Lo más reciente

Tres poemas

Entonces Dios hizo el Desierto de Sonora:
una enorme máquina de matar.
Y vio que la máquina era buena.
Y colocó en el otro extremo un Jardín metálico, lleno de torres
y frutos luminiscentes de neón.

(El desierto de Sonora: una enorme máquina de matar)

El comediante que me atiende

Ante el “policía secreto de cabecera”, quienes sienten miedo real o virtual procuran auxilio en quienes lo caricaturizan.
Sería la manera de ignorar o exorcizar la omnipresencia del intruso parternaire.

Lo + leído