Miguel comenzó a hacer películas cuando tenía 17 años. Desde entonces carga con sus equipos. En teoría, no podría volver a hacerlo. Tendría problemas hasta para editar. Su cine extremo a los 40 años de edad le provocó una falla sistémica.
Arte
Bienal de La Habana: Rococó, guillotina y olvido
Desde el comienzo de este milenio, la Bienal es solo un nombre: se hace cada tres años o más, según dicten los títeres subordinados al Consejo de Estado y a sus manos “ocultas”, hoy visibles.
Malena Burke: La reina de las noches de Miami
“Los cubanos de Miami, toda esa primera generación de la emigración, iban a ver qué hacía la hija de Elena Burke, porque a ella era a la que conocían. Iban comentando, seguro que no va a ser tan buena como la madre”.
La revolución digital: Primer acercamiento
Por primera vez en el arte contemporáneo, un grupo amplio de artistas cubanos residentes en Cuba no dependen de un mercado turístico para comercializar su trabajo.
#FAQs: Cuál ha sido la dinámica de ‘Challenges del Arte Emergente’
“He apostado por una síntesis que —dándome chucho— llamo ‘estética de hipervínculo’ [risas], sin saber si existe algo por el estilo”.
El camino a ‘Vicenta B’ (VI): Indios y ‘cowboys’
En el camino, el bus cae en una duna de arena y no puede avanzar. Me siento atascado. ¿Será por estar haciendo una película de religión? ¿Se me habrá pegado la mala suerte?
Amalia Gaute: “Al teatro cubano actual le falta libertad”
“Quiero volver a tener contacto con el público, mirarlo a los ojos y entender qué necesita”.
#FAQs: Cómo surge ‘Challenges del Arte Emergente’
“‘Challenges…’ surgió como terapia ante tanta ira, depresión, impotencia… Un paquete de intensidades. Ha sido un ebbó contra el “miedo a marcarse” por ejercer el derecho a publicar en un medio que no responde a los intereses del Estado cubano”.
Armas de fuego
Empecé a preocuparme. Puse un post en mi muro de Facebook. “¿Alguien sabe si le ha pasado algo a Carlos Urdanivia? Íbamos a rentarle unas armas para ‘Corazón azul’, pero no supimos más de él”.
Tenemos que creer
En ‘Corazón azul’, no hay ilusiones: la bala puede alcanzarte en cualquier momento y salir de la nada, no necesariamente desde un uniforme, sino también desde el pensamiento de un vecino sentado en un banco.