Carlos Rodríguez Cárdenas: Del silencio, la censura y el olvido

Carlos Rodríguez Cárdenas (Sancti Spiritus, Cuba, 1962) tiene una vida que transcurre no sólo donde nace, sino también en México, cuando emigra a finales de los 80, y en los Estados Unidos, desde la década de los 90. Como ocurre con Cárdenas y muchos otros cubanos, la emigración marcó nuestras vidas y nos llevó a ser ciudadanos del mundo, enfrentando los retos que eso implica[1].

La historia se puede narrar de formas diferentes, pero siempre ligada a sus protagonistas. De esa forma, la narrativa puede ofrecer diversas interpretaciones de los mismos hechos o evidencias. El arte es una vía muy potente y explícita para narrar la historia y abordar sus diferentes interpretaciones.

Como indica François Vallée en un artículo[2], Cárdenas “fue uno de los principales componentes de una generación de artistas cubanos en los años 80 que logró socavar y desacralizar la imaginería y la retórica oficiales, los mecanismos y representaciones del poder, explorar y manipular el concepto de política, religión, mito, arte, etc., y la necesidad de interrogar los recursos prodigiosos de la imagen visual, la extensión de su aureola imaginaria. La estética metafórica de Carlos Cárdenas, su recurrente utilización de una simbología inspirada en la iconografía política, la variedad de los soportes y técnicas que utiliza —son escasos los artistas que abordan temas de historia y de sociedad y que lo hacen multiplicando las soluciones formales, incluso las técnicas creativas—, constituyen una forma de meditar sobre la representación del poder, la naturaleza de las ideologías, el peso de la política que termina aplastando al ser humano, la libertad. Cárdenas considera el campo artístico como el ámbito privilegiado de la libertad”. 

En respuesta a “¿Cómo definirías tu práctica artística?”, Cárdenas response “La defino como la puede definir la ciencia, y como una experiencia personal, como una actitud ante la vida, donde se funden la vida y el arte”. 

Para la ciencia, la definición del arte es controversial, pero se puede explicar como la expresión social para representar al mundo a través de experiencias y producciones creados con fines estéticos y simbólicos[3]

François Vallée llama a este arte, “arte no oficial cubano de los años 80 donde su reprobación ferozmente irónica del régimen político cubano, su humor y su frescura, que el gobierno no entendía, o no aceptaba, su resistencia a las utopías de masas, constituyeron el fermento de toda su obra”. Y define a la obra de Cárdenas “como una abstracción figurativa, híbrida tanto abstracta como figurativa, tanto retiniana como conceptual”[4]

En la misma dirección, en un artículo de Janet Batet[5], se indica que “el mismo artista se ha referido a su obra como una invitación a cuestionar la realidad y mirar más allá de lo que aparece como real, transformando lo que ha sido creado en metáfora. Sea a través del estereotipo de la consigna política o del estereotipo arquitectónico, la obra de Cárdenas versa siempre sobre el hombre y su espacio vital”.

¿Qué aprendemos de las obras de Carlos Rodríguez Cárdenas? 

La historia silenciada, censurada e ignorada y, en su retórica, muchas veces encontramos “el otro lado de la moneda”. 

En sus obras se teje una trama que aborda los pasos de la huella de la emigración, la desacreditación de la retórica y la iconografía política oficial, y el arte no oficial contestatario. 

Recorriendo sus obras, reflexionamos sobre diferentes temas de interés general y que afecta a muchos cubanos.


Reflexión 1: Encuentros entre arte, política, sexo.

Muchos disfrutamos de la fiesta (incluidos artistas censurados) y el sexo (incluido transgénero), pero en ocasiones estaban censurados por el gobierno cubano (me recuerda a la “beca”) y, sin embargo, muchos de los “politiqueros” eran promiscuos y fiesteros. 

El feliz encuentro entre arte, política y sexo era, y sigue siendo, un desencuentro para el gobierno. La cruz se construye más allá de la crucifixión de Jesús y el sexo es un componente fundamental, pero, al final, la obra se estrella contra el escudo invencible que la censura política usa para marcar el fin de la vida.  



Sin título. Tempera sobre papel, 1985, 50 x 70 cm. Propaganda política. Feliz encuentro entre: Arte, Política y Sexo. Técnica mixta sobre Masonite, 1988, 26 x 29 cm. Sin título. Técnica mixta sobre gaveta de madera, México, 1992, 51 x 30 cm. Escudo invencible de la obra. Óleo sobre Masonite, 1988, 29.5 x 26 cm.


Reflexión 2: Obligados a seguir en marcha.

El gobierno persiguió y censuró a los cubanos, a los que en muchos casos obligó a abandonar el país. Sin embargo, siempre ocultó que para muchos ellos eran los delincuentes buscados, los que se esconden detrás de una cabeza de cocodrilo para ocultar el daño que hacen. Pero nos obligaban a que seguir en marcha, descabezados para no pensar, y hundirnos en la ignorancia. 



Se busca. Técnica mixta sobre Masonite, 1987, 49 x 36 cm. Cabeza de cocodrilo. Técnica mixta sobre Masonite, 1987, 36 x 49 cm. En marcha. Técnica mixta sobre Masonite, 1988, 26 x 29 cm. Atrapado por su propia limitación mental. Técnica mixta sobre madera, México, 1992, 30 x 40 cm.


Reflexión 3: De la trinchera al cielo.

Le evolución marca la historia de la vida y, en el proceso de adaptación evolutiva, hay eventos que nos hacen sobrevivir [6]. Pero, al final, todos los muertos están del mismo lado donde muere el “jefe”, porque es difícil cruzar la trinchera de la Revolución.

Como representa Cárdenas, en los inicios de la Revolución cubana, Fidel puede que se inspirara en Robinson Crusoe, Robin Hood y Popeye, que representan a un individuo que puede existir y actuar sólo por sí mismo, opuesto a la arrogancia, y en busca de lo que quiere. Sin embargo, parece que después cambió la inspiración hacia Stalin y Franco, que representan a la dictadura. 

Con su obra “Construir el cielo”[6, 7], Cárdenas nos trae el otro lado de la moneda: el muro para estar presos y cerrar el camino al cielo de la libertad. En la serigrafía para la exposición de 1988 “No es solo lo que ves”[8], Cárdenas nos envía el mensaje de que hay mucho más detrás de lo que ves: la historia silenciada, censurada e ignorada.



¿Suicida o Moldeable? Óleo sobre Masonite, 1988, 26 x 29 cm. En la trinchera de la revolución. Técnica mixta sobre Masonite, 1988, 40 x 46 cm. En los inicios. Acrílico sobre Masonite, 1988, 42 x 30.5 cm. Construir el cielo. Serigrafía, 1988, 69 x 49 cm.


Reflexión 4: Pinocho en el Titanic.

Fidel se tragó todo lo que significa “titánico”: gigantesco y colosal. Pero siempre ocultó esas acciones para cuidar su imagen. 

Por eso, su relación con Pinocho es la mentira y no el pino nuevo. Pinocho mentía para llamar la atención o para crear su mundo. Y mentía para impresionar y que Geppetto no lo castigara. 

A Fidel, como a otros miembros del gobierno cubano, se le puede diagnosticar el Síndrome de Pinocho: la mentira patológica o mitomanía. 

El gran dilema de los cubanos desde que Fidel llegó al poder es “libertad o muerte”.



Esperando el Titanic. Acuarela y lápiz sobre papel Arches, 2008, 56 x 76 cm. Pinocho. Técnica mixta (madera, tela, lápiz y acrílico), 2010, 38 x 38 x 18 cm. Detalle de la nariz de Pinocho. Libertad o Muerte. De la serie “Recuerdos and Memories”. Técnica mixta (lápices de color y collage) sobre papel Arches, 2010, 41 x 51 cm.


Reflexión 5: Hacerse el bobo.

En las obras de Cárdenas aparece el famoso personaje de El Bobo, creado por Eduardo Abela en 1925-1926, como representación de la picaresca criolla, y que después se politizó en la lucha contra la tiranía de Gerardo Machado (1928-1933) [5]. 

Desde entonces hasta la actualidad, El Bobo forma parte del imaginario crítico de Cuba. Como señala Ricardo González Alfonso[9], “no sé qué opinará el lector, pero para quién vive y escribe actualmente en Cuba, donde la censura no es la mala, sino la otra, es mejor, por si acaso, hacerse el Bobo”. 

El Bobo de Abela aparece unas veces prendiendo una vela a Martí, para que interceda por la Patria, y otras le pide aclarar si la República es “¿con todos y para el bien de todos?”. 

En el arte cubano crítico y contestatario, El Bobo de Abela, que también usan en su imaginario Lázaro Saavedra, José Ángel Toirac y Sandra Ramos, es ilustrado por Cárdenas como que lo “utilizan para echar fresco…”[10], lo que puede interpretarse como “para golpear y decir la verdad a los ojos”. 

Como apunta Gerardo Mosquera [8], “Carlos Rodríguez Cárdenas se sitúa como uno de los representantes ejemplares de la inquietud crítica…, junto con Lázaro Saavedra, Aldito Menéndez, Ángel Delgado y otros”, donde yo incluiría a Juan-Sí González, José A. Toirac y Sandra Ramos, algo que Sandra Ceballos aborda con su programa “Malditos de la Postguerra”[11]


Reflexión 6: Emigrar o desaparecer. 

La emigración nos separa, pero la otra opción nos puede hacer desaparecer. Ello es una parte fundamental de nuestra historia y la diáspora no para. Cada año, miles de cubanos se ven obligados a abandonar su país natal por cualquier vía, aunque muchas veces implique arriesgar sus vidas.



Sin título. Díptico. Óleo sobre lienzo, Nueva York, 1994, 71 x 91 cm cada pieza. Diáspora. Acrílico sobre lienzo, 2010, 147 x 175 cm.


Reflexión 7: Cazar el futuro. 

Michelin premia con su estrella la iniciativa y la creatividad para alcanzar nuestro objetivo. Así construimos la nueva vida, entre todos y paso a paso. 

La diana es la llave que nos abre el camino. Diana la cazadora es, en la mitología romana, la diosa virgen de la caza y la protectora de la naturaleza y de la luna. 

En la mitología griega, es Artemisa quien protege de las brujas y, junto con Hécate, guardiana de las llaves, nos abre el camino al futuro. 



Michelin. Acrílico sobre lienzo, 1998-2010, 122 x 145 cm. Sin título. Técnica mixta sobre papel Arches, Nueva York, 2008, 56 x 76 cm. Diana la cazadora. Acrílico y collage sobre cartulina, Union City, 2008, 35.5 x 35.5 cm.


Reflexión 8 

En la ciencia, el arte colabora de múltiples formas para abordar retos y avanzar en la investigación[12-14]. Esa colaboración necesita de libertad de expresión, para aportar ideas y preguntas que reten a lo ya establecido. Así se logra que salgan hipótesis y preguntas que, de otra forma, no sería fácil lograr. 

En alegoría a estos retos, Cárdenas nos deja abierta la puerta a interpretar su obra desde la perspectiva personal, y sin evaluar su calidad o acierto. A mí, Cárdenas me inspira al plantear dos preguntas: ¿qué propone el artista? y ¿cuál es la idea? 

La respuesta son estas reflexiones. Me acercan a Marcel Duchamp, con el reto de cuestionar las normas impuestas para avanzar en la ciencia y en el desarrollo de nuevas perspectivas. 

Así enfrentamos la censura como el mayor enemigo de la colaboración para afrontar nuevos retos[15], lo que lastra el avance de la ciencia y de la sociedad[16, 17].

Una muestra más de censura se representa en la obra de Cárdenas “Entrevista con Fidel”, donde este dice: “Bueno, yo creo que basta ya. Te he dado los datos suficientes. Tú no eres fiscal ni juez”.



El Bobo de Abela. Extraído de la referencia [10]. ¿Qué propone el artista? y ¿Cuál es la idea?, con su respuesta, extraídos de la referencia[18]. Entrevista con Fidel. Técnica mixta (acrílico y collage) sobre cartulina, 1989, 60 x 32 cm.


Desde mi perspectiva como investigador científico, Cárdenas también reta e inspira a la ciencia con su obra.  Por ejemplo, en la obra “Diana la cazadora”, se presenta lo que puede ser una cadena de aminoácidos, representados por llaves que forman una proteína (molécula constitutiva de la vida). Y, mediante un análisis de la interacción entre ellos y con factores ambientales, simbolizados por las flores, se logran identificar las moléculas-llaves (en las distintas capas y centro del cladograma) que juegan un papel fundamental en la función de esa proteína. 

Esas moléculas-llaves se convierten entonces en la diana para el desarrollo de fármacos o vacunas, utilizando una aproximación recientemente desarrollada por nuestro grupo y conocida como “vacunómica cuántica”[19].

Con estas reflexiones, no pretendo resumir la narrativa de la obra de Cárdenas. Lasrepresentaciones e ideas de sus obras contribuyen a la inspiración, la comunicación y la colaboración multidisciplinar para abordar retos sociales, políticos y científicos, a los que nos enfrentamos en la vida.



© Imagen de portada: Encuentro entre mi esposa, Karelia Deulofeu, Carlos Rodríguez Cárdenas y yo, en Nueva York, octubre de 2012.
Agradecimientos: Agradezco a Carlos Rodríguez Cárdenas y a Bernardo Navarro por las obras que aparecen recogidas en el artículo.
©Todas las obras proceden de la KGJ Colección, Ciudad Real, España.





Referencias:
1. Citizens of the World. Cuba in Queens. Queens Museum, New York, November 9, 2013 – March 9, 2014 (reproduce obras de Ángel Delgado y Carlos Rodríguez Cárdenas, entre otros artistas).
2. François Vallée. Carlos Rodríguez Cárdenas: Cuba y La Habana se van a recuperar. Julio 28, 2023, https://hypermediamagazine.com/arte/artes-visuales/el-bunker/carlos-rodriguez-cardenas-cuba-y-la-habana-se-van-a-recuperar/.
3. Thomas Adajian. The Definition of ArtThe Stanford Encyclopedia of Philosophy(Spring 2022), Edward N. Zalta (editor), https://plato.stanford.edu/archives/spr2022/entries/art-definition/.   
4. François Vallée. Carlos Rodríguez Cárdenas y el arte redentor. Mayo 22, 2019, https://hypermediamagazine.com/arte/artes-visuales/el-bunker/carlos-rodriguez-cardenas-y-el-arte-redentor/.
5. Janet Batet. Carlos Rodríguez Cárdenas – Farside GalleryArtnexus 67, diciembre – febrero, 2008, https://www.artnexus.com/es/magazines/article-magazine-artnexus/5d6337d990cc21cf7c0a1300/67/carlos-rodriguez-cardenas.
6. The nearest edge of the world: Art and Cuba now. Polarities, Inc., Brookline, MA, 1990. List of works, p. 61, no. 31, aparece la obra “¿Suicida o Moldeable?” y p. 60, no. 16, aparece la obra “Construir el cielo”.
7. Isla de edicionesGráfica cubana de dos talleres de La Habana. Centro Cultural de España. Lima, Perú. Octubre/noviembre 2000, p. 51, aparece la obra “Construir el cielo”. 
8. Expo: No es solo lo que ves. Grupo Provisional. René Francisco, Eduardo Ponjuán, Ciro Quintana, Lázaro Saavedra, Roberto Figueroa, Francisco Lastra, Tomás Esson, Alexis Somosa, Abdel Hernández, Nicolás Lara, Nilo Castillo, Aldo Menéndez – Sopa, Glexis Novoa, José Luis Alonso, Carlos Rodríguez Cárdenas. Lugar: Facultad de Filología, Universidad de La Habana. Día: martes 1º de marzo 1990, 8:00 p.m. Fin.
9. Ricardo González Alfonso. El Bobo de Abela en la Isla del doctor CastroEncuentro de la Cultura Cubana (1996-2009) por Archivo Rialta (21 febrero 2022), pp. 335-336; https://rialta.org/expediente-revista-encuentro-de-la-cultura-cubana-1996-2009/.
10. Carlos Rodríguez Cárdenas. Artista de calidad. Exhibiciones: Galería Habana, Fondo Cubano de Bienes Culturales, 27 octubre 1988.
11. Sandra Ceballos, idea y curaduría. Programa: Malditos de la Postguerra. Espacio Aglutinador, La Habana, Cuba, 2016-2018, https://maitediaz.files.wordpress.com/2018/06/mandar.pdf
12. José de la Fuente. Art-science multidisciplinary collaborations to address the scientific challenges posed by COVID-19Annals of Medicine 2022, 54: 2535-2548, https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/07853890.2022.2123557.
13. José de la Fuente. Evolution of the interactions between art and science: A bibliometric approachInternational Journal of Humanities, Social Sciences and Education (IJHSSE) 2022, 9(12): 66-69, https://doi.org/10.20431/2349-0381.0912007.
14. José de la Fuente. El arte y la ciencia tienen una relación compleja pero significativa en colaboración e influencia mutuaAgulha Revista de Cultura 226 (março de 2023), ARC Edições. https://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2023/03/jose-de-la-fuente-el-arte-y-la-ciencia.html
15. Carlos Cárdenas. Galería Ramis Barquet. Feria Internacional de Arte Arco, Madrid, 1993.
16. José de la Fuente. Cuba, la involución de una revolución. Lanza. Diario de La Mancha, 23 julio 2021, https://www.lanzadigital.com/opinion/cuba-la-involucion-de-una-revolucion/.
17. José de la Fuente.  Wine into Vinegar—The Fall of Cuba’s BiotechnologyNature Biotechnology 2001, 19: 905-907. https://www.nature.com/articles/nbt1001-905
18. Arturo Cuenca Sigarreta. Arturo Cuenca (Art Ciencia). El artista del mes. Castillo de la Real Fuerza (Ciencia e Ideología). Abril de 1989. Ministerio de Cultura, 1989. Contiene recortes del periódico Cartelera anunciando la exposición. Además, la serigrafía sobre papel que anuncia la exposición. Castillo de la Real Fuerza, La Habana, abril-mayo, 1989. Diseños de Glexis Novoa y Carlos Rodríguez Cárdenas.
19. José de la Fuente y Marinela Contreras, M. (2023). Quantum vaccinomics platforms to advance in vaccinologyFrontiers in Immunology 2023, 14: 1172734, https://www.frontiersin.org/journals/immunology/articles/10.3389/fimmu.2023.1172734/full.





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