Queda entonces la Revolución, pero no como un movimiento reaccionario de retorno a una identidad perdida en África, sino como inmersión en los Orígenes.

Queda entonces la Revolución, pero no como un movimiento reaccionario de retorno a una identidad perdida en África, sino como inmersión en los Orígenes.
Al pueblo cubano se le juntó el hambre con las ganas de comer, y después de 62 años, 6 meses y 10 días de sufrimiento dijo “¡hasta aquí las clases!”.
No existe la alternativa para exhibir un cine de producción verdaderamente independiente dentro de la Isla.
Los migrantes que solicitan asilo en Estados Unidos se enfrentan a duras condiciones en campamentos no oficiales como los de Jacumba, en California.
Estados Unidos impone restricciones de visado a los operadores de vuelos chárter que trasladan inmigrantes a Nicaragua, procedentes principalmente de Haití, Cuba y África.
Israel y Hamás acuerdan una tregua de 4 días para el intercambio de rehenes y la entrada de ayuda en Gaza, devastada por la guerra.
La denuncia de la violación de los DD.HH. es fundamental deconstruir la narrativa que el Gobierno cubano ha usado para legitimarse ante los organismos internacionales.
Hamás se acerca a una tregua con Israel, con la mediación de Qatar, para liberar a 240 rehenes secuestrados durante el ataque del 7 de octubre.
La resistencia que se les ha exigido a los cubanos hasta el día de hoy no ha sido otra cosa que una lenta, tenaz autoinmolación, ante la insaciable piedra de sacrificio de la patria.
Al final la tipa me dijo: Orlando Luis, tú sabes muy bien que tu nombre tiene una prohibición de viajar.
Kipling dedicó un epitafio a su hijo muerto en la I Guerra Mundial: “Si alguien pregunta por qué hemos muerto, díganle que porque nuestros padres mintieron.” He ahí el gran asunto de la narrativa cubana que es el gran tema de Los caídos, de Carlos Manuel Álvarez.
Marqué el número de la Embajada de la tiranía cubana en la capital de los Estados Unidos. Me dio timbre, como de costumbre. Pero esta vez todo sería diferente.
Para leer hoy literatura cubana, habría que usar una estrategia baudelaireana, es decir, aprender a encontrar la belleza en medio de la mediocridad. Aunque pensándolo bien, no: lo que decía Baudelaire era otra cosa.