Víctor Varela (La Habana, Cuba). Dramaturgo, ensayista, escritor y artista visual. Creador de Teatro Obstáculo y de su concepto actoral. Vive exiliado en New York.

Víctor Varela (La Habana, Cuba). Dramaturgo, ensayista, escritor y artista visual. Creador de Teatro Obstáculo y de su concepto actoral. Vive exiliado en New York.
Para quienes lo han intentado, las posibilidades de “diálogo” con las instituciones han estado ensombrecidas por episodios represivos.
Dos de estos cubanitos lucen como animales de ciudad. Ya han singado en burdeles urbanos y saben lo que es la gran vida de los neones.
La expedición Guanabá partió de La Habana hacia Guanahacabibes el 31 de agosto de 2023, con el objetivo de monitorear los nacimientos de tortugas verdes, en el extremo oeste del archipiélago cubano.
Conociendo el prestigioso caudal que caracteriza a este peculiar cementerio, no comprendía por qué ninguna guía de turismo recomendaba visitarlo ni nunca se hablaba de alguien famosx que estuviera o quisiera ser enterradx en él.
Sin candidatos capaces de disputarle la presidencia, Putin se prepara para un quinto mandato, lo que le garantizaría más de un cuarto de siglo al frente del Kremlin.
Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, pasó de agente de policía a jefe de una banda, y ahora es una pieza clave en el caos de Haití, uniendo bandas y desafiando al primer ministro.
Con mucha más razón debemos preocuparnos para que ninguno de nuestros gestos o actos beneficien, así sea indirectamente, a quienes insisten en controlar nuestras vidas, incluso a distancia.
Los días de San Valentín de hoy, no son los mismos de antes, en La Habana del asombro, en La Habana-regazo.
En la biblioteca de la UNEAC, detrás de una mesa, estaba su director: José Rodríguez Feo. El rostro medio sombrío, la mirada desafiante. Nos saludamos y me invitó a mirar los anaqueles. Allí no había nada de Jane Austen. Se lo dije y me observó de arriba a abajo, con perplejidad. “Lo que hizo pobremente Jane Austen lo perfeccionó Henry James con una gracia total: lea a James”, dictaminó sin levantarse.
Por el placer de ese viaje, el placer de leer, de vivir las vidas que un autor imaginó para otros, merece la pena perderse entre las páginas de ‘Ve a comprar cigarrillos y desaparece. Estamos ante un canto amoroso a la literatura, un hondo homenaje a las letras.
Además de su pulcro lenguaje, la novela está atravesada por una especie de maximalismo verbal. Sus personajes parecen encarnaciones de la polaridad, de la crispación de los tiempos.
Se cumplen cincuenta años de una puesta en escena con ovación unánime. El eufemismo ha reinado; el travestismo ha dominado el sentido de las palabras. Nos han obligado a callar durante mucho tiempo, porque nunca es el momento apropiado. Nos han inoculado la sospecha y la autocensura como principios vitales.
El feminismo ha convertido la masculinidad en una perversión, idea espuria que deseo refutar. La “masculinidad tóxica” prehistórica parece haber sido causada en retroactivo por el feminismo de tercera ola. ¿Por qué a las feministas les molesta que el hombre sea competitivo y dominante?