“Odette es una relatora del tiempo y, como tal, lo que cuenta incide en la vida de los demás, no como coincidencia; más bien como incisiva descripción”.

“Odette es una relatora del tiempo y, como tal, lo que cuenta incide en la vida de los demás, no como coincidencia; más bien como incisiva descripción”.
Un transgresor del espacio-tiempo de su país que lleva en sí el talento y la ruptura para darle vida y voz a la sexualidad desde todas las aristas posibles.
El impulso irrefrenable que actúa sobre José Manuel Egea, incitándole a rayar obsesivamente sus dibujos, anuncia o convoca al Lobo.
En el poderío de la desnudez no sólo existe esa sinceridad acogedora, sino también el hilo del deseo, la hebra recóndita de la que uno tiraría de forma distinta.
Susan Eckstein sabe que, en un terreno clientelista, donde su peregrinación política ha cumplido función, no enfrentará la más velada crítica, sino que será alabada y aplaudida.
En Nochebuena, las familias migrantes se reunieron en un refugio de Texas, compartiendo desgarradoras historias de huida y esperanzas de asilo en Estados Unidos.
La alianza militar, de facto, entre Rusia y China ya representa un cambio significativo en la dinámica del poder mundial.
En esta novela el espacio envuelve la historia y todo ocurre en ese espacio.
La caravana, compuesta principalmente por migrantes de Cuba, Haití y Honduras, es una respuesta directa a las acciones de las fuerzas de seguridad mexicanas en Tapachula.
A pesar de la circunstancia que estamos viviendo, me siento motivada y convencida de que los proyectos en los que actualmente trabajo pronto verán la luz. Creo que todo en la vida puede dejarnos una enseñanza, y la situación actual no será la excepción.
Aquel cyber-character era nada más y nada menos que el insospechable Lil Puñeta. El protagonista de la exposición El octavo círculo, el lord Voldemort de la nómina de Magela Garcés, el infamous Dalai Lama del deepfake cubano. No se trataba de otro disfuncional show virtual en tiempos de COVID-19.
Mi problema con la alteración, creo yo, deviene de mi problema con la temporalidad. En un nivel uno, comienzo a mezclar los eventos reales y los imaginados. En un nivel dos, comienzo a dar prioridad al tiempo imaginal. En un nivel tres, la temporalidad imaginal comienza a afectarme más que la real.
¿Volverá algún día todo a la normalidad? ¿Volveremos a socializar? Los hijos preguntan consternados. ¿Qué les depara el destino? ¿Tendrán que vivir enmascarados? ¿Cómo se enamorarán? ¿Cómo conquistar la vida si todo es a distancia?