A golpes de semicírculo y cartabón, destruir había sido un placer matemático. Geometría de la represión, reflejada en las sonrisas sin espanto de nuestros padres.

A golpes de semicírculo y cartabón, destruir había sido un placer matemático. Geometría de la represión, reflejada en las sonrisas sin espanto de nuestros padres.
Me provocaba algo de sorpresa, también mucho morbo. Era una combinación que en ese momento juzgué perfecta: mitad hombre, mitad mujer.
Hypermedia Magazine reproduce de manera interactiva y comentada una partida de ajedrez que se conserva de Eduardo Heras León.
El anuncio, hecho público a través del registro del Ministerio del Interior, supone la primera vez que Rusia pone en su punto de mira a un dirigente extranjero.
Ataques aéreos israelíes sobre Rafah, Gaza, en el inicio de las conversaciones para un alto el fuego de 6 semanas. Se critica la escalada, pues deja sin escapatoria a más de un millón de refugiados.
Estados Unidos decomisa de un Boeing 747 vendido ilegalmente por Irán a una empresa venezolana, alegando violaciones de la ley de exportación.
Este dibujo de Pablo Rosendo es un himno de paz, de bondad. El artista nos dice que hasta los extremos que parecieran más irreconciliables pueden negociar bajo la égida del amor.
La migración en América Latina se revela como una táctica económica y política clave, con líderes explotando los flujos migratorios y el sostén de las economías a través de las remesas.
¿O la concentración militar venezolana cerca de Guyana es solo una cortina de humo para su crisis interna?
¿Cómo pretende la política cultura estatal definir los límites del arte que se produce en Cuba? La figura del Inspector Cultural significa volver a instaurar al policía de la cultura que flageló a Cuba durante décadas.
La representación de la mujer constituye una constante en el trabajo de Sandra Vásquez de la Horra (Viña del Mar, 1967). Pareciera ser representada a partir de la presión moral que se genera entre lo que podríamos llamar la mujer “honorable” y la “infame”: las mujeres aparecen como brujas, prostitutas, monjas, madres o diosas.
Una amiga me contó su diálogo con el chofer de una guagua. Él decía que había que cuidarse de los terroristas que rompían cristales de las tiendas; ella le preguntó su opinión sobre las tiendas en MLC. Cuando mi amiga se bajó en su parada, el chofer le gritó: “Si no te gusta, vete pa’ San Isidro”.
A una señora que participó en un acto de repudio, yo le pregunté: “Fulanita, mija, ¿y por qué tú te prestaste para eso?”. Ella me respondió: “Porque la placa de mi casa está en candela y no tengo forma de resolver. Aparte, nos dieron merienda y tú sabes que yo tengo un niño. A mí no me importa nada, porque yo no le importo a nadie”.