La sociedad cubana está plagada de seres extravagantes. Pero estos no viajan solos. He podido constatar la aparición de nuevos especímenes hasta ahora desconocidos por la biología, las ciencias sociales y la psicología política. Comparto con los lectores de Hypermedia Magazine mis resultados investigativos.
Sociedad
Trilogía del transporte urbano en Miami (I): Guagua
La guagua en Miami no es como la guagua que has cogido en Cuba. El transporte público de la ciudad, criticado hasta los huesos, deja feliz al cubano más exigente. Y más en tiempo de COVID-19. Es en la guagua donde empiezas a conocer de verdad la materia prima y el comportamiento de los ciudadanos “de a pie” en un país motorizado.
Maneras de empujar una carreta
¿De qué manera se ven a sí mismos los que han sido elegidos para ocupar cargos de Estado y Gobierno? ¿Cómo nos ven? ¿Cómo creen que son vistos? Algunos invitados a la Mesa Redonda parecen formar parte de un complot: conspiradores contra el pueblo a pesar de sí mismos, sin saberse parte de una estratagema mayor.
Yo, puta (ve a hacerte tu paja en otra parte)
Todavía hay quienes emplean los mismos trucos para hacerse pajas mentales. Cuando le conté esto a mi amigo, me reprochó que no hubiera “leche” en toda la historia. Quería detalles de mis relaciones y de mi vida privada. Ahora, varios años después, puedo reconocer sin tapujos la violencia que ejercí y la que ejercieron sobre mí.
“Es la autonomía, estúpido”
La autonomía, como capacidad de decidir las propias formas y normas que regularán mi acción, es algo más específico para el debate de fondo. Desde ahí, podrían revisar como gremio, colectivamente, las pautas y los compromisos derivados de participar en el Fondo de Fomento para el Cine de Cuba, como este está definido hoy.
Virgen de la Caridad, te ruego por Vito
Es la víspera de la Caridad del Cobre y anochezco con la noticia del cáncer de Vito. Ella sabe que no le tengo devoción, nunca se la he tenido. Y por eso lo hace, obligándome a que le suplique. Ella gana.
Benzodiacepinas en la lengua para olvidar el aborto
Tengo 26 años y cuatro abortos. La primera vez que oí a una muchacha decir que se había hecho cuatro abortos, me alarmé y pensé lo peor de ella. Yo no tenía entonces ni quince años. Ni número de seguridad social, ni una casa propia, ni otras propiedades a mi nombre. Tampoco los tengo ahora.
Soy, me pienso y hablo como homosexual negro
A los 15 años supe que, desde el punto de vista político, ser homosexual negro era considerado un pecado nefando. Comprendí que, como homosexual negro, estaba condenado a una doble soledad, y que si decidía vivir como tal en una sociedad tan homofóbica, era preciso negociar mi entrada al mundo del homosexual blanco.
La Habana necesita un hombre libre
Esta ciudad dice ansiar cambios, pero nunca los espera. Se asusta ante cualquier hecho violento que le remueva su zona de confort. Está preparada para actos rutinarios que definen el actuar diario de sus gentes: la voz alzada y la crítica banal y estéril. La libertad a medias es el panegírico que espera esta ciudad. Ni siquiera la esperanza.
Bioética y coronavirus
Nadie decide enfermarse de coronavirus, pero la decisión de a quiénes, cómo y cuándo se les ha de administrar los recursos indispensables para la subsistencia es, indudablemente, un acto ético y político de la mayor relevancia. Este acto se realiza desde criterios de selectividad y, por lo tanto, de exclusión sobre vidas que previamente han sido signadas por la violencia.