“Para Orlando Luis Pardo Lazo, ser un escritor es apostar a la reescritura —el plagio, la cita, la traducción, el reciclaje en otro contexto, la parodia— como única forma de no repetir”.
“Para Orlando Luis Pardo Lazo, ser un escritor es apostar a la reescritura —el plagio, la cita, la traducción, el reciclaje en otro contexto, la parodia— como única forma de no repetir”.
Las artes plásticas habían logrado fragmentar el discurso, lo cual constituía una intimidación al relato único que aseguraba las ataduras diseñadas por el poder para mantener su dominio.
Las jovencitas de Gabriela Chang que se arañan, extasiadas y confusas, tras tener un momento de sexo por primera vez.
Cuatro hombres acusados por el atentado de Moscú, dos se declaran culpables. ISIS reivindica la autoría. Putin culpa a Ucrania.
“Sería tan fácil como cruzarse de brazos: huelga general. Así fue como cayó Machado. Y ya Díaz-Canel dejó chiquito a Machado. Y a Batista. Parece empeñado en lograr lo que no pudo Weyler”.
“Al menos 35.000 letones fueron asesinados o desaparecieron en el traspatio siberiano de la Unión Soviética. Más de cien mil huyeron a Europa Occidental, lo que en el caso del diminuto país de Letonia fue una pérdida abrumadora de población”.
Alejandro Armengol nació en Cuba y vivió en Estados Unidos desde 1983. Periodista y escritor. Se desempeñaba como director editorial de Cubaencuentro.
El Estado Islámico reivindica la autoría después de que hombres armados con uniforme de combate abrieran fuego y, al parecer, detonaran explosivos en el Ayuntamiento de Crocus.
La negligencia fiscal y las erráticas políticas empresariales pueden hacer descarrilar el sueño de un Singapur en El Salvador, sostiene Bloomberg.
La señora sacó un paquete de chocolates M&M y me dijo: “¿Quieres mene mene?” La miraba en el avión, con todos esos años, luchando para sus hijos, luchando para sus nietos. Al llegar a la Isla, me deprimí. La ciudad estaba oscura. Un país desolado. Destruido. Un país que no existe.
Janet Batet y Andrés Isaac Santana comparten más de un criterio y una admiración confesada. En cambio, no logran ponerse de acuerdo cuando se trata de enjuiciar el arte producido en la Isla. Donde uno prodiga dádivas, la otra se muestra reacia y llevada por el sarcasmo. Si se tratase de hallar un criterio de verdad, ¿dónde encontrarlo?
Los que defienden causas imprescindibles, evadidas o segregadas a últimos planos por el gobierno cubano, es decir, los ecologistas, los que luchan contra la homofobia y contra la violencia de género, ¿también están financiados por los Estados Unidos? Si esto fuera así, entonces habría que pensar que los Estados Unidos están actuando dignamente.