Hace más de un año, un grupo de cubanos residentes en los Estados Unidos se organizaron para recoger donativos humanitarios con el fin de ayudar al pueblo cubano a superar la pandemia de Covid-19. Al principio pudieron enviar los medicamentos a través de agencias y financiando viajes propios a través de terceros países. Con la imposición de la cuarentena, los envíos se hicieron imposibles. Los cubanos en Estados Unidos no pararon de recibir donativos y los medicamentos se acumularon.
En junio de 2020 se hizo la última recepción de medicamentos. Una decena de amigos los organizaron, envasaron y clasificaron. Unas 2300 libras de medicamentos e insumos hospitalarios listas para ser enviadas: vitaminas, antibióticos, mascarillas, artículos de higiene hospitalaria, oxímetros, analgésicos, cremas dérmicas en cajas y más cajas varadas en Miami.
En septiembre del año pasado, tras conversar con representantes del Centro Martin Luther King Jr., todo parecía indicar que los medicamentos llegarían a los afectados, así como a varios hospitales cubanos. Pero siempre pasa algo, o más bien, siempre falta algo; una firma, un papel, la voluntad de ayudar.
Casi siete meses después, aquí siguen varados, mientras los enfermos continúan sin recibir las medicinas. Decidí pedir ayuda.
Le pregunté al delegado:
Tenemos 2300 libras de medicamentos e insumos de hospital listas para ser enviadas a Cuba. Es una cuestión de humanidad, las medicinas no tienen ideología, la solidaridad no es política. Cubanos somos todos. Queremos que lleguen a Cuba, ¿Nos ayudas por favor?
Le pregunté al diputado:
Tenemos 2300 libras de medicamentos e insumos de hospital listas para ser enviadas a Cuba. Es una cuestión de humanidad, las medicinas no tienen ideología, la solidaridad no es política. Cubanos somos todos. Queremos que lleguen a Cuba, ¿Nos ayudas por favor?
Le pregunté al viceministro:
Tenemos 2300 libras de medicamentos e insumos de hospital listas para ser enviadas a Cuba. Es una cuestión de humanidad, las medicinas no tienen ideología, la solidaridad no es política. Cubanos somos todos. Queremos que lleguen a Cuba, ¿Nos ayudas por favor?
Le pregunté al ministro:
Tenemos 2300 libras de medicamentos e insumos de hospital listas para ser enviadas a Cuba. Es una cuestión de humanidad, las medicinas no tienen ideología, la solidaridad no es política. Cubanos somos todos. Queremos que lleguen a Cuba, ¿Nos ayudas por favor?
Le pregunté al primer ministro:
Tenemos 2300 libras de medicamentos e insumos de hospital listas para ser enviadas a Cuba. Es una cuestión de humanidad, las medicinas no tienen ideología, la solidaridad no es política. Cubanos somos todos. Queremos que lleguen a Cuba, ¿Nos ayudas por favor?
Le pregunté al presidente:
Tenemos 2300 libras de medicamentos e insumos de hospital listas para ser enviadas a Cuba. Es una cuestión de humanidad, las medicinas no tienen ideología, la solidaridad no es política. Cubanos somos todos. Queremos que lleguen a Cuba, ¿Nos ayudas por favor?
Le pregunté al general:
Tenemos 2300 libras de medicamentos e insumos de hospital listas para ser enviadas a Cuba. Es una cuestión de humanidad, las medicinas no tienen ideología, la solidaridad no es política. Cubanos somos todos. Queremos que lleguen a Cuba, ¿Nos ayudas por favor?
Le pregunté al otro general:
Tenemos 2300 libras de medicamentos e insumos de hospital listas para ser enviadas a Cuba. Es una cuestión de humanidad, las medicinas no tienen ideología, la solidaridad no es política. Cubanos somos todos. Queremos que lleguen a Cuba, ¿Nos ayudas por favor?
Pero nadie responde.
© Imagen de portada: Lote de medicamentos en Miami a la espera de ser enviados a Cuba (Sábado, 30 de enero de 2022).
Descripción del paisaje actual del “macrofraude”
Para el “capicastrismo” es esencial mantener lo que llaman “masa trabajadora”, atomizada, intimidada, manejada por los mecanismos de control político que hay en cada centro del trabajo; no solo mediante la administración, sino con el Partido Comunista.