Así termina el año

Poeta que vivió bajo la dinastía Jin, Tao Yuanming (372-427 d. de c.), también conocido como Tao Qian, Yuan Liang o “señor Wu Liu”, nació en una familia aristocrática caída en desgracia. Fue funcionario de bajo rango durante un par de años pero acabó por dimitir (negado “a hacer reverencias a los corruptos por el salario de cinco fanegas de arroz”). Desde entonces vivió en el campo, dedicado a la naturaleza, la poesía y el vino, que celebró en numerosos poemas. Sus contemporáneos también dejaron testimonios de esa “afición”; nos cuentan que usaba una bufanda para filtrarlo, que lo compraba a crédito y que, tras agotar toda su provisión del mes en una sola noche, solía desmayarse. El abandono de los cargos oficiales en favor de una vida rústica y la candidez que mostraba cuando estaba borracho le convirtieron en un modelo de ermitaño para muchos burócratas de su época, que a menudo escogían vivir en aislamiento si sus aspiraciones políticas se veían frustradas. Tierno y bonachón, Yuanming también aseguró que uno de los mayores placeres de la vida es bromear con los niños.

He escogido este poema suyo sobre el encierro, o mejor, sobre la acidia que provoca el encierro, cuando ya nada pueden el alcohol ni los libros, y nos quedamos a solas con nuestros remordimientos.

Para mi versión he consultado un puñado de traducciones al inglés, incluidas la detallada transliteración de Hugg Grigg y la del gran Arthur Waley en A Hundred and Seventy Chinese Poems (Alfred A. Knopf, NY, 1919, pág. 83). Pero fue mi amiga Xiaotong Xie (que aquí en España prefiere llamarse Sara) quien me explicó pacientemente los ideogramas y me convenció de que mi intento tenía alguna virtud.

Así termina el año

Así termina el año: un frío amargo.
Para tomar el sol, cierro mi abrigo.

No queda nada en el jardín del sur,
y en el del norte hay sólo ramas muertas.

Voltée todas las ánforas: ni gota.
Curioseé en los fogones: ni humo queda.

Ya es de noche, mil clásicos me esperan.
Pero no hay luz ni paz para leerlos.

Mi vida ociosa no es la de Confucio,
aunque igual cargo con duros reproches.

¿Cómo puedo aquietar mi corazón?
Hubo muchos virtuosos, hace tiempo.


El poema original (con cinco palabras por verso y seis líneas (rimadas, como casi toda la poesía china):

凄厉岁云暮 ,拥褐曝前轩。
南圃无遗秀 ,枯条盈北园。
倾壶绝馀沥 ,闚灶不见烟。
诗书塞座外 ,日昃不遑研。
闲居非陈厄 ,窃有愠见言。
何以慰吾怀 ,赖古多此贤。





Ola - Ernesto Hernández Busto

Ola