‘¿Por qué el pueblo cubano (aún) apoya el castrismo?’ es un libro importante, que quiere desentrañar entre lo fatídico y lo consustancial del destino de una nación fallida.

‘¿Por qué el pueblo cubano (aún) apoya el castrismo?’ es un libro importante, que quiere desentrañar entre lo fatídico y lo consustancial del destino de una nación fallida.
Tenías esperanzas de que a Díaz-Canel no lo escogieran otra vez para estar al frente del país…
Desnuda, sublime, con su pelo tan rojo. La mujer de tus sueños, de tus sueños secretos, imposibles, onanistas. El sexo que nunca tuviste, que solo anhelaste.
La primera vez que mencioné a mi editora la idea de escribir un ‘thriller’ psicológico, se sorprendió. “¿Por qué de repente todos mis autores quieren escribir un thriller?”.
La protesta de Aaron Bushnell pone de relieve la historia de la autoinmolación como forma de disidencia política.
Estará Cuba en este texto, está siempre Cuba. Es cubano y/e (in)felizmente (contra)revolucionario el entorno, y extranjero y (contra)revolucionario el desglose.
La inmigración se perfila como el tema central de las elecciones estadounidenses de 2024, en medio de una alta polarización política.
Las bases de espionaje y el intercambio de inteligencia refuerzan la defensa de Kiev en el conflicto actual.
Flaco era un águila-búho eurasiática. En definitiva, una de aquellas lechuzas de nuestra infancia televisada. Su signo era Piscis.
El verdadero motivo de este análisis es reclamar el crédito de Las doce sillas (1962), de Tomás Gutiérrez Alea, como el largometraje de ficción producido por el ICAIC y dirigido por un realizador cubano con el primer desnudo masculino en la historia de la cinematografía nacional revolucionaria.
Cuatro mujeres de diferente apariencia, igualadas en 3×2 metros, ninguneadas y puestas a disposición de un entramado opresivo que no debe responder ante nadie, solo perdurar. Es complejo ordenar los diálogos; han pasado meses y recordar es tan doloroso un día como al siguiente.
Todavía hay quienes emplean los mismos trucos para hacerse pajas mentales. Cuando le conté esto a mi amigo, me reprochó que no hubiera “leche” en toda la historia. Quería detalles de mis relaciones y de mi vida privada. Ahora, varios años después, puedo reconocer sin tapujos la violencia que ejercí y la que ejercieron sobre mí.
La compilación de short stories clausurada por “Su última reverencia”, aparte de ser la más antigua del canon holmesiano, es la única en cuyo título no reza el nombre del héroe. Sospecho que el atribulado Conan Doyle ya no quería ni mentar a su criatura, lo cual será apenas el comienzo de un festival de extravagancias. Veamos.