“Quieren que se haga en secreto, sin despedida. Quieren llevarme al borde de un cementerio, a una tumba fresca y decirme: aquí yace vuestro hijo”.

“Quieren que se haga en secreto, sin despedida. Quieren llevarme al borde de un cementerio, a una tumba fresca y decirme: aquí yace vuestro hijo”.
Las artes plásticas habían logrado fragmentar el discurso, lo cual constituía una intimidación al relato único que aseguraba las ataduras diseñadas por el poder para mantener su dominio.
Las jovencitas de Gabriela Chang que se arañan, extasiadas y confusas, tras tener un momento de sexo por primera vez.
Los símbolos patrios pertenecen a toda la ciudadanía, hacen parte del imaginario colectivo de la nación que, a su vez, se ha nutrido de la historia construida a lo largo de nuestro devenir.
Estados Unidos anunciará importantes sanciones contra Rusia por la muerte de Alexei Navalny y la guerra de Ucrania, dirigidas contra la base de defensa.
La estrella cubana de flamenco Irene Rodríguez hace de Tampa su nuevo hogar, compartiendo su pasión y reconstruyendo su vida a través de la danza.
“Los esforzados dueños-choferes de almendrones son sólo otra de las tantas categorías de héroes anónimos que mantienen, mal que bien y nadie sabe cómo, la Isla funcionando. O que, al menos, evitan que se hunda definitivamente”.
En su programa nocturno de televisión, el presidente venezolano Nicolás Maduro calificó a la ExxonMobil de “brazo imperial del petróleo”.
Armando Lucas Correa (Guantánamo, Cuba, 1959) Escritor, investigador, periodista y editor cubano. Su primera novela, “La niña alemana” vendió más de un millón de ejemplares. “El silencio en sus ojos” es su más reciente trabajo. Reside en Nueva York.
No se trata de caridad. Se trata de una alternativa económica para un oficio que, históricamente, ha sido mal remunerado. Veámoslo así: es como agradecerle a Héctor Antón por uno o varios textos, invitándolo a una cerveza. Abrir la cuenta de Héctor en Patreon es una tarea romántica, pero no imposible, y necesita del apoyo de todos.
“Tratar de dialogar tiene un precio en Cuba. No creo en ese diálogo, nunca te pondrán de igual a igual… Pero aun así siento la necesidad de seguir pidiendo el diálogo. Si tuviera que volver a sentarme frente al Ministerio de Cultura para que seamos escuchados, lo volvería a hacer”.
La población tiene un miedo tal que ni siquiera maneja la opción de una manifestación pacífica, en la que no solo intervengan artistas, intelectuales o periodistas independientes. Una marcha de brazos caídos a lo Gandhi, por ejemplo. No es suficiente la cuota elevada de estrés motivada por medidas impopulares.
Al dialogar con la obra de ficción del cineasta cubano Juan Carlos Tabío (1943-2021), se aprecian dos grandes motivos, casi verdaderas obsesiones creativas: Cuba y el cine. Constante estilística, y quizás algo empecinada, resulta también la comedia como expresión de choteo cubano.