“Era inevitable que se cruzaran. Él la miró, acariciándola entera, aunque no pronunció palabra. Ella lo miró, y sintió que empezaba a gustarle”.

“Era inevitable que se cruzaran. Él la miró, acariciándola entera, aunque no pronunció palabra. Ella lo miró, y sintió que empezaba a gustarle”.
El corredor de seguros José Uribe se declara culpable de sobornar al senador Bob Menéndez y acepta cooperar con la fiscalía.
Las legisladoras progresistas de Estados Unidos defienden su viaje a Cuba argumentando que es clave para la toma de decisiones políticas.
“El ODC condena la instrumentalización del patrimonio natural y cultural de forma segregada, para legitimar un sistema político-económico fallido”.
Sería en esa perspicacia, en ese olfato de perro pavloviano, donde único se conserva la cubanía, si es que aún existe esa glándula.
Leerlo no agota. Es ágil. Agreste, agorero. Y cómico como carajo. Al terminar, puede comenzarse fácilmente por el principio.
El ODC denuncia la manipulación y el lavado de significado de los Derechos Humanos en Cuba.
Para nosotros, el mar es la ruta de una esperanzada desesperanza.
Algunos de estos poemas de Néstor Díaz de Villegas podrán ser leídos como afrentas a la moralidad o a las buenas costumbres. But who cares?
Leo estas líneas a mi madre, cabizbaja en una silla de ruedas, y decreta en voz baja: “A quienes tuvieron que irse del país se les perdona cualquier cosa. No metas la cuchareta en lo que no has sufrido en carne propia”.
En un mundo donde prevalecen la impiedad y el desprecio por la existencia, el grito es la más humana de las expresiones.
“Hemos soñado nuestras convocatorias con un diseño flexible, que permita presentar tantas oportunidades para los jóvenes como las que seamos capaces de generar”.
Eso se baila así: cantándolo díscolamente, gritando el estribillo y la parte que dice que te necesito a ti esta noche, que te necesito esta noche más que nunca.
Un hombre que, en La Habana, ayudó al policía Mario Conde y que ahora, prefiere recorrer la parte sórdida del sueño americano.
Más de un millón de personas se manifiestan en Madrid contra el gobierno de Pedro Sánchez, en protesta por su ley de amnistía y las amenazas contra el Estado de Derecho.
Desde la “fallida” convocatoria a la marcha del Yara, hasta la decisión de Elaine Díaz de ejercer su derecho a cambiar su vida como estime conveniente, los cuervos han seguido su festín, y vuelven a por la yugular de sus víctimas, a tratar de desangrarlos, mientras el poder observa satisfecho la carnicería a una distancia responsable.
No te preocupes, lector, que yo no te podría contar ‘DAU. Degeneration’ aunque quisiera. La exposición in extenso del universo totalitario que es ‘DAU’ no admite el encapsulamiento en una sinopsis. Y después, lectora, está también el problema de los mimos, los que ‘DAU’ nos prodiga a los supervivientes.