Los apagones son para el cubano de a pie

Meliá Hotels International prepara la apertura de un nuevo hotel autosuficiente en Cuba, que presume de funcionar íntegramente con energías renovables. El Hotel Meliá Trinidad Península, cuya puesta en marcha está prevista para el próximo mes de noviembre, supondrá una importante incorporación a la oferta de alojamiento de la ciudad de Trinidad.

El primer ministro cubano, Manuel Marrero, realizó una visita oficial al hotel en construcción a principios de esta semana, expresando su confianza en el progreso del proyecto. “El martes comprobamos el calendario de finalización del Hotel Meliá Trinidad Península. Este proyecto es la inversión más significativa en el sector turístico de la provincia de Sancti Spíritus, cuya terminación está prevista para noviembre”, dijo Marrero.

Situado en la zona turística de la Península de Ancón, el balneario más importante del centro de Cuba, el Hotel Meliá Trinidad Península pretende ofrecer a sus huéspedes una experiencia sostenible a la vez que lujosa. 

En la fase inicial, el hotel funcionará con 240 habitaciones mientras se completa la construcción del resto de la propiedad. A pesar de la envergadura del proyecto, el director general del hotel, Juan Pereira, ha confirmado que el edificio está diseñado para tener autonomía energética. El hotel cuenta con un millar y medio de paneles fotovoltaicos para la electricidad y un sistema de agua caliente alimentado por energía solar.

“Este hotel demuestra nuestro compromiso no sólo de potenciar el turismo en Cuba, sino también de impulsar prácticas sostenibles en la industria hotelera”, dijo Pereira. Subrayó que el uso de energías renovables forma parte integral de las operaciones y la visión del hotel.

La combinación de sostenibilidad, lujo y ubicación privilegiada del Hotel Meliá Trinidad Península lo posiciona como un actor clave en el panorama turístico de Cuba, superando los límites de las normas tradicionales de hospitalidad. 

Esta iniciativa de Meliá tiene como principal objetivo eludir la permanente crisis energética que vive Cuba, con una población e infraestructuras asediadas desde hace décadas por recurrentes fallas en el sistema de alimentación eléctrica.

La dualidad entre el anuncio de Meliá y la realidad del pueblo cubano es una contradicción que apunta a problemas más profundos en la gestión de la energía y la aplicación de políticas en el país, donde todo parece funcionar a favor de los intereses económicos de la cúpula que lo dirige.










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