Llevaba a la cintura una pistola y un cuchillo comando y en el resto del cuerpo las cicatrices de tres balazos.
Llevaba a la cintura una pistola y un cuchillo comando y en el resto del cuerpo las cicatrices de tres balazos.
“En Cuba sólo han existido dos José, José Martí y José Lezama Lima”.
“¡Esto es demasiado…! ¡No hay quien aguante tanta tortura!”, grita alguien. “¡Aquí en esta casa no se come hoy!”.
En 1959 Cuba no buscaba ni necesitaba ʻtrascenderʼ el sistema capitalista.
El ODC señala el doble estándar del discurso oficial cubano, que deja en entredicho la supuesta lucha por la justicia global.
Otaola y otros que quieren ver la Isla arder están a 90 millas de distancia, mientras exhortan a los que estamos aquí a poner el muerto.
Cuando utilizo los diminutivos, siento lo frágil de aquellos días. La dosis de melancolía que acompaña mis momentos de plenitud.
El hallazgo de un campo de adiestramiento y exterminio en el estado de Jalisco revela el nivel de horror al que ha llegado la violencia narco en México.
No es posible reducir la complejidad de la cultura rusa, su espiritualidad atormentada y contradictoria, a la actuación del poder político zarista, soviético o postsoviético.
Leonardo Padura no existe. Es una sombra proyectada sobre la pantalla de la conveniencia.
La Cúpula de Hierro israelí se erige como un escudo fundamental, interceptando miles de cohetes, lo que subraya su papel en la salvaguarda de ciudades y vidas.
Das Kapital Kunst (DKK) es el nombre del proyecto de investigación y creación artística del artista José Caerols (Yisa).
Israel refuerza su presencia militar en la frontera con Gaza, mientras que los ultimátums provocan una huida masiva de gazatíes al sur.
Con el fin de evitar su posible resurgimiento a partir de 2024, un juez federal prohíbe la política de separación de familias migrantes de la era Trump hasta 2031.
Escribo para defender la arquitectura de autor, que no puede ser considerada ilegal por el gobierno cubano. Como tampoco puede considerar ilegal el cine de autor, las promociones de arte, las publicaciones y editoriales independientes, la prensa libre. Escribo, aunque el propio ejercicio de escribir este texto pueda ser considerado ilegal.
Empecé a preocuparme. Puse un post en mi muro de Facebook. “¿Alguien sabe si le ha pasado algo a Carlos Urdanivia? Íbamos a rentarle unas armas para ‘Corazón azul’, pero no supimos más de él”.