Sororidad y harakiri - María Matienzo Puerto

Sororidad y harakiri

No tenemos que caernos bien. No tenemos que ser amigas. No tenemos que coincidir en todo. Pero les presto la catana que he usado para mi harakiri. Ojalá que otras se animen a mostrar sus vísceras, junto a las que reciben golpes o están encarceladas por reclamar derechos que nos asisten a todas, sin que sepan a pie juntillas lo que significa sororidad.

Habitación 422 - María Matienzo Puerto

Habitación 422

Yo nací en un cuarto de hotel. Una niña negra, con trenzas, vestida de uniforme, con espejuelos, viendo la televisión en el lobby junto a los demás huéspedes que no duraban más de una semana, porque en los hoteles de mala muerte nadie duerme 21 años.