La presencia de China en Nicaragua crece con proyectos militares, de infraestructuras y mercados, lo que introduce un cambio en la correlación de fuerzas en el área.

La presencia de China en Nicaragua crece con proyectos militares, de infraestructuras y mercados, lo que introduce un cambio en la correlación de fuerzas en el área.
Si a veces cuesta dialogar al interior de la familia, ¿por qué resolvemos tan fácilmente una guerra entre dos países, tan pronto como nos enteramos por las noticias?
Mis ojos se llenaron de lágrimas. Lloré con más fuerza, con desesperación y rabia: “Cálmate, todo terminó. Te puedes ir”.
Tiroteo mortal en el centro comercial Paddock, de Ocala, deja un muerto y un herido. El autor —un hombre enmascarado— huyó del lugar.
Los ataques israelíes matan a más de 90 palestinos; Biden mantiene conversaciones, pero evita presionar para un alto el fuego.
“Ernesto G. es el ‘flâneur’ que anota un registro vivencial. En el trasiego de los seres variopintos de una misma talla sociocultural, halla sus historias”.
La escalada de violencia entre Israel y Hamás se salda con más de 20 000 muertos, según cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad de Gaza.
EE.UU. deporta al teniente Pedro Naranjo a la Venezuela de Maduro, encendiendo la polémica sobre la postura de la administración ante los solicitantes de asilo.
La Universidad Carolina se convirtió en una escena de caos, cuando David Kozak empezó a disparar en los pasillos y las aulas, dejando tras de sí 14 muertos y 25 heridos.
El escritor y profesor Michael H. Miranda conversa sobre el trabajo de Hypermedia y los autores, que a su juicio, representan mejor el catálogo de la editorial.
“Hola, mi nombre es Cuquita, the Cuban Doll. Nací en La Habana y ahora vivo en Nueva York. Me identifico como mujer. Me encuentro rodeada de espinas. Además, menstrúo cada mes. Meditaré mi salida del capitalismo y el comunismo por 30 minutos. Únete si quieres. Por favor no me toques”.
Estas fotos, junto con otros textos etnográficos que Alejo Carpentier saca de los libros de Fernando Ortiz, Ramiro Guerra y otros autores cubanos, pasan por un proceso de adaptación para servir sus propósitos. Carpentier hace que la realidad se ajuste a sus deseos, que los textos que cita se ajusten a sus propósitos como escritor.
Gustavo Acosta dibuja y pinta el futuro que se hunde en el pasado, el derramamiento del sueño en la vida real, los recuerdos fraguados por la erosión del olvido. No tiende al espectador anhelante el cebo de una significación, de una demostración, sino una sugerencia para que su visión se abra, desborde su época y resuene su espacio mental.