Camilo Noa Rodríguez

laminarios. v

No llores boy
aprieta los dientes
sonríe
la fotografía es solo
algo divertido
Mira chico
Divertidísimo
apretar el obturador
sacar la mejor sonrisa
Por qué lloras criatura
no se hubiesen fotografiado
tanto
Cristo
y el Che
Mira a la cámara child
muéstrame lo que tienes
Por quién lloras


laminarios. x

Tú habías mandado a fusilar
así lo soñé
Al hombre que sostenía el arma
le temblaban las piernas
estaba disparando contra Él mismo
como los pelotones sonderkommandos
en Auschwitz

Diste la orden de ¡Fuego!
y la descarga vino a parar a mi pecho
Lo estuve soñando
por tres noches
consecutivas

Habías mandado a fusilar
Mira la cicatriz
por donde sangro
—es pura analogía


interferencia

Parece una ciudad sitiada
una ruina
Imagen de una guerra
sin enemigos
más que tú y yo 
y la isla entera luchando contra sí
contra el hambre de hoy
y de los días que vendrán
Esta calle es un 
circo romano
y acaban de soltar
a los azules leones
de la opresión.


laminarios. xvi
(extracción)

Una granada de fragmentación
sobre el brocal de un pozo
Hojas
ramas
fango
charcos de lluvia
calor
extracción
Hago dibujos infantiles
con un trozo de tiza
rayo signos sobre la acera
pinto algo con sexo
dibujo algo parecido a una vulva
algo medio fálico también
Dibujo a Freud y sueño con él
con una granada de fragmentación en su mano
accionando el mecanismo
frente al brocal de un pozo
que es mi cabeza suspendida
extrayendo
hojas secas
basura
un agujero vacío sin límites
Freud es un dibujo a tiza sobre mi espalda
Freud es una bomba
y su palabra una granada de fragmentación
Freud me da hambre
Mi madre (que aquí no pinta nada)
se ha vuelto un animal triste
malparió una cabeza que cuelga del brocal de un pozo
Mi madre usa champú de placenta porque no tiene dólares
mi madre no me conoce
Mi mujer que se acuesta conmigo tampoco me conoce
mi mujer ha viajado y ha visto otros países
a veces llora
ha dejado el amor en un salón de última espera
Mi mujer no me ama y me lo repite mil veces
A veces soy un niño —me dice—
y hablo como un niño
y pienso como un niño
y beso como un niño
Y está cansada de estar casada con un niño
que tiempla como un niño y se viene como un niño
Soy un niño con las manos llenas de lodo
soy un pequeño malacabeza que le roba los plátanos al vecino
y camina sobre el brocal del pozo del vecino
medio suicida
a punto de extraer la espoleta
de accionar el mecanismo
Pero me río en la cara del vecino y le saco la lenguay le grito aura
¡Mami aura!
por qué te dejaste del aura de mi padre
Por qué me casé con esta aura de mujer
para tener dólares
para pintar esperpentos sexuados
Para no tener que suicidarme
Para no saltar al pozo
Para no quitar la espoleta
Para no accionar el mecanismo
Para no soñar con Freud
Para no complicarme tanto
Para no pensar.


Camilo Noa Rodríguez (Gibara, 1990).

Camilo Noa Rodríguez (Gibara, 1990).




Lisbeth Lima Hechavarría

Lisbeth Lima Hechavarría

Lisbeth Lima Hechavarría

Dicen que la madurez se mide según la capacidad de tolerancia; para mí, es más bien según la capacidad de resignación.





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