El legado de Ana Mendieta se enreda en la polémica mientras su familia lucha por controlar la narración sobre su vida y su arte tras su misteriosa muerte en 1985.

El legado de Ana Mendieta se enreda en la polémica mientras su familia lucha por controlar la narración sobre su vida y su arte tras su misteriosa muerte en 1985.
En Cuba eso es bastante normal. Un tipo puede trincarse los huevos durante una conversación sobre la inminencia de la lluvia o el precio de los tomates.
La Causa 1/89, el mayor juicio por narcotráfico en la historia cubana, desveló un entramado de corrupción y conspiración que sacudió al gobierno de Fidel Castro hasta sus cimientos.
El corredor de seguros José Uribe se declara culpable de sobornar al senador Bob Menéndez y acepta cooperar con la fiscalía.
Las legisladoras progresistas de Estados Unidos defienden su viaje a Cuba argumentando que es clave para la toma de decisiones políticas.
sueño en el lodo de la moral hasta caer en nuestro estiércol para bendecirnos / no ser nadie para ser el amo del universo / ni juego ni escritura ni religión ni ley en el desierto de nuestros corazones
Multitud de personas corearon “Putin es un asesino” y “No a la guerra” mientras marchaban, bajo una fuerte presencia policial, hacia el cementerio de Borisovsky.
Ofelia Acevedo, viuda del defensor de los derechos humanos cubano Oswaldo Payá, presentó una demanda contra el exdiplomático estadounidense autodeclarado culpable de espiar para la dictadura cubana.
Las tropas rusas sufren mortíferos ataques con HIMARS por tercera vez en una semana, dejando al descubierto fallos tácticos y lagunas de liderazgo en el conflicto de Ucrania.
Leo estas líneas a mi madre, cabizbaja en una silla de ruedas, y decreta en voz baja: “A quienes tuvieron que irse del país se les perdona cualquier cosa. No metas la cuchareta en lo que no has sufrido en carne propia”.
Muchos esperan que los artistas cubanos hagan arte político, que sepan bailar salsa y que tengan un aire caribeño alrededor de ellos. Se espera que las artes cubanas tengan un sello que diga “yo soy cubano”, casi como el cigarro o el ron. De todos estos clichés he tratado de distanciarme.
Estamos frente a una de las primeras obras narrativas que da cuenta de la destrucción espiritual a la cual hemos sido sometidos como pueblo y como individuos.
Con esta novela, Krispin va en un sentido opuesto (y no en contra) de muchas tendencias que pretenden la “crónica” del desastre o del desgaste, brindando un testimonio no poco manido de lo que de por sí, ya vemos en las noticias o en las redes.
Por el placer de ese viaje, el placer de leer, de vivir las vidas que un autor imaginó para otros, merece la pena perderse entre las páginas de ‘Ve a comprar cigarrillos y desaparece. Estamos ante un canto amoroso a la literatura, un hondo homenaje a las letras.