La compañía de gas y petróleo lucha por recuperarse de pérdidas récord tras la invasión a gran escala de Ucrania, que destruyó su modelo de negocio.

La compañía de gas y petróleo lucha por recuperarse de pérdidas récord tras la invasión a gran escala de Ucrania, que destruyó su modelo de negocio.
“Sigue siendo inconfundible el timbre único de Amaury Muro, el tono de cantautor que sirve de puente entre lo tradicional y lo contemporáneo”.
TIME: “El 20 de enero, todos estaremos viviendo en la América de Trump. Aquí tienes un vistazo de cómo podría ser”.
Otaola y otros que quieren ver la Isla arder están a 90 millas de distancia, mientras exhortan a los que estamos aquí a poner el muerto.
Cuando utilizo los diminutivos, siento lo frágil de aquellos días. La dosis de melancolía que acompaña mis momentos de plenitud.
El hallazgo de un campo de adiestramiento y exterminio en el estado de Jalisco revela el nivel de horror al que ha llegado la violencia narco en México.
Si la conquista territorial vuelve a ser una posibilidad abierta, el poder prevalecerá sobre el derecho.
Para el Kremlin, las revoluciones de colores representan el ejemplo por excelencia del soft power occidental empleado con fines geopolíticos.
Leí que Michael H. Miranda (Cuba, 1974) ha escrito un libro que son muchos libros. Obsesivo como es, tanto con la escritura como con la lectura, ha ensartado para una sola puntada el material no sobrante de unos dos años de lectura.
Los únicos instantes de humanidad del caudillo cubano ocurrían siempre con extranjeros. Fidel se sentía en casa cuando lo rodeaba la fascinación foránea. En más de un sentido, él mismo fue un extranjero, un imprevisto, un invasor.
León Félix Batista (República Dominicana, 1964). Ha publicado ‘El oscuro semejante’, ‘Negro eterno’, ‘Vicio’, ‘Burdel Nirvana’ (Premio Casa de Teatro), ‘Mosaico fluido’ (Premio Emilio Prud’Homme), ‘Pseudolibro’ (Premio Universidad Central del Este), ‘Un minuto de retraso mental’ (Premio Emilio Prud’Homme), ‘Música ósea’ y ‘Poema con fines de humo’ (Premio Salomé Ureña de Henríquez).
Sin embargo, la evaluación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo señala que Gaza necesitaría “aproximadamente 80 años para restaurar todas las viviendas totalmente destruidas”.
En algunas provincias llevan meses mezclando la vieja y confiable harina de trigo con extrañas recetas: de yuca, de boniato, de calabaza. Lo que genera sabores más bien exóticos. Y no precisamente en el buen sentido de la palabra.
Por primera vez en 25 años, San Diego ocupa el primer lugar del país en cruces fronterizos de migrantes, superando a Tucson.
Uno vive en Cuba y el contexto horroriza. O desalienta. O estremece. O deprime.
El Estado Islámico reivindica la autoría después de que hombres armados con uniforme de combate abrieran fuego y, al parecer, detonaran explosivos en el Ayuntamiento de Crocus.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, se resiste a los llamamientos mundiales en favor de un alto el fuego en Gaza, indicando que la ofensiva contra Hamás puede prolongarse.
Venezuela intensifica la disputa con Guyana, siguiendo las tácticas de Putin en Ucrania, con el claro propósito de buscar la anexión del Esequibo.
Fidel Castro le dijo al profesor Gustavo Kourí: “No sabes lo que estás hablando: el SIDA va a ser la epidemia de este siglo y va a diezmar poblaciones”.
La batalla marcada aquel 27 de noviembre del año más infame que hemos vivido, es la primera gesta auténtica de mi generación, y encontrará otra vez la fuerza allí donde la Revolución hace tiempo no fija su esencia: entre la mayoría fatigada y silenciosa que incuba un pensamiento impredecible.
Escribo para defender la arquitectura de autor, que no puede ser considerada ilegal por el gobierno cubano. Como tampoco puede considerar ilegal el cine de autor, las promociones de arte, las publicaciones y editoriales independientes, la prensa libre. Escribo, aunque el propio ejercicio de escribir este texto pueda ser considerado ilegal.
Para matar a Robin Hood. Escritos de cine 2005-2015 (Hypermedia, 2017), de Néstor Díaz de Villegas, es un libro bien conocido por algunos críticos cubanos, y que tal vez se encuentra en más bibliotecas personales por acá de las que sospechamos. Solo que sus dueños no lo revelan.
Una invitación a extender el espacio de la comunicación y la creación más allá de las cuatro paredes del estudio de artista.
Vicenta es una mujer que no levanta la voz. Habla pausada. Con cierto dolor. Un amigo que no sabe nada de Cuba y que ve quince minutos del montaje me dice: “Vicenta es esa voz que la gente con poder no quiere escuchar”.
Las producciones de Consalvos reclaman por volver al origen del artista, hacia esa isla que le vio nacer, a su patria compartida hasta el último pedazo de imagen recortada y pegada en sus ‘collages’.