La estrella cubana de flamenco Irene Rodríguez hace de Tampa su nuevo hogar, compartiendo su pasión y reconstruyendo su vida a través de la danza.
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La estrella cubana de flamenco Irene Rodríguez hace de Tampa su nuevo hogar, compartiendo su pasión y reconstruyendo su vida a través de la danza.
Los guardacostas estadounidenses repatrían a 143 inmigrantes en una semana: 89 a Haití y 54 a Cuba. Continúa la crisis en el Caribe.
Ningún texto se escurre entre mis dedos y ya no siento las contorsiones enmascaradas de la muerte. Estoy en la cima de algo, en la raíz de nada. Todavía estoy viva.
Ana Olema (Holguín, Cuba, 1986) es, artista visual, influencer y activista por los derechos humanos y la democracia de Cuba. Junto a Liu Santiesteban conduce ‘Juntas y Revueltas’, programa de YouTube que denuncia al régimen cubano y aboga por la libertad de los presos políticos.
Mi galería de horrores cinematográficos no conoce de épocas. Las películas del siglo pasado dialogan con las soñadas una centuria después.
Para los represores cubanos no es suficiente con que la gente trate al KKK y al Führer como si de brujas ninfómanas y hombres-lobos se tratara.
Matthew Perry, famoso por su emblemático papel de Chandler Bing en la comedia de NBC ‘Friends’, ha fallecido trágicamente a los 54 años.
Geandy Pavón (Las Tunas, Cuba, 1974) es artista visual, pintor y fotógrafo. Ha documentado el dolor del presidio político cubano. Vive exiliado en New Jersey.
los vecinos del barrio en que nací me siguen a donde vaya me recriminan piensan que tal vez no debí irme que no tenía derecho a querer volar más alto
Lo mismo que tú, yo he debido hacer de la crítica un estilo de vida, un modo de permanecer y de existir, un ejercicio de constante emancipación.
“El hecho de ser artista chilena, mujer, antifascista y transfeminista, que vive el proceso social y el cambio chileno desde el extranjero, en un contexto totalmente dispar al de su país de origen, donde sí existen derechos para los trabajadores y una seguridad social para los habitantes, me pone en crisis constantemente”.
Lo que descostra a Me fui a sembrar tomates donde los agrestes ofrecían semillas de ophrys fusca (2020), de Larry J. González, no es la poesía, sino la supervivencia. La supervivencia del poema en lo microscópico, no la supervivencia tosca a la que estamos condenados los nacidos en Los Palos, Puriales de Caujerí, Yaguajay, La Siguaraya…
Cuando estaban a punto de realizarse las elecciones en Estados Unidos, un amigo de Facebook escribió un post en el que se preguntaba cómo era posible ser maricón y trumpista a la vez. Sentí ganas de dejarle un comentario. Los argumentos me parecieron muy obvios, pero no comenté el post. Preferí darle vueltas a la idea en mi cabeza.
No recuerdo ahora mismo a ningún otro cineasta cubano al que deba añadírsele, en las notas enciclopédicas, tantos oficios y títulos. Junto a su incuestionable designación como director de cine, aparecen sus tareas en tanto guionista, escritor, profesor universitario, periodista, crítico, publicista, locutor y actor.
Tengo un amigo que cuando habla de una mala obra de teatro se lleva la mano a la frente y sentencia: fatalité.
Esta es la única expresión que me viene a la mente cuando camino por las exposiciones, oficiales o no, de la XIII Bienal de La Habana.