Serie de presentaciones de actrices y actores jóvenes coordinada por la dramaturga Daniela Alí y el artista Eldy Ortiz.
Lissette de León, por Eldy Ortiz.
¿Cómo llegas a la actuación?
Cuando era niña, mi madre decidió inscribirme para tomar clases de baile español. Recuerdo que mientras bailaba me encantaba improvisar e inventarme historias; en ese momento tuve claro que necesitaba algo más. Comencé a buscar talleres en mi pueblo, en Bejucal, y con mi padre, en La Habana. Me mantuve bailando y actuando hasta que me decidí por la actuación.
Pasé por varios talleres que fueron muy importantes para mí, hasta que llegué al grupo de Humberto Rodríguez, y estando allí fui seleccionada para la serie Adrenalina 360: mi primer trabajo en televisión. Ese impulso me llevó hasta las puertas del ISA, que afortunadamente se abrieron para mí. Allí fue cuando comenzó todo: un encuentro con la realidad presente, el lenguaje, la técnica y el redescubrimiento, y con ello mi crecimiento profesional y personal.
Lissette de León, por Eldy Ortiz.
¿Quiénes dirías que son tus principales maestros?
Hay muchas personas que se te acercan en el camino y, sin querer, se convierten en grandes maestros; para mí es importante estar despierta y abierta para recibirlos. He tenido a muchos en este trayecto, pero hay tres que no puedo dejar de mencionar: Yanier Palmero, mi profesor en los cinco años de mi carrera en el ISA; Carlos Díaz, a quien admiro y que ahora me acompaña, enseñándome tanto del teatro como de la vida; y mi amigo y también director Charles Wrapner, de quien aprendí una disciplina en el teatro que cada día ha estado presente: siendo ambos jóvenes, decidimos emprender este viaje juntos.
Lissette de León, por Eldy Ortiz.
¿Por qué te interesa el teatro como lenguaje?
El teatro puede ser un acuerdo organizado a través del cual, por motivos profundamente personales y con una disciplina compartida, todos podemos expresar nuestra diversidad en una forma de vida y de trabajo. Nos permite una comunicación directa y presencial con el observador; nos aporta un intercambio único donde la energía del actor despierta la energía del espectador y viceversa.
El teatro es importante para quien lo hace, una necesidad cultural y espiritual. Es un lenguaje que, mediante investigaciones, entrenamientos y disciplina, nos permite redescubrirnos y enfrentarnos a una sociedad que necesita cuestionarse y sobrevivir. Y así, con las mil tensiones y distensiones de los actores, con sus sentidos y con la memoria del espectador, develamos la vida de una estructura dramatúrgica.
Ese intercambio en el ahora, con lo que existe en cuerpo presente, y el viaje que se nos ofrece a partir de motivaciones, impulsos, reacciones, asociaciones e imágenes, ese encuentro vivo e irrepetible, solo es posible en el teatro.
Lissette de León, por Eldy Ortiz.
Háblanos de tu proceso en la creación.
Cada creación es diferente, demanda procesos únicos. Cuando me enfrento a ella, transito primero por muchas preguntas para despertar en mí la necesidad de hacerlo; preguntas sobre qué quisiera decir, directa e indirectamente, y cómo afectaría tal enfrentamiento a mi desarrollo personal.
A lo largo del camino uno aprende técnicas y herramientas que luego usa en el trabajo, pero para mí es muy importante el entrenamiento diario. Siempre intento estar pendiente, activa y creativamente. Observar y captar las esencias de situaciones comunes, para luego transformarlas en arte, es una labor interesante de la creación. Es vital un entrenamiento que desarrolle las capacidades físicas, la presencia escénica, la resistencia, la voluntad y las motivaciones que llevan a un proceso de búsqueda e investigación. Me gusta trabajar con imágenes, asociaciones y conexiones por las que transito en el desarrollo de un proceso; llevarlas a la práctica es el paso más importante.
Considero de gran importancia entender qué me están pidiendo mis colegas y cuál es mi búsqueda: intentar ese equilibrio es mi reto en la creación. El trabajo de los demás artistas, ya sea de tiempos pasados o de las actuales generaciones, es fundamental para el crecimiento del arte; es por eso que intento registrar y recibir todo lo que proponen. Descubrirme a mí misma en cada creación, y crecer personal y profesionalmente, hace que le encuentre sentido al porqué me decidí por esta carrera.
Lissette de León, por Eldy Ortiz.
¿Qué crees que le está faltando al teatro cubano actual?
Los viejos tienen una ventaja sobre los jóvenes: han vivido más y este oficio solo se realiza obrando, o sea, en la práctica; pero se necesita la confianza y la oportunidad para nuevas inquietudes. El teatro actual tiene que entenderse en este tiempo, conocer sus principios y redescubrirse otra vez, como siempre lo ha hecho. Es importante la disciplina, la búsqueda, las personas; esa relación debe fortalecerse.
Lissette de León, por Eldy Ortiz.
En estos tiempos de pandemia, ¿cómo crees que debiera reinventarse el teatro?
Como lo ha hecho siempre: con el deseo de permanecer. Solo necesitamos un cuerpo presente y ojos curiosos. El riesgo y los límites siempre han estado; esta vez el riesgo es mayor, pero esa lucha por encontrar un camino ha hecho que el teatro no muera. Por eso creo que la mejor manera de reinventarlo está en cada uno de nosotros, en cada necesidad.
Fridtjof Nansen, reflexionando sobre su vida, decía: “Lo imposible es solo lo posible que lleva más tiempo”.
Lissette de León, por Eldy Ortiz.
¿Qué quisieras ver próximamente en las tablas cubanas?
Quiero ver actores vivos, puestas sugerentes, diversidad y, sobre todo, compromiso. Quiero viajar con el teatro a diferentes sitios; y si no viajo, quiero saber qué me está ocurriendo y salir de allí más agradecida, llena, motivada y abierta a otras reflexiones.
Lissette de León, por Eldy Ortiz.
Ana Flavia Barrios: “Que la obra nunca muera cuando baje el telón”
“El teatro es sinónimo de libertad total. Los parlamentos estarán justificados mientras se defiendan con bomba y corazón. El teatro te da la fuerza para desinhibirte y decir todo lo que te has reprimido por muchísimo tiempo. Encima de las tablas es donde te lanzas sin medir las consecuencias, porque sabes que estarás a salvo”.