“Pájaros de las tardes del campo o la ciudad, / no importa, repetidos están en la memoria. / Alas ansiosas atraviesan mi pecho como navajas finas. / Desvanecido el día y sus deberes, yo comienzo”.
“Pájaros de las tardes del campo o la ciudad, / no importa, repetidos están en la memoria. / Alas ansiosas atraviesan mi pecho como navajas finas. / Desvanecido el día y sus deberes, yo comienzo”.
No sé exactamente cuándo dejé de envolverme en el pentagrama de luz azul mientras ella hablaba del cáncer, el hospital, la muerte.
Entre la obra de Laura Capote Mercadal, pública y presentada en catálogos y exposiciones, y la de Ann Floss, cuasi secreta, hay tantas divergencias como conexiones.
Ahí, donde reina un individualismo que pone en segundo lugar cualquier otro valor, el único aspecto donde pareciera reinar lo colectivo es en aquella área que debía ser precisamente la más individual e íntima: la vida sexual.
Rolling Stone: “La aclamada artista cubana de jazz nos habla de su brillante nuevo álbum, en el que combina la espiritualidad tradicional y los sonidos del pop”.
“Quieren que se haga en secreto, sin despedida. Quieren llevarme al borde de un cementerio, a una tumba fresca y decirme: aquí yace vuestro hijo”.
Estados Unidos y los países árabes intensifican las conversaciones para lograr un alto el fuego en Gaza y liberar a los rehenes.
En las fotografías de Izuky Pérez el reforzamiento del canon ocurre cuando nos percatamos que allí el cuerpo deviene paisaje y, al mismo tiempo, atmósfera.
Los símbolos patrios pertenecen a toda la ciudadanía, hacen parte del imaginario colectivo de la nación que, a su vez, se ha nutrido de la historia construida a lo largo de nuestro devenir.
A base de Decretos como el 373, el poder irá controlando la manera de narrar el país. Un terreno que habían ganado los realizadores independientes. Temas prohibidos: todo lo relacionado a la figura de Fidel Castro, las élites del poder en Cuba y, en el ámbito de la salud y la educación, los sobornos a maestros, médicos, enfermeras…
De las novelas de Faulkner emana un sistema poético, fruto de quien abandonó los versos por las construcciones verbales de un escritor que no parecía fatigarse. Toda su novelística es fruto de esa tentativa imposible: la representación de un microuniverso donde está contenido lo que somos, nuestras condición miserable.
Pido perdón por el apuro de estas líneas. La gente que quería a Sigfredo Ariel, me va a entender. La vida lo pone todo en una perspectiva rara, y ahora, leyendo este cuestionario, me parece que le mandé una superficialidad tremenda. Igual me parece interesante, sobre todo para los que lo conocían, compartir las preguntas. La entrevista que no pudo ser.
A propósito de su libro debut: En brazos de la mujer casada (Editorial Hypermedia, 2020), provocamos al cineasta Carlos Lechuga: “Me siento como un turista en este mundo, y me gusta, porque el cine me tenía agotado. Entiendo que muchos escritores no me vean como un escritor, a pesar de que les gusten algunos de mis textos”.