El peligro real te abraza en las mañanas y pronto te apuñalará por la espalda.

El peligro real te abraza en las mañanas y pronto te apuñalará por la espalda.
Las actas electorales venezolanas “son, sin duda, el tiro de gracia a la izquierda latinoamericana y, por extensión, a las izquierdas internacionales que callen ante semejante canallada”.
¿Y si no pudieras fiarte de nada? ¿Y si no pudieras saber si todo es verdad o si se lo ha inventado una máquina?
El entramado de la prostitución trasciende al mero trabajador sexual para terminar involucrando a toda la sociedad.
Un halo de tristeza y esperanza para aquellos que se encuentran en la Isla y quienes han buscado un futuro allende los mares.
Sólo dos detalles han impedido que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel sea un invitado de honor en el Congreso estadounidense.
Deberíamos dejar a los basureros que nos gobiernen: peor que la actual dirigencia del país no lo van a hacer.
Esperar que a partir del 20 de enero las aguas vuelvan a su nivel y la retórica de perros ladrándose patio de por medio vuelva a ser lo corriente.
Me digas lo que me digas, baile contra quien baile, yo siempre voy a subir la apuesta y a trastocar la lógica del juego, maldita sea.
Heberto Padilla aprovechó su condición de chivo expiatorio para protagonizar una farsa que era, también, una llamada de auxilio ante los ojos de Occidente.
Agustín Acosta y Nicolás Guillén: ambos eran “de provincia”, estudiaron Derecho, presumieron de antiyanquis, cultivaron eso que se llamó “poesía social” y vertieron bilis sobre Lezama y Orígenes.
Miren esos ojos, compañeros, perdidos en la luz de la ventana o los raquetazos del Jefe. Destilan presencia y orgullo. Son biología hecha voluntad. Irradian ideas de un futuro con ínfulas de inmortalidad. Todo pulcro, todo positivo: fe, fuerza, fascismo.
La Procuraduría General de la República ha repartido propiedades de alta plusvalía turística a testaferros, allegados y familiares de la familia presidencial.
La Asamblea Nacional de Venezuela, liderada por el chavismo, elabora un calendario electoral sin la participación de la Plataforma de la Unidad Democrática, representada por María Corina Machado.
Un tribunal federal de apelaciones dictamina que Trump puede ser juzgado por sus acciones del 6 de enero, rechazando su alegación de inmunidad presidencial.
Los migrantes relatan amenazas, palizas, engaños y violencia mientras buscaban refugio durante su duro viaje de Tapachula a Estados Unidos.
¿O la concentración militar venezolana cerca de Guyana es solo una cortina de humo para su crisis interna?
Un ataque israelí contra un campo de Gaza causa 38 muertos; las conversaciones sobre el alto al fuego se estancan.
“Bohemian Rhapsody”, la icónica epopeya rock de Queen, rompió barreras en la música y la cultura. En su 45 aniversario, celebramos su legado.
La fiesta más hermosa del mundo, por la renovada alegría que provoca, los nobles sentimientos que suscita, el extraordinario relato que nos cuenta y la bellísima música que ha inspirado.
Aceptamos a los gays, pero no pueden manifestar públicamente sus deseos sexuales, no pueden besarse, no pueden singar, no pueden andar de la mano, no pueden vestirse así, no puede hablar asao… Los gays fuera del clóset que se metan en el clóset para besarse.
¿Cómo funciona la precariedad en el horizonte vital? ¿Qué significa existir con la precariedad como punto de partida? ¿Qué valor tiene la vida humana en nuestra sociedad? ¿Con cuánta imaginación o con qué mecánico automatismo se piensa la precariedad?
Una entrevista con César Reynel Aguilera a propósito de la publicación de su libro ‘El soviet caribeño. La otra historia de la revolución cubana’.
Dice Chocolate MC: “suelta la corona, que es mía.” Sin embargo, su reinado va a ser discutido por otros, que también se sienten dueños del título. Pero, ¿quiénes son esos reyes?
“Veo a mi generación como la de la resistencia, aquella que desde la más absoluta oscuridad del Periodo Especial, supo hacer florecer un arte nuevo, auténtico y vigoroso. Una generación que tuvo que tragar en seco y aceptar que es difícil, casi imposible, transformar nuestra realidad política y social desde el arte”.
“El artista no es un título, no es una página web, no es un portafolio, no es un currículo, no es una tarjeta de negocio, no son redes sociales, pero nos hemos convertido en eso. Nos hemos adherido a las palabras, a los conceptos, y sobre todo a las tendencias; ese oleaje que viene y va, y te deja tirado en cualquier orilla”.