La gradualidad solo tiene sentido si hay perspectivas transparentes de libertad y derechos. Los cubanos tenemos derecho a los derechos. ¿Por qué no los derechos? Ya es hora.
Sociedad
El perdón como gesto cívico
En días recientes, un grupo de presentadores de los medios oficialistas ha optado por la migración hacia aquel “Norte revuelto y brutal” que meses atrás señalaban como origen de todo mal.
Terror con pan de boniato
El proceso legal que “encontró” culpables a esos 128 ciudadanos fue una mascarada; ya habían sido juzgados y condenados públicamente por el presidente de Cuba.
Evgeny Dunaev: Transnistria es una corporación
“Creo que deberían establecerse estándares internacionales para casos donde el Gobierno no parece legítimo, captura el poder y solo explota a la población”.
Defendiendo Derechos en América Latina
‘Hypermedia Magazine’ ofrece un resumen de la conversación que tuvieron en Twitter Spaces Erika Guevara Rosas (directora para las Américas de Amnistía Internacional) y Tamara Taraciuk Broner (directora en funciones para las Américas de Human Rights Watch), donde esbozan los retos y oportunidades que implican la defensa de los Derechos Humanos en América Latina.
Ruralización de la ciudad o el paraíso de los emprendedores
Un día una vecina nos llamó para preguntarnos si aceptábamos que ella hiciera una venta de garaje en el frente del edificio “para vender sus cosas personales”.
La única opción del pueblo es la libertad
El núcleo de la doctrina del cambio-fraude consiste en negar los derechos al pueblo y sustituir los cambios hacia la democracia verdadera por la continuidad del totalitarismo.
El espacio del pueblo
Estos son los cambios vitales y urgentes que necesita el pueblo ahora, por justicia y para impedir que se siga consumando el cambio fraude.
¿Cómo y para qué se asesina en Cuba?
Sabíamos ya que la policía en Cuba puede matar con absoluta impunidad. Ahora está mucho más claro. No habrá ni investigación a fondo ni castigo.
Lyceum de La Habana y el Lawn Tennis Club, 93 años después
En la Cuba posterior a 1959, la existencia de una política cultural centrada por el Estado y el cierre de las sociedades privadas fueron silenciando poco a poco la activa labor sociocultural, feminista y de denuncia política que llevaba a cabo el Lyceum desde sus salones.