La insólita contribución que el barrio de la ficción puede hacer a la memoria colectiva de la Isla sin rebajarse a los clichés habituales.
Etiqueta: Abilio Estévez
De ‘Cómo conocí al sembrador de árboles’
Completamente desnudo, recostado a medias contra la pared, vuelto sobre sí mismo, abrazándose, como si tuviera frío.
El (des)engaño entre Lezama Lima y Edmundo Desnoes
En la finca de Baquero, Portocarrero le recomendó a Lezama que “se lanzara”: Desnoes tenía 20 y acababa de terminar el bachillerato; Lezama tenía 41 y ya gozaba de enorme prestigio.
Obituarios de José Lezama Lima
Tras la muerte de José Lezama Lima, mientras “hacía limpieza” en la casa, encontró su pasaporte y unas planillas de la embajada norteamericana a medio llenar.
Fugas de la memoria: emigración y dramaturgia cubana (1994-2005)
El fenómeno de la migración continúa permeando nuestras vidas, ahora por selvas, rutas y calvarios cada vez más extremos.
Hotel Singapur (fragmento)
‘Hotel Singapur’ resalta lo que ‘La falacia’ y ‘El último día del estornino’ parecían dejar bastante claro: de los escritores cubanos nacidos después de 1959, Gerardo Fernández Fe es ya uno de los imprescindibles. Abilio Estévez.
Roger Fariñas: “‘El enano en la botella’ ha sido una obsesión”
“Una botella que flota como una isla, un mensaje que necesita ser leído o escuchado y una mano poderosa que evita, maniobrando a su antojo, que este mensaje llegue a algún destinatario. La ecuación aquí está clara, ¿verdad?”.
Abilio Estévez: “El único compromiso debe ser con la honestidad”
“La Cuba contemporánea necesita muchas cosas: medicinas, comida, condiciones dignas, libertad para emprender y vivir una vida (aunque sea en su modo más elemental) que valga la pena y de la que cada cual sea responsable”.
Raza y nación: trayectorias visuales
Las propuestas visuales que aquí estaremos revisando podrían funcionar como uno de los archivos contingentes más originales, perspicaces, críticos y productivos de Cuba contemporánea.
De Cuba en peor (III y final)
Mi abuela entendía la libertad como mirar hacia el horizonte y que estuviera allí todas las mañanas. Mi padre inventariaba la libertad como la suma de todos los placeres prohibidos encontrados en un Placer Único. Mi idea de la libertad siempre fue menor: que la prisión abra sus puertas y te obligue a una esclavitud roñosa y despiadada: decir la verdad para los otros.