No pudo ser mejor. Él era mi Humbert Humbert. Y yo, su Lolita. Treinta y tres años contra catorce.

No pudo ser mejor. Él era mi Humbert Humbert. Y yo, su Lolita. Treinta y tres años contra catorce.
José Alfonso Almora (Cuba, 1962) es periodista. Sus reportajes y entrevistas han marcado hitos en el periodismo cubanoamericano. Es reconocido por sus cara a cara con Hugo Chávez y Fidel Castro. Actualmente realiza el programa de opinión “A esta hora con Almora”. Reside entre Miami y Madrid.
Las maravillosas estatuas de otros tiempos han sido desfiguradas o retiradas… El imperio iba desmoronándose de modo inexorable y la ligazón cultural se disolvía.
Fragmento del libro ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo (Siruela, 2019).
No hay eventos a los que acudir: ni tertulias, ni festivales, ni espacios de opinión donde se pueda debatir qué se debería hacer con las estatuas, una vez que el sistema se desplome.
La atención a la migración cubana es una deuda de solidaridad que la región aún no ha saldado.
La pérdida de otra vida en la más absurda cotidianidad de una nación sin rumbo y sin destino.
Veo cada detalle, oigo lo que se dijo y se calló, toco en mi mente la mano temblorosa de mi padre que hasta aquel día no sabía que existía.
“Que me perdonen todos los que, de un modo u otro, me conocieron y no pudieron realizarse”.
Hay rumores de que se conserva allí dentro el cerebro de Fidel Castro, que está bajo tierra y que un elevador secreto desciende a través de varios metros de hormigón.
Castresana había recorrido todos los museos en el área soviética de los Cárpatos, y había viajado en tren desde Transilvania hasta Moscú, donde había comido por primera vez mermelada casera de frutas del bosque y había paseado por primera vez por un bosque de abedules.
Un día de finales de agosto, cuando ya llovía mucho y las tardes se volvían frías, Frank me estaba pasando el maletín lleno de carne cuando vi la figura de un hombre al final de la acera. Ya está, pensé. De cabeza para Cuba. No podríamos negar la acusación de robo porque tenía el maletín en la mano y el hombre debía haberlo visto todo.
Pavel Urquiza (Kiev, Ucrania, 1963) es compositor, arreglista, intérprete y productor musical. Vive exiliado en Miami.
Trump planea una drástica reforma migratoria para 2025, que incluye deportaciones masivas y grandes campos de detención.
Israel se ofrece a evacuar a los menores del hospital al-Shifa, de Gaza, en medio de la crisis de combustible y la escalada del conflicto.
Los “estadounidenses accidentales” presentan una demanda solicitando la devolución de su dinero tras renunciar a sus ciudadanías.
Los cargos incluyen agresión a agentes, entrada violenta en el Capitolio y otros delitos graves.
México sufre un auge de violencia del crimen organizado, con pueblos tomados y jóvenes desaparecidos. Un video viral subraya el horror digitalizado del país.
Tras la muerte de Yevgeny Prigozhin, el general Andrey Averyanov, acusado de ordenar asesinatos, supervisa ahora las operaciones de Wagner Mercenary en África.
No he conocido a una sola mujer que no haya sido violentada de una manera o de otra.
Yo, como escritor de literatura de ciencia ficción, que me paso la vida luchando porque los zombis ataquen en La Habana y no en New York, lo veo como una señal. Una señal de que está apareciendo un nuevo cine fantástico.
José Ángel Toirac es uno de los artistas cubanos que con mayor lucidez y agudeza ha escrutado, desde los años ochenta, la construcción monolítica y uniforme del discurso político en Cuba. Aunque su obra se refiera al caso cubano, su vigencia y trascendencia sobrepasan las fronteras, estableciendo un paralelismo entre lo local y lo global.
El fin del mundo, o el fin de la civilización, es una de las más grandes obsesiones masoquistas de una humanidad que no deja de coquetear con su destrucción irreversible. Las resonancias mitopoéticas y artísticas del apocalipsis juegan el rol placentero de una parafilia: la asfixia erótica.