Flaco era un águila-búho eurasiática. En definitiva, una de aquellas lechuzas de nuestra infancia televisada. Su signo era Piscis.

Flaco era un águila-búho eurasiática. En definitiva, una de aquellas lechuzas de nuestra infancia televisada. Su signo era Piscis.
‘Despingue’ es una entrega de la serie ‘Epizootia’, una columna de la artista Camila Ramírez Lobón en ‘Hypermedia Magazine’.
‘Detallista’ es una entrega de la serie ‘Cosa seria’, una columna de opinión del artista Omar Santana, en ‘Hypermedia Magazine’.
Biden anuncia más de 500 nuevas sanciones contra Rusia, dirigidas a su economía, industria de defensa y entidades de apoyo.
Ahí, donde reina un individualismo que pone en segundo lugar cualquier otro valor, el único aspecto donde pareciera reinar lo colectivo es en aquella área que debía ser precisamente la más individual e íntima: la vida sexual.
Rolling Stone: “La aclamada artista cubana de jazz nos habla de su brillante nuevo álbum, en el que combina la espiritualidad tradicional y los sonidos del pop”.
“Quieren que se haga en secreto, sin despedida. Quieren llevarme al borde de un cementerio, a una tumba fresca y decirme: aquí yace vuestro hijo”.
Estados Unidos y los países árabes intensifican las conversaciones para lograr un alto el fuego en Gaza y liberar a los rehenes.
En las fotografías de Izuky Pérez el reforzamiento del canon ocurre cuando nos percatamos que allí el cuerpo deviene paisaje y, al mismo tiempo, atmósfera.
¿Cómo podemos intimar y combatir lo impersonal, respetando la cultura alemana sin llegar a perder la nuestra? Es a partir de este cuestionamiento que Bárbara Lehnebach (Chile, 1984) realiza su serie fotográfica Residence, en la residencia estudiantil Paul Sudeck Haus en Hamburgo.
Ahora empiezan en Madrid nuevas restricciones y se discute la conveniencia de volver al confinamiento. Hay días en que uno quisiera atravesar el techo y salir volando. Mircea Eliade se ocupa de estos vuelos y recopila ejemplos de místicos chinos, indios y mongoles. Nunca antes había pensado en esa clase de viajes como ahora.
Lo siento mucho, no soy sorda ni ciega. He visto el manotazo y he escuchado los gritos en una guagua. Creo que es parte del servilismo no reconsiderar nuestros privilegios y ser incapaces de denunciar cuando es preciso. No duermo, no vivo, no amo, no soy feliz con este panorama represivo que se ha intensificado siniestramente.
La mejor forma de anular la violencia de un Ministerio de Cultura triste, enfermo, en agonía perenne, es poniendo amor en cada uno de sus puestos ministeriales. Cuando digo amor estoy hablando de besos, abrazos, caricias, mordidas, pellizquitos y succiones. Que el ministro sea noviecita del viceministro, que se quieran y se casen. ¡Que la saque, que la saque!