Increíble. Las Leylands eran la civilización occidental hecha guagua rodante sobre el asfalto de La Habana.

Increíble. Las Leylands eran la civilización occidental hecha guagua rodante sobre el asfalto de La Habana.
Desde el momento de su muerte, como un desprendimiento total, categórico y nacional, una frase inundó el ambiente: “Yo soy Fidel”.
… es una ollita de presión: / el que entra duro se ablanda, / el que entra blandito se desbarata…
Los paralelismos históricos que ayudan a explicar el asalto de Elon Musk al gobierno federal.
Algunas de las voces que más que aplauden las dificultades de la NED son las de quienes desean ver fracasar la libertad. Eso debería decirnos todo lo que necesitamos saber.
Jamila Medina Ríos para el ensayo. Jamila M. Ríos en la poesía. J. Medina Ríos en tanto editora. Simplemente Jamila Medina cuando se emplea a fondo en la ficción.
El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos.
Los países no desaparecen con una explosión: agonizan en la desidia y se van apagando a medida que sus habitantes los abandonan.
La filosofía deviene un faro que ilumina el sendero de la ética y la reflexión crítica.
“Lo que verdaderamente define a Oswaldo y Alexei es su coraje, su inquebrantable compromiso con la justicia y la libertad. Son héroes no por cómo murieron, sino por cómo vivieron y por el legado de resistencia que nos dejan”.
Primero de diciembre del cincuentaitrés, martes, / la madrugada,/ mi madre en su batón humilde saluda la llegada / del invierno a la isla / y con su mano blanca se palpa el vientre ancho / como el mundo.
Un hombre de carácter difícil, grandísimo conocedor de música y especialmente de jazz, con textos ensayísticos de gran penetración y una gran cultura.
Más de un año después de su dimisión como ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami ha sido detenido acusado de corrupción.
39 millones de personas en todo el mundo conviven con este virus. Es una enfermedad que causa alrededor de 630.000 muertes al año.
La obra artística y la influencia de Luis Manuel Otero Alcántara podrán ser vistos una vez más en las calles de Miami Beach con la reactivación de su emblemática performance “Miss Bienal”. El activista y director de Yucabite, Norges Rodríguez estará a cargo de la performace.
La ministra rumana de Cultura, Raluca Turcan, dijo que el país tenía “el deber moral” y la “obligación” de concienciar a las generaciones futuras para que no se repitieran los errores del pasado.
Esta coalición incluye a Rusia, Corea del Norte (RPDC), Cuba, Irán, Siria y Venezuela, países bajo sanciones económicas y políticas, especialmente de Estados Unidos y la Unión Europea.
El presidente venezolano reaviva la disputa territorial, con el objetivo de anexionarse la región petrolera del Esequibo, en Guyana.
Aumentan las tensiones entre Venezuela y Guyana por una zona fronteriza, ante los recientes descubrimientos de gas y petróleo.
Ese ritmo lánguido que cuelga sobre el reloj colectivo de la mayoría de los pueblos cubanos, de la mayoría de los pueblos del planeta.
No recuerdo ahora mismo a ningún otro cineasta cubano al que deba añadírsele, en las notas enciclopédicas, tantos oficios y títulos. Junto a su incuestionable designación como director de cine, aparecen sus tareas en tanto guionista, escritor, profesor universitario, periodista, crítico, publicista, locutor y actor.
La revolución tecnológica se ha desencadenado desde dentro de la revolución cubana, y ha conducido a una lucha dinámica e impredecible sobre el significado, el impacto, el alcance y la dirección de ambas revoluciones. ¿Quién controlará la revolución digital cubana? ¿Quién se beneficiará con ella? ¿Quién se quedará atrás?
La administración cultural se ha apoderado del término cubano y lo ha allegado a otro término: Revolución. Como si lo cubano fuera algo que solo le pertenece a la Revolución. Otra tontería malsana. Lo cubano pertenece a la historia de la nación, no solo a la Revolución. La nación es inclusiva, expansiva, y lamentablemente la Revolución (o los administradores que la representan o dicen representarla) ha demostrado ser excluyente y centrípeta de una forma nociva.
En un contexto de extrema politización del arte y los artistas, ¿cómo aportar valor artístico al empobrecido contexto cultural sin tener que tomar parte de la oficialidad o la disidencia?
En este momento, cuando el arte latinoamericano rompe la barrera del millón de dólares, la obra de Arturo Cuenca (1955-2021) es lo que no se espera de América Latina: cero folclor, cero ‘fantastic’, cero atmósfera, cero otredad. Pero él es absolutamente latinoamericano, a lo Borges.
En estos días, cuando algunos tratan de asesinar la reputación de los artistas, y esa mala práctica intenta tocar a Carlos Celdrán, a Yuliet Cruz, a Abel González Melo, necesito regresar a las palabras de Antonio Vigo: “sembrar la memoria para que no cunda el olvido”.