“Ahora no estoy en Nueva York. Hace tres meses que me vine a Shelter Island. Está a dos horas y media de Nueva York y, como ves, ahí en la ventana, estoy al aire libre. Igual es muy fuerte todo lo que está pasando allá”.
A Lila Zemborain la entrevistamos cuando Nueva York, la ciudad donde ha vivido por más de treinta años, se debatía entre seguir respetando el cierre por la emergencia sanitaria del coronavirus y salir a la calle tras el asesinato de George Floyd. En realidad, la indecisión fue muy breve porque la gente desbordó pronto las avenidas antes desiertas y marchó, por más de tres semanas, en acto de protesta contra el racismo de la policía estadounidense.
“Mi hijo está en Nueva York, está participando de las protestas, así que me voy enterando de todo lo que pasa y eso me pone un poco nerviosa también”, comentaba Zemborain cuando la pava la convocó con un silbido, avisándole que estaba lista el agua para su café.
Sus sorbos de café acompañaron casi hora y media de un amplísimo diálogo que se concentró en sus proyectos sobre poesía y su visión sobre la escritura creativa, en las conexiones entre meditación y creatividad, y en su experiencia con la traducción.
Lila Zemborain es autora de numerosos libros de poesía: Ábrete sésamo debajo del agua (1993), Usted (1998), Guardianes del secreto (2002), Malvas orquídeas del mar (2004), Rasgado (2006), El rumor de los bordes (2011), Materia blanda (2014), entre otros. Sus versos han sido traducidos al inglés, francés y catalán. Entre 2009 y 2012 fue directora del programa de Escritura Creativa en Español en la Universidad de Nueva York (NYU). También es autora de libros de investigación literaria.
Sobre sus publicaciones más recientes, nos comenta cuán emotivo ha sido para ella que en Argentina, su país de nacimiento, se haya publicado su poesía reunida bajo el título de Matrix Lux (2019): “Reúne siete libros publicados y dos inéditos. Para mí fue muy importante publicar allá, sobre todo con todas las problemáticas que hay para quien vive fuera de su país de origen. En los últimos años publiqué en España, pero como que perdí un poco el hilo con la Argentina. Estoy súper contenta”.
Autoras entrevistadas: Lina Meruane / Kelly Martínez-Grandal / Mariza Bafile / Ana Teresa Toro / Jennifer Thorndike / Franky Piña / Osiris Mosquea / Rose Mary Salum / Anjanette Delgado / Lila Zemborain / Melanie Márquez Adams.
Felicidades por la publicación de Matrix Lux, ¡qué buena noticia!
Gracias.
Viendo tu obra reunida, en perspectiva, ¿qué significa para ti ser una poeta argentina en la ciudad de Nueva York?
Es complicadísimo. Cuando yo llegué a Nueva York no escribía poesía. O más bien, sí había escrito poesía en la Argentina, cuando tenía veinte y pico de años y había hecho un librito muy artesanal que, digamos, armé con poemas míos. Hice cuatro ejemplares con fotocopias, no se publicó ni nada. Ese librito se ha perdido en el tiempo y en el espacio. No tengo ni uno de esos ejemplares. Tengo guardados algunos poemas, pero hay otros que están perdidos.
Eso fue todo lo que hice en la Argentina. Después me dediqué a otras cosas —era tiempo de la dictadura—, me casé allá y me vine a vivir a Nueva York en 1985. Aquí empecé la maestría de literatura en NYU y después hice el doctorado. Mientras estaba haciendo la maestría vino Nicanor Parra a darnos unas clases de poesía. No de creación, era un curso sobre poesía. Pero nos pidió que escribiéramos un diario sobre la clase, o sobre lo que nos diera la gana. Y yo empecé a escribir poemas intercalados en el diario. De ahí salió mi primer libro de poesía, que después publiqué en la Argentina.
Por eso es complicado. Porque no soy una poeta que hizo su trayecto en la Argentina, sino que lo hice en Nueva York, y desde la distancia de Nueva York empecé a escribir poesía en el contexto universitario. Pero tenía como interlocutor un público argentino. No tenía ninguna relación con el contexto de acá, ni me interesaba tenerla. Estaba dentro de ese mundo de la maestría de literatura latinoamericana.
Eso me pasó con los dos primeros libros, que fueron Ábrete sésamo debajo del agua y Usted, publicados en Buenos Aires. Uno tenía que ver con mi embarazo y el otro con la muerte de mi padre, que fueron cosas simultáneas. Los dos fueron publicados con una distancia de cinco años, porque no podía lidiar con los dos sucesos al mismo tiempo. Por eso publiqué uno en 1993 y el otro en 1998.
Después de haber publicado esos libros, empecé a relacionarme más con poetas norteamericanos. En Nueva York vivo en el mismo edificio que Cecilia Vicuña; somos amigas. Y bueno, a través de Cecilia empecé a ir a The Poetry Project y a relacionarme con muchos poetas que ella conocía, y ahí también conocí a Rosa Alcalá, que era la traductora de Cecilia, y nos hicimos amigas. Entonces, cuando me llamaban para hacer una lectura en Nueva York, Rosa me traducía los poemas. Todo muy orgánico.
Autoras entrevistadas: Lina Meruane / Kelly Martínez-Grandal / Mariza Bafile / Ana Teresa Toro / Jennifer Thorndike / Franky Piña / Osiris Mosquea / Rose Mary Salum / Anjanette Delgado / Lila Zemborain / Melanie Márquez Adams.
A partir de esta experiencia, ¿en qué mapa literario te ubicas hoy? ¿Te reconoces o identificas a tu obra en una tradición nacional?
Rosa Alcalá empezó a traducir los poemas para las lecturas, porque esa era la intención, pero algunos libros que yo estaba escribiendo, y que se fueron publicando en la Argentina, se terminaron publicando en traducción también en Nueva York. El primero, Mauve Sea-Orchids, se publicó en Belladonna Books; y el segundo, Guardians of the Secret, en Noemí Press: 2007 y 2009, respectivamente.
¿Qué fue lo que pasó? Yo estaba muy entusiasmada y metida con el mundo americano, y estaba contenta porque ya había publicado tres o cuatro libros en la Argentina. Cuando en 2007 empezamos la Maestría de Escritura Creativa en Español, me absorbió completamente ese mundo, ya más amplio que el argentino: un mundo de hispanohablantes, de españoles, de latinoamericanos, de latinos en Estados Unidos. Me absorbió ese mundo y perdí un poco, aunque no del todo, ese contacto que ya había establecido con poetas de acá. No podés hacer todo al mismo tiempo. Son demasiadas cosas.
Así que, si yo tuviera que decir a dónde pertenezco, como poeta, te diría que a ningún lado. Porque, sí, tengo lazos muy importantes con la Argentina, soy argentina y me encanta publicar en la Argentina, pero no me considero solo una poeta argentina. Escribo en Estados Unidos y escribo en español y entonces necesito, dependo de la traducción para que mi obra se conozca aquí. Pero tampoco soy una poeta norteamericana.
Creo que mucha gente te va a contestar eso: como que no estás en ninguno de los dos lados y estás en los dos lados al mismo tiempo. También me pasa con España, porque dos de mis libros se publicaron allí.
© Imagen de portada Lila Zemborain / Facebook.
Autoras entrevistadas: Lina Meruane / Kelly Martínez-Grandal / Mariza Bafile / Ana Teresa Toro / Jennifer Thorndike / Franky Piña / Osiris Mosquea / Rose Mary Salum / Anjanette Delgado / Lila Zemborain / Melanie Márquez Adams.
* Una versión más extensa de este diálogo forma parte del libro Imaginar países: Entrevistas a escritoras latinoamericanas en Estados Unidos (Hypermedia, 2021), editado por Dainerys Machado Vento y Melanie Márquez Adams. Aunque los temas de las entrevistas son diversos, las editoras han querido explorar, sobre todo, la manera en que los matices de la identidad latinoamericana se manifiestan y fluyen en la escritura de cada una de las entrevistadas.
Doblemente americanas: sumar las resistencias de la escritura
“Estas entrevistas tienen múltiple valor, porque se trata de mujeres hablando en el espacio público sobre ellas mismas, sobre sus cuerpos, sobre la política de sus países, sobre sus errores y aciertos”. (Prólogo del volumen ‘Imaginar países: Entrevistas a escritoras latinoamericanas en Estados Unidos’, Hypermedia, 2021).