Materia hiperlaxa
Videopoema
Desliza la pierna
cualquiera de ellas
aléjate lo más que puedas
de tus dos mitades
en pie puntillas
señala algo
como por ejemplo
la inexistencia del dolor
si la encuentras visible
en ángulo de noventa
gira sobre tu eje
hipérbole sin sol
a tus pies
conócelo todo desde allí
sin límites horizontales
velozmente
salvajemente
frágilmente
de cuerpo
y cada uno de sus descomponentes
elige entre tus semejantes
una imagen que no se canse
y sin perder el equilibrio
inyecta a la materia
la aguja hipodérmica
hasta que la faz del cuerpo desaparezca.
Las partes del ser, las cosas del ser tú
Son tus cabellos negros y delgados
Espuma
Escarcha
Estrella bajo la arena
Son tus dedos de niño
Lavanda
Prado de seda
Que hacen cosas con palabras
Son tus labios de rosa madura
Carne y sangre
Calma y fiereza
Son tus pies que van y descansan
Revolotean en la cama
Son tus piernas
Con sus vellos inventados
Pantorrillas de sol y lunares espaciales
Son tus hombros de mar
Tu pecho sobre pecho materno
Es tu abdomen que narra
Grita, lee
Y algunas veces sonríe
Es tu sexo naciente
Temblor, carnaval y ternura
Es tu sombra con su luz
Escondite
Obsesión
Libertad y gracia
Es todo tu cuerpo
Las partes del ser
Las cosas del ser tú.
La orfandad
y se caen como plumas
que siempre sobran
los recién nacidos
en el vientre de la almohada
caen soltándose las manos
de un cielo pasado
sin nubes que intercepten
su próxima caída
pausados caen
y por decreto de la estática
se fijan desviando su esbeltez
en el borde de la ventana
/ blanco / humo /
sin perfil ni sombra
también caen
de la rejilla de unos dedos
largos y extranjeros
imperceptibles
a veces
a lo mucho
provocando un cosquilleo
/ sin / sonrisa /
caen o se desprenden
en caída alentada
por la ausencia
y llevados por el recuerdo
solos y a su extremo
caen irremediablemente
los finitos cabellos
en orfandad
desposados en una orilla
donde no todos llegarán
caen para nacer en el suelo
y brillan como un corazón
recién abierto
esperan a los que aún
no aprenden a caer
como ellos
y los expulsados
en un parto natural.
Julio de 2023
le escribo a mis manos cuando estas no puedan
escribir con firmeza y sin dolor
“ana” o “poesía”
simplemente
le escribo a mis manos inmóviles en el pensamiento
de la primera vocal
o de la sílaba 16 del alfabeto
que nombra también al padre, al pez, al pan
le escribo a mis ojos y a mis oídos
para que lean sin lágrimas
y escuchen atentos el viento interno del poema
la voz bajita y tímida
será de mi hermana menor
le escribo a mi olfato de perra adoptada
a la línea recta de la costura de mis labios
donde se asoma el recuerdo de la sal
le escribo a este tacto de identidad
que se enerva y tensa
como la es cri tu ra
cri a tu ra
que nace en la penúltima página
del libro de una poeta asesinada
le escribo al azul de la memoria
olor a pesca fresca y aguas heladas
en las puntas de los pies
le escribo a mis dos manos
porque una la toma de la mano a la otra
la reemplaza, la espera, le da de comer y beber
esta mano masturba a la mano con fragancia de eucalipto
la exfolia con el mar del mar
le escribo a estas manos para que sepan
de su importancia vital sobre el teclado
del papel que deja atrás lo blanco
le escribo a mis manos
que un día pasearán solas
guardadas en bolsillos llenos de arena.
Cotidiano
Está la casa
sin salida
el menaje de visita
y los cuerpos de metal
en la hora del recreo
la platería aún conserva la imagen
de cuando todos éramos otros
y ahí mientras me miro
descubro la sonrisa recién nacida
pero la muerte a veces exagera
su acto de partida
¿o de llegada?
Y qué dirías tú, Wislawa,
en Fin y principio:
“Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas”.
Quehacer infame e insuficiente
para entender
el sonido del agua lenta
que se escapa por la tubería
con huellas dactilares
sin ninguna identidad
Solo reconozco el descanso del sol
tras la ventana opaca
y la sinsonrisa familiar
después de la última cena
La herencia de materia descompuesta
será la luna nueva entre los dientes
para no anhelar las cicatrices
sobre la arena
El olor a corazón podrido
flota bocabajo en esta corriente lejana
que ya es una partícula
del océano
sin espíritu
Dejaré una mañana
los cubiertos sin lavar
sumergidos y relajados
como cuerpos cobrizos
en el ocaso del verano
Después de la comida
se dejarán asear dóciles
por unas manos valientes
(las mías solo intentan escribir
poemas o epitafios).
El mar
Si unes los puntos
Si trazas las rayas
Si marcas las equis
Si escondes las flechas
Si el camino es recto
Si el zigzag es camino
Si es solo un gran círculo
Si el centro es secreto
Si el mapa es la rosa
Si ves muchas formas
Si hay piel y espejos
Si el canto es de muerte
Si lloran y nacen
Si da miedo y paz
Si el marco está abierto
Si el cielo se moja
Si extraña la luna
Si la estrella es la hoja
Si hay miles de huellas
Si pintas la mano
Si el garabato es la lengua
Si escribes su nombre
Si inventas un juego
Si el juego es azul
Si todo es blanco
Y brilla.
Sí, es el mar.
Sobre la autora:
Ana Vera Palomino (Lima, 1981). Comunicadora, escritora, gestora cultural, tallerista y fotógrafa. Ha publicado el poemario Ausencias (2010), el fotopoemario Memoria imagen (Hanan Harawi, 2015) y el libro-álbum Poesía animal (Ámbar, 2022). Ha sido antologada y publicada en Perú, Chile, México, Argentina y España.
IG: @anaverapal
VI Premio de Periodismo “Editorial Hypermedia”
Por Hypermedia
Convocamos el VI Premio de Periodismo “Editorial Hypermedia” en las siguientes categorías y formatos:
Categorías: Reportaje, Análisis, Investigación y Entrevista.
Formatos: Texto escrito, Vídeo y Audio.
Plazo: Desde el 1 de febrero de 2024 y hasta el 30 de abril de 2024.