraestructura de Internet.

Costerton también destacó los peligros potenciales de las normativas destinadas a proteger a los ciudadanos de contenidos en línea indeseables. Internet, diseñada sin tener en cuenta las fronteras nacionales, podría fragmentarse y crear islas digitales aisladas. Esta fragmentación podría limitar lo que la gente puede ver en línea, alejándose del recurso abierto y global que ha sido Internet.

Mientras el mundo se enfrenta a un nacionalismo y una polarización crecientes, el mensaje de Costerton es claro: para preservar el “truco mágico” de una Internet rica y abierta, debe mantenerse el actual modelo de gobernanza basado en la confianza. De lo contrario, se corre el riesgo de una Internet fragmentada, reflejo del fracturado panorama geopolítico.