Alejandro Armengol nació en Cuba y vivió en Estados Unidos desde 1983. Periodista y escritor. Se desempeñaba como director editorial de Cubaencuentro.
Alejandro Armengol nació en Cuba y vivió en Estados Unidos desde 1983. Periodista y escritor. Se desempeñaba como director editorial de Cubaencuentro.
Vi años en que tú no habías nacido. Pude haberme quedado solo en el mundo, pero tú naciste después.
No una Cuba imaginada o deseada, mucho menos una Cuba inagotable, pero sí una Cuba negada cínica y persistentemente.
Aunque sea improbable el antiguo sueño de una sociedad de seres individuales, libres y cultos, no es posible renunciar a tal sueño.
El interés de Trump por Marco Rubio es especialmente estratégico, teniendo en cuenta su atractivo demográfico y político.
“Nos une el hecho simple de convivir en una isla quimérica, desolada, donde reinan el agobio, el utopismo cínico, la violencia, la ocultación y la orfandad espiritual”.
“Nos hallamos frente a unas páginas de valor excepcional para quienes deseen respirar el turbio aire de esa época politizada, en que el oxígeno desaparecía rápidamente hasta dejar a una sociedad en la total asfixia”.
Con aproximadamente 7.000 migrantes detenidos en el año fiscal 2023, la cifra de cruces ilegales supera el total de los 12 años anteriores juntos.
“Me autodenomino como una artista transdisciplinaria, porque con lo que hago, intento que atraviese las fronteras de lo uno o lo otro. Hago converger el videoarte, la fotografía, las instalaciones, la escritura, el teatro y lo performativo, pero no hay una barrera”.
“¿No crees que el Ministerio del Interior construye mejor a sus ‘artistas’ que los galeristas o los espacios supuestamente destinados a cimentar una red comercial capaz, estimulante y rentable? Los agentes de la Seguridad del Estado son los mejores publicistas del arte cubano…”.
Aquella ilusión de que las libertades producen necesariamente objetividad en el pueblo, o por lo menos en la clase intelectual, ya no me anima a escribir para Hypermedia Magazine. A fuerza de leer noticias me siento confundido, mareado. Especialmente ese asunto de la izquierda y la derecha.
¿Quiénes queremos ser? ¿Cuáles son los parámetros éticos que nos guían? ¿Qué vamos a hacer con el poder que nos da la visibilidad en las redes sociales? ¿Cómo somos diferentes de aquello que criticamos? Nada de esto está claro hoy. Pasó antes en otras partes. Nos pasa ahora a nosotros, en un contexto globalizado, de fake news e influencers.
“A mí la Revolución me volvió loco. Aquello me pareció una película de acción: gente que bajó de la Sierra y eran como los cowboys pero vestidos de verde olivo, con collares de caracoles y armas largas en vez de revólveres. Para mí era indiscutible que venían a traer justicia a esta tierra”.