Cuando se fue a París, Abela era en Cuba un artista promisorio entre los nuevos, es decir, entre aquellos interesados en explorar un arte cubano moderno. Cuando regresó, venía respaldado por los triunfos que había conquistado allí como artista.
Cuando se fue a París, Abela era en Cuba un artista promisorio entre los nuevos, es decir, entre aquellos interesados en explorar un arte cubano moderno. Cuando regresó, venía respaldado por los triunfos que había conquistado allí como artista.
Israel intensifica su asalto a Hamás en Gaza, mientras se agrava la crisis humanitaria. Estados Unidos insiste en la importancia de la ayuda continua y la liberación de rehenes.
John Doe es más que un nombre para los no identificados. Este apelativo, que se remonta a la Carta Magna de 1215, cuenta con un legado jurídico de 800 años.
Conversamos con la Dra. Elaine Acosta, directora ejecutiva del Observatorio de Envejecimiento, Cuidados y Derechos; CUIDO60.
Quiénes inventaron Tlön? ¿Quién programó a Abulafia? ¿Para quién se escribió el Plan? ¿Cuántos fieles acudirán al Péndulo, si alguien los convocara ahora?
“Me sentí como si estuviera hablando con León Trotsky en los años previos a la Revolución rusa”.
Mis amores de los setenta / están cumpliendo sesenta. / Algunos apagaditos como florcitas sin agua / —la sal charchaleando en la herida— / quijotes unos buscando molinos / amargados por el exilio muchos / amañados otros con los sandinistas.
Adiós, Centurión. Mártir de la ajenidad. No dejaste ni quince minutos de fama en YouTube.
¿Cómo se presenta un libro del mejor escritor vivo de Cuba? Y esto no lo digo yo, porque ya lo ha dicho él. No es fácil, aunque el que lo presente, es decir yo, sea el mejor crítico vivo —o muerto— de Cuba.
¿Acaso se podrá escuchar la canción ‘Patria y Vida’ en algún espacio de la Bienal?
Me dan un papelito con dos números: 392/231, y me indican que tengo que aprendérmelos. Paso a un cuarto donde me toman una foto de frente y de lado. Típico procedimiento de prisión. Me dirigen a la celda 231, ahora soy un número: el 392.
Sentí que Pablo Milanés cantaba a una Cuba que solo existe en los anhelos de quien la quiere libre. Pablo cantaba en futuro; Camila lloró, y ya no dejó de hacerlo en ninguna canción.