1
Devuélvanme los pasos donde me encontré,
la ciudad,
devuélvanme París,
el siglo,
las canciones que pude componer,
los rostros de otras capitales.
Cargo mi laguna llena de ahogados,
mi curvatura silente de dormir sobre los frisos.
Deseo una nariz,
trazar sobre la arena las posibilidades
y que el viento no se lleve las posibilidades.
Homínido inconforme,
sapiens con la misma culpa de una daga.
Devuélvanme la razón,
si alguna vez la tuve.
Devuélvanme a la ciudad de los niños perdidos.
2
Llevo en la memoria los libros que nunca aprendí
Las dudas de la existencia
Hubo un tiempo que me inventé una prolongación para no llorar
El siglo ha empezado como una estratagema
Somos adelantados y necesitamos más sangre para decorar el mundo
Llevo en la memoria esquirlas de una paz no recobrada
He muerto tantas veces…
3
Es principio,
noche que anuncia depredación de conciencia,
he muerto tantas veces que no recuerdo mi nombre,
es complicado diferenciar entre la ciudad y mi ciudad,
que tiene disimiles brújulas y un solo camino,
mi ciudad que agoniza como un piano.
Los minutos declaran que es principio,
las anfetaminas distraen,
las palabras buscan otro significado,
los sonidos de la noche caben dentro,
el balcón recordado se enciende y mi abuelo descorcha su mejor botella.
4
Mambrú no regresó
Nunca pudo abuela explicarme
Mambrú tenía cien rostros
Fue a la guerra con cada uno
Y el dolor y la pena funcionaban
La pérdida de la luz
El sillón meciéndose asmático tratando de emularme
Mambrú fue a la guerra porque fue a la guerra
Porque no era zapatero ni soldado
Era Mambrú
Rostro de la voz de mi abuela
Único testigo para dormirme.
5
“Escucha, estoy harto de lo pintoresco, de colorines y hechizos”,
Robert Desnos
Asisto sin previo aviso ausente de toda mordedura
Sostengo mi sonrisa con una equidad de jumento
Estoy harto
La soledad resume nuestra propensión paracaídas
Amo el aire que cada día se lleva otro poco de mis células
El asesino que alimenta a un cisne con los apéndices de su mano
El presidente que se hurga la nariz y sonríe humanamente
Amo el tiempo que nos queda
Los tranvías que no he visto
Los cisnes que no he visto
Conozco muchos asesinos con cara de presidente
Amo la lluvia
Las maneras que utiliza el otoño convertido en barbero
El mar como un plato de espaguetis
Contemplo la rotura irremediable de los televisores
Miro hacia arriba como quien de verdad busca
Amo los globos reventados
Escabullirme hacia el sueño con lugares comunes entre los ojos
Amo todas las mujeres que confluyen en unas
Personalidades de glamour y confeti
Asomadas al balcón de la feria como aplausos
Estoy harto
Deseo la crueldad del mes de agosto
El rostro de horario que ponen los empleados
Amo la intemperie
Los días cardiovasculares en lo que transito sin ropa
La sorpresa de un café con hielo
Un abrazo con alas
Harto sinmigo cuando llueve
Harto de más con la luz encendida.
6
Para mi madre.
Hay en París una casa de ojos de reflejos como un verso grande / en París mi casa mi clínica / tu nacer / música de violines en libertad / en París una estatua / un paisaje / un puente / ¿qué? / ¿no se acuerdan? / una fuente de rostros apagados/ de infancia dolorida/ en París tu rostro.
Hay en París un sitio / un tazón / una ciudad / en París hay una ciudad / un frío sin huesos / un perro que no me ladra / un humo de estrellas…
Hay en París una curva que me curva y encorva / que me suple y supone / que me y no me atina / en París nieve y almohadas de cabellos de elefante y metros / metros solos con trenes solos y gentes / hay en París gentes que abren mi ventana / unos ojos de preso azul como las monedas de la Bastilla…
Hay París para los sueños / para los cuentos / hay un París para cada situación / y situaciones parisinas de parisino renombre como parir en París y no ser parisina / nacer en París y convertirse en artificio…
Hay en París un lugar hondo y ancho / un huequito por una polilla / un mapa lleno de huequitos / hay en París mi ausencia…
7
Escucho la canción del limón con los ojos como remolachas
Entro al bar y no hay percheros para mi sombra
Las hetairas se acercan con ropa de estampilla
El barman sirve un agua alcoholizada y turbia
El retrete está cerca
Los parroquianos embisten su ortodoxo nomeolvides
La dueña de bulevar cuantifica la esperma reciclada
Los perros no se atreven
La muchacha loca entra con su carruaje
Despepita dentaduras y recuerdos
Cerca el retrete como un saco de harina bajo la lluvia
La muchacha loca hace abreviaturas de una servilleta
Las adicciones resucitan
En este bar hay un cuco alérgico al acondicionador de aire
Que tose a cada hora soluciones imprevistas
La muchacha loca
Anárquica como un ciego de nacimiento que padece el color de todas las palabras.
8
Cada día de la semana es una piedra en el bolsillo
La ciudad misma es callosidad que aletea mariposa
Las horas se destejen inducidas a desvestirse
Bañadas a presión dentro de este manicomio
Quien esté enfermo de sí sabe la orina de Dios
La representación baldía de este teatro
Desatornillarse los músculos del rostro y salvarse no depende de la yugular de ninguna paloma
Tampoco el escalpelo convertido en beso portátil
El fusil en laborterapia
Los muertos temen el regreso
Aun en sueños es fácil apagar la vela sin quemarse.
9
Conozco la similitud
Los sueños viajan por la cañería esperando el ojo avizor
Arañas que no desembocan
Nadie escapa del todo
Conozco el monocorde surtidor de la sonrisa
El despeñadero que nos conduce a palabras miopes
Pues quedé como un intestino al tomar conciencia de mi condición y locura
Desarmado por un tranvía que nunca beso y nunca podré olvidar
La noche tiene esa mansedumbre de gato alrededor de una soga
Sabe el desnudo obeso a que son sometidos los lunáticos
El estanco se hace posible
Consulto la marca según mis moderados ingresos
Vuelvo a la ventana y digo mundo
Es como la masticación de arvejas que reproducen golondrinas
Nadie escapa del todo
La muerte es un nacimiento a escondidas
Y los abrazos son abismos de dos niveles que supera las fobias
Una mujer pasa
Sonríe.