En los primeros 190 años de la Villa Blanca, en la antigua provincia de Las Villas.
Economía, Alimentación y… ¿permacultura?: Daños irreparables
Caibarién cuenta con 425 kilómetros cuadrados y una población que roza los 50 000 habitantes. Fundado en 1832, desde 1826 ya comerciaba con hatos y corrales. Alcanzó su cenit desarrollista durante las primeras tres décadas del XX como “dársena y factoría” en la antigua provincia de Las Villas.
Sin embargo, la industria local entera hoy se encuentra paralizada. A excepción de la pesca, a la que aún tributan unos 70 barquitos particulares, contratados con apuro, debido a la falta de combustibles y piezas en el ámbito estatal.
Dinella Carreras Valdés, directora de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Villa Mar, declaró una vez que su “entidad prioriza línea de conformados, sin descuidar renglones exportables de mariscos, así como pescado fresco para el mercado interno en divisas”.[1]
Según ella, aportaba “seis toneladas diarias de alimentos al pueblo, entre perros calientes, chorizo, croquetas y hamburguesa, además de masas y picadillos condimentados, todo a base de pescado y MDM (Masa —ignota— Deshuesada Mecánicamente)” en pleno esplendor fabril. Pero ya esa empresa no ofrece prácticamente nada de comer al pueblo.
En octubre de 2020, Manuel Marrero Cruz regresó a Caibarién, luego de haber liderado la 38º Feria del Turismo dos años antes —cuando fungía como ministro del ramo—, acompañado de Manuel Santiago Sobrino, homólogo de la Industria Alimentaria, para visitar “algunas inversiones que darán apoyo priorizado… al turismo”.
Incursionaron en la construcción de una planta para el tratamiento de residuales y una potabilizadora en la EPICAI, e intercambiaron pareceres con trabajadores de la procesadora Industrial XX Aniversario (Villamar) acerca de “la elaboración de subproductos y el procesamiento de pescados, langosta, cobos, cangrejo y jaiba que se orientan a otros destinos” —obviamente, los no populares. Porque, para el pueblo, siempre habrá sorpresas segundonas en la atribulada mesa, como croquetas, caldos de morralla y cualquier recreación “nutritiva” que sea que inventen.
Luego, como parte de la “Tarea Ordenamiento”, se ordenaron las carteras más inexcusables del actual mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez hacia Villa Clara, punto álgido del programa redentor.[2] Aterrizó entonces el “ministro de La Tripa” —por su empecinamiento en torno a los valores alimenticios de ciertas vísceras animales—, alabando la fabricación de esas amalgamas, pues “gozan de mucha aceptación ‘popular’ por ser baratas”. Poco después retornaría, acompañado por el nuevo titular de Turismo: Juan Carlos García Granda.
Así, aunque el Presidente nunca sale de la capital provincial, los dignatarios enviados a los intersticios del reino dirimen con las autoridades —y el pueblo— asuntos que allanen el camino hacia la anhelada estabilización político-alimentaria que, por su relevancia estratégica, “resultan puntuales para el desarrollo de sectores productivos” desmejorados todos durante la actual crisis, “los que pudieran llegar a volverse rentables”.
Mientras tanto, el Central Marcelo Salado —convertido en museo para el intermitente turismo—, la Operadora de Azúcar —consecuencia del cierre ordenado por Fidel con la costosísima “tarea Álvaro Reynoso”—, la Consignataria Mambisa —efecto dominó del campo socialista—, la pesca de la esponja —interés del CITMA en preservar parajes para la inmersión contemplativa—, la industria local de alimentos y un largo etcétera, añadidos los servicios comunales, dejaron de ser lo que eran por obra y (des)gracia conjunta de la administración gubernamental.
El gobierno iluso de este pueblo manosea, desde décadas atrás, un PowerPoint profusamente exhibido a cada visitante de inversiones delirantes que no han podido siquiera concretarse. Aquellas que comenzaron urgidas por el corretaje, ya colapsaron: el Liceo que albergaba al Museo de Historia —devenido fantasmagórico hostal—, el Merendero/Restaurante, la Tienda PhotoService, Reservaciones Havanatur, baños públicos, base para radioaficionados, etc.; cuyos daños socioculturales aún restan por evaluarse.[3] No obstante, “las estrategias del municipio para alcanzar su desarrollo” fueron oportunamente retuiteadas desde la abyecta central general.[4]
En esos días, un caibarienense indignado intentó acercarse a García Granda para contarle cómo el actual Primer Ministro jamás había explicado sus decisiones; algunas muy cuestionadas, como la usurpación del patrimonio local al mover propiedades materiales a otros municipios de su interés o el abandono masivo de los empleados de la hotelería ante la disyuntiva “de ganarse algo más que el salario y unas misérrimas utilidades”.
Sin embargo, policías disfrazados de civil le impidieron abordarlo abiertamente. No alcanzó siquiera a decirle que los primeros secretarios del PCC provincial y municipal fueron cómplices/alabarderos en la devastación del patrimonio del pueblo.
Última inversión extranjera
Hace unos meses, Granma publicó una nota sobre una dilatada industria en construcción, revisitada hasta el cansancio, que comandará, casualmente, el depuesto secretario del Partido en el municipio: Juan Alberto González Milián, junto a Peter Ivancik, por la contraparte checa.[5] Intuimos que Ivancik también es un sancionado en su país, en desleal competencia, por lo que podemos anticipar cuán productiva será la Confitera de Proxcor bajo tales mandos.
La firma es también objeto de inversiones del GAE (Grupo para la Administración Empresarial del MINFAR), como toda obra “importante”, en cualquier parte del islote usurpado[6] y los 140 empleados que laboren allí deberán pasar las pruebas de destreza e incondicionalidad ideológica que la empleadora Gaviota S.A. impone.
Esta empresa mixta cubano-eslovaca debió haber comenzado a producir en 2021. La anterior, con tecnología del CAME y más de cuarenta años de explotación, afrontó mortales complicaciones durante la pandemia. Pero esta sustituta sería “la más moderna del país, con altísimo nivel de automatización”.[7]
La línea de galletas produciría a plena capacidad 1,2 toneladas en un turno de ocho horas y 0,6 toneladas la de sorbetos. Tamaña inversión, de 40 millones, incluye, en una segunda etapa, plantas de caramelos blandos y duros, así como cereales de distintos tipos y sabores. Las confituras se comercializarían en el mercado nacional —sin aclarar en cuál moneda— y exportaría 10%. Eso, dicho en 2019.[8] Hoy, habría que ver.
Al final, muestra esta noticia, sin quererlo, el reacomodo que propicia el gobierno a la dirigencia inepta en puestos privilegiados a “confiables”, reservando espacios de enriquecimiento dentro de las neoMiPYMES a exagentes y oficiales del MININT, que se presentarán a la OFAC estadounidense —en cuanto puedan— como asociaciones civiles y “soberanas”, en otra puja-fiera del Estado desesperado por el billete enemigo.[9]
«Hace varios años comenzaron pruebas tecnológicas en la fábrica», aseguró hace tiempo aquel director administrativo.
El inversionista inicial —Pavol Kozik— “se escandalizó” al corroborar la incapacidad resarcible en la norma crediticia del BCC para con el convenio que acababa de firmar[10] y planteó dudas al respecto. Por supuesto, le aseguraron “que todo estaba previsto”. Hoy, se aparecen con otro gerente.
Al parecer, el MINAL ha olvidado que, en 1975 —como obra de choque de la ECOInd #5 para saludar al infame I Congreso del Partido—, se diseñó el Combinado Alimentico Caibarién, que incluía depósito de helados, molino de cereales, planta de levadura-torula, centro multifuncional para la elaboración de conformados, fábrica de sorbetos y caramelos —única en el país—, y la remodelación de la vetusta Fábrica de Hielo, que abastecía desde el siglo XIX al terruño y sus empresas —cuyos cimientos son ya puras ruinas.
Por otra parte, los continuos desplomes en el Parque La Libertad, lugar donde se perpetra “el grueso de las remodelaciones turísticas” para un hipotético flujo que nadie ha conseguido palpar, atestiguan tamaña aberración. Asimismo, se ignora la incidencia del deterioro infraestructural acaecido, cuyo clímax “organizativo” para la inversión se alcanzó con el colapso —y varias muertes evitables— del antiguo Hotel Comercio, joya de la corona colonial, por el cual jamás tuvo lugar un proceso jurídico para inculpar a los irresponsables.
Todas las edificaciones colindantes (Cine-Teatro, Galería de Arte, Academias deportivas, Canchas, Oficinas Comerciales, Viviendas y hasta la dirección del MINED) desaparecieron con la implosión ocurrida frente a las narices del pueblo.[11] De hecho, la MiPYME a cargo fue protegida por “el cuero”, según vox populi, pues a ellos tributaba.
Radio Caibarién, único medio “informativo” al servicio oficial, reportó minuciosamente el festivo recorrido del cortejo palaciego, pero no dejó trazas de lo ocurrido con el pueblo indignado en su portal digital.[12] Por tanto, de la “estelar” estancia de esos panzudos titulares sobrevive una escueta nota sin comentarios.[13]
Siguiendo con la hemorragia de falso optimismo, el diario Abuelita publicó pequeñas reseñas positivas de pueblos semiderruidos, los cuales han perdido con el tiempo su rumbo otrora alcanzado, atacados por fenómenos de diversa naturaleza que gradualmente les desvencijaron. Pero jamás, siquiera, un brief sobre secuelas políticas.
Y el único portal donde aún se reflejan las “preocupaciones de los pobladores del centro” es el diario provincial Vanguardia, aunque no da ni propone soluciones por mucho que, como su nombre indica, no ceda caracteres a la palabra “derrota”.[14]
Ni una mención sobre el cierre del Puerto y la Consignataria Mambisa, los Almacenes del Comercio y los Teneros, los centenarios centrales azucareros, la terminal exportadora de mieles finales, la pesca de esponjas, la antigua fábrica de bicicletas —fundada por el Che en 1964 y transformada en Conformadora de Carpinterías Metálicas para el turismo—, las fábricas de vinos y fideos, la Torcedora de Tabacos, los molinos de cereales y los servicios comunales. Por lo visto, todos, irrecuperables.
A propósito de la fábrica “guevariana”, aseguraron que su conversión satisfaría las “necesidades del cliente —¿pueblo?— y la función de la estructura, instalaciones educacionales como escuelas y círculos infantiles camagüeyanos, espirituanos, cienfuegueros, villaclareños, matanceros y avileños, así como también las viviendas que se construyan para los maestros”, según hizo público su administrador, Amaro Rivero.[15]
Esta fábrica —ahora ProAlum— es, además, la única empresa de Cuba que extrusa perfiles de aluminio para muchos fines —incluido el militar— y está suscrita directamente al Consejo de Estado, una fachada para las inversiones “otras” en la esfera productiva.[16] Así, el directivo explicó que “el plan de entrega de puertas y persianas incluye edificios multifamiliares y casas de trabajadores (del Turismo)”; pero el deficitario sector de la Vivienda poco o nada ha podido agradecerle.
“Contribuyendo preferencialmente con la recuperación de siete hoteles, la clínica internacional y las plazas La Estrella y Las Dunas de Cayo Santa María, afectados por el paso del huracán Irma, en servicios durante la etapa alta”, desde la industria del ocio se evaporan —cómodamente, en virtud del desprovisto— puertas y ventanas, balconeras y barandas, disponibles todas en el mercado soterrado. ¡Tan poco se dedicó a reparar las destrucciones locales!
No obstante tamaña proclama futurista de inminente decepción, “está contemplado en el plan garantizar el desarrollo perspectivo de las principales industrias del municipio, con énfasis en la Tenería, la Empresa Pesquera, las de la Agricultura” y “el incremento en la actividad de los servicios, a fin de asegurar el desarrollo del polo turístico y la elevación de la calidad de vida de los moradores”, reafirmó sin sonrojarse Osvaldo Fariñas Viera, director del INOTU (Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo en Villa Clara, antes IPF).
Asimismo, añadió que “su concreción dependerá de la manera en que sea manejado el plan por sus autoridades, el modo en que la población se involucre y, desde luego, de las condiciones objetivas del país”. De eso hace dos años, pero seguimos “en combate” y sin un tiro.
Agua limpia y el salado cuero
Otro tema que ocupa a los expertos, es el del agua, en lo que se ha avanzado «un poco más», según Osvaldo Oramas, un ingeniero industrial devenido jefe del grupo de especialistas marinos, quien informa de la construcción por fin de una planta desalinizadora, así como de otras acciones encaminadas a mejorar el sistema eléctrico y a incrementar la producción de energía renovable que va «viento en popa», por supuesto, solo en los cayos.
Porque: «… ni cuesta mucho ni es tan difícil hacer nuestro entorno urbanístico agradable [desterrando] de una vez la chapucería y la falta de estética arquitectónica y de armonía con el entorno […] cuando Cuba acoge cada año a millones de turistas que recorren nuestra isla para conocerla» — así dejó plasmado un embobado ciudadano en aquel sitio a propósito de «la reconstrucción del casco histórico del pueblo, encomienda del mismísimo Eusebio Leal en 2009».
La vetusta Tenería de Caibarién gozaba de prestigio entre los curtidores mundiales desde 1860, con tres fábricas pertenecientes a los consorcios Casabón & Tellechea SA. Mas, el 5 de marzo de 1968 la nave principal sufrió un incendio devastador, provocado por presuntos agentes de la CIA. El país involucionaba, indeteniblemente, bajo la pionera contraofensiva.
Décadas después, Ernesto Rojas González, jefe de Producción, se quejaba:
Aquí hemos pasado por todo, tuvimos momentos en que, a pesar del atraso tecnológico, llegamos a procesar unos 500 00 metros cuadrados al año. Luego, cuando se planteó la modernización a partir de nuevas máquinas, todos nos esperanzamos con que las cosas comenzarían a cambiar para bien de la industria y de los trabajadores.
[…]
Sin embargo, si bien creció la producción de pieles, que llegó a 800 000 y mejoraron las condiciones de vida y de trabajo de los obreros, también es cierto que en ese proceso inversionista hubo muchísimos problemas desde el inicio, por los cuales hemos pagado un alto precio.[17]
“Si le digo que aquí hay equipos que costaron miles y miles de dólares y nunca llegaron a trabajar, usted no lo va a creer”, y pone el ejemplo de la máquina de calzar y descalzar los rollos de cuchillas; un ingenio de tecnología italiana que, por diversas razones, no consiguió usarse.
A su explicación, se unió la de Noelis Bello García, especialista principal de Mantenimiento: “tampoco han funcionado como debía una máquina importada en 2013 encargada de ordenar la ejecución de la pintura a las pieles, que trabajó poco tiempo, pues presentó problemas con el sistema de control del economizador”.
En ese caso, falló la asesoría técnica del servicio de posventa, reflejo de lo mal que se preparó, contrató y ejecutó esa inversión. “Otros equipos tampoco funcionaron como debían, tal es el caso de la máquina de lijado […] que bota mucho polvo”. Hay que anotar que las condiciones de trabajo resultan difíciles para los obreros por la carencia anexa de medios de protección, lo cual está a la vista.
Miguel Sariol Espinosa, actual director de la Tenería de Caibarién, es un granmense traído por los pelos para tratar de poner orden y responsabilidad en una industria que exhibe hondas torceduras, incluidos varios procesos criminales que condenaron a decenas de años de privación de libertad a economistas y directivos “corruptos”, sin apenas demostrarlo, dada la impericia —o el poco rigor profesional— del instructor policial a cargo; quien, en medio del proceso investigativo, renunció. No se debe descartar que existiera mezcla de desvergüenza y amenaza.
La Patricio Lumumba recibe odres tratados desde todas las provincias del país, excepto de la Isla de la Juventud. Los trabajadores teneros, agostados, no cesan de bromear con las inventivas que proporciona “la salación del cuero”. “Después de tocar fondo, lo único que queda es subir, y eso es lo que estamos intentando en la Empresa”, dijo entusiasta Marcelo Mora Viciedo, especialista principal de Tecnología, quien casi alcanzaba cincuenta años en un sector al que ha visto florecer y “apagarse” varias veces.[18]
En la década de 1980, la industria llegó a procesar 3 900 000 metros cuadrados. Luego, hubo temporadas de muy poca producción, o casi ninguna, hasta irse recuperando los niveles de actividad, si bien distantes de aquellos récords históricos. Ya convertida en empresa, la entidad produjo 840 000 metros cuadrados de cuero en 2015, en plena arribazón del petróleo venezolano. Pero, debido a las limitaciones financieras del país, la industria, al decir de los especialistas, volvió a hundirse.
Y no parece reflotar. Porque aquellos números, como explica Emilio Mesa Cruz, director de Operaciones, se corresponden apenas con el procesamiento de 65% de las pieles “que se generan” anualmente en el país. “Por eso se prevé, en el corto y mediano plazos, un amplio proceso inversionista que permita aumentar las capacidades productivas y con ello procesar al 100%”.
¿Inversiones en Cuba? ¡Miren al SEN y cuenten hasta doce!
Durante 2012-2013, esta Tenería, la mayor del país y segunda de América Latina, llevó a cabo “una inversión que incluyó la instalación de 50 equipos con los cuales debían incrementarse las capacidades productivas y humanizarse las labores”. Nada de ello ocurrió. Al menos no todavía.
Según Marisol Marín Amores, directora técnica de la empresa, “hubo seis máquinas que no lograron ponerse en marcha, aunque ello no comprometió los niveles productivos previstos en los estudios de factibilidad”. No obstante, “después de varias gestiones infructuosas, ya este año se logró contratar con la empresa italiana una adecuada asesoría técnica, algo que falló al inicio, y ya se han dado pasos con dos de ellos”.
Además, “la empresa está en la fase preparatoria de una inversión que garantice la reconversión tecnológica de la Tenería Patricio Lumumba, una de las tres que componen la UEB de Caibarién. Este proyecto debe llevar a la unidad villaclareña, responsable del 85% de las producciones del país, al procesamiento de un millón de metros cuadrados de cuero”. Otra vez, cuentan con vacas vivas en cuartones de ensueño.
Pero la prioridad fundamental estriba en ejecutar la Planta de Tratamiento de Residuales. De igual modo, está en perspectiva la construcción de dos industrias de apoyo a partir del aprovechamiento de los residuos sólidos del proceso productivo que hoy se pierden por falta de tecnología.
Se trata de una fábrica de “conglomerado”, un insumo requerido para la producción del cartón y las suelas internas del calzado; más otra de cola de pegar. Las entidades de esta naturaleza que Cuba tiene no cubren las demandas actuales, sin contar su ubicación desventajosa respecto al polo productivo villaclareño: La Habana y Matanzas.
Pero antes de llegar a las tenerías, las pieles pasan, como mínimo, 30 días en los saladeros. Según los especialistas, la exigencia allí a la hora de recibirlas marca definitivamente su ruta productiva. Actualmente, el nivel de rechazo, debido a piquetes, huecos y arañazos profundos, oscila en 10% del acopio. Muchos, provocados con toda intención para conseguir la baja del sistema.
Estas cifras implican la pérdida de más de 30 000 pieles al año, que viajan al mercado negro. Si la exportación de mil pieles saladas equivale hoy a 3 400 dólares, aproximadamente, ¿cuánto se está perdiendo? ¿Quedan en Cuba por fin vacas por sacrificar?
La fábrica emplea 54 productos químicos en su proceso productivo; solo seis son de factura nacional. O sea, en la importación de insumos, piezas y accesorios se invierten unos 3,8 millones de dólares. La industria química cubana provee, malamente, pigmentos y desengrasantes a través de las ruinosas empresas Vitral y Suchel, del mismo Grupo Empresarial Gempil; así como Azcuba, con el suministro de la cera cruda. Pero estos no son los productos que más peso tienen en las importaciones.
Los declives cíclicos de la industria trajeron consigo la acumulación de pieles de años anteriores; asunto que, aunque pudiera parecer contradictorio, tuvo “su arista positiva”. Con esos niveles de inventario, la industria comenzó a exportar pieles saladas, que se cotizan muy por debajo del precio del cuero procesado o terminado.
Desde el año pasado, señala Emilio Mesa, “con la aprobación de un esquema cerrado de exportación para la empresa, se le ha podido incorporar a la industria el 97% del valor de las ventas en el mercado internacional. Ya en 2018 se alcanzó un millón de dólares por la exportación de pieles saladas”.
¿Quiere esto decir que habrá futuro? Porque, dicho esto, se deduce que se sacrificaron en Cuba muchísimas más reses con cuyas carnes se pudo alimentar a millones de personas y no solo a millares de turistas y otros tanto mandantes enguayaberados a punto de partírseles las abotonaduras.
No obstante, el desafío está en sumarles un valor agregado al exportarlas. La matemática, siempre exacta, no permite equivocaciones. Mil pieles saladas convertidas en cuero curtido al cromo (wet blue) equivalen a 9 000 dólares; llevadas a cuero terminado, adquieren un valor de 33 000. Saquen ustedes cuenta, llevándolas a unidades y no a millares, con lo que el grandiosismo oficial pretende impresionarnos.[19] Lo cierto es que Caibarién ha visto muy poco de tales ganancias.
La Planta abducida
El proceso de curtiembre y los residuales de pelambre elevan la carga contaminante ambiental por alta DQO (Demanda Química de Oxígeno) y de compuestos orgánicos e inorgánicos. Violando las 3 normas cubanas vigentes para el vertimiento, los impactos ambientales se manifiestan de la siguiente manera:
- Los altos niveles de demanda bioquímica de oxígeno coadyuvan al desarrollo de condiciones sépticas, causando la muerte de la biota acuática.
- Las grasas y aceites vertidos causan problemas en el funcionamiento de las redes de alcantarillado y plantas de tratamiento porque flotan en la superficie de las aguas receptoras e interfieren con la aireación natural, son tóxicas a ciertas especies del manto freático, crean peligro de fuego cuando están en suficiente concentración, destruyen la vegetación a lo largo de las orillas de los cuerpos receptores y reducen los usos recreativos.
- La acidez del agua, medida como pH, afecta el balance químico y ecológico de los cuerpos receptores y es un factor limitante.
- El exceso de nutrientes puede causar eutrofización en las aguas potables.
- Altas concentraciones de nitratos son tóxicas para todos y malignas para niños menores de 6 meses.
- Las descargas de residuales líquidos provenientes de asentamientos humanos e instalaciones pecuarias transportan variedad de organismos patógenos como bacterias, virus, helmintos y protozoos, que son causa de enfermedades y muerte.
- Los efluentes con altas concentraciones de sólidos disueltos crean problemas de incrustación y corrosión en los sistemas de conducción y causan afectaciones si se descargan al alcantarillado público o se reutilizan.
- Los sólidos suspendidos limitan la penetración de la luz y la vida del reservorio, dañan el hábitat de los bentos al generar condiciones anaerobias en el fondo de los lagos, ríos y mares y afectan el fitoplancton y los peces.
- Los compuestos orgánicos volátiles liberados a la atmósfera pueden implicar riesgos para la salud pública, conducen a la formación de oxidantes fotoquímicas y dañan la salud de los trabajadores de los sistemas de alcantarillado y de las plantas de tratamiento.
- El impacto de los residuales que contienen metales pesados y sustancias químicas orgánicas, es particularmente severo, debido a la persistencia de bajas concentraciones que infiltran a la cadena alimentaria.
Según un biólogo del Grupo Empresarial de la Industria Ligera, “la ausencia hoy del cromo para curtir nos tiene paralizada la fábrica más grande del país”. La excusa es que “esperamos por que aparezca un químico más ecológico”.
Sin embargo, lo cierto es que tan imprescindible inversión procesal acaba de ser parada por orden del Ministerio de Economía, luego de autofinanciarse proyectos autónomos de la EMPROI y el primer movimiento de tierra con una constructora de obras industriales. Un gasto irrecuperable, según los técnicos del área.
Coda sin comida
Por último, el tema alimentario ha vuelto con fuerza a las páginas de los diarios. En un país con un clima tropical envidiable y unos suelos —salinizados algunos— aún entre los más fértiles del Caribe, el régimen no ha podido garantizar una amplia oferta de viandas, hortalizas y granos al alcance de los bolsillos.
Sabemos —y ellos lo saben muchísimo mejor— las causas y los remedios, que nada tienen que ver con el norteño Congreso enemigo. Porque, más allá de lo sabido, que el trabajo agrícola debe ser privado y que es el campesino y solo él quien debe determinar qué sembrar, cuándo y cómo comercializar su cosecha —extensible a la ganadería—, el problema de la incapacidad socialista para producir suficientes y variados alimentos está en que la mentira, la estafa y el raterismo campean a todos los niveles.
El longevo problema de la incapacidad comunista para alimentar a la población no parte de una base económica deficitaria. Podrían mañana tenerse todos los recursos —buenas semillas, fertilizantes, regadíos—, como en la era soviética, que jamás funcionará. Poco a poco, como en un barril sin fondo, esos recursos irían despareciendo sin arte y sin magia.
A lo largo de seis décadas, dirigentes y —algunos— campesinos oportunistas han ido aceptando esas reglas macabras, donde mentir es una escalera ascendente que comienza en el surco y termina en los escritorios del director de empresa y del camarada ministro, inefablemente con Acopio intermediante. ¿Qué sentido tiene la estafa para todos?
En el caso del campesino, la mentira proporciona ciertos beneficios personales, como vender “por la izquierda” parte de la cosecha contratada. Su culpa no puede ir más allá de la naturaleza humana: progresar económicamente, él y su familia.
La falsedad del dirigente, desde el jefe de lote hacia arriba, da privilegios en proporción al cargo: el jefe de lote roba petróleo de la bomba del regadío; el director municipal usa el automóvil de la empresa a su gusto; el jefe de Acopio, además del automóvil, “forrajea” por nuestros campos y ciudades; los Viceministros y el Ministro están en todas partes y hacia todas partes van —desde el surco supervisado al Palacio de la Convenciones, y hasta Madrid— , porque en todas ellas, algo siempre “se pega”.
En pleno Período Especial hubo una corrida explicable de “ahumamientos múltiples” en Caibarién y el resto del país, que incluyó pescados y gatos extraviados. Por suerte, no campeaba aún el invento asiático importado de las clarias, en los salchichones improvisados.
Todo el mundo tenía un horno —a manera de BBQ— en el patio de su casa o en los balcones de los edificios. Los alimentos corrían con su exagerada carga tóxica del hornillo al plato, rezumando lo fatal del gustazo ocasional. Era difícil hallar la proteína exacta, más no la sal carcinógena. Puede que, de aquella etapa de cuasi inanición, subsista el apetito por lo horneable. Y se nos dispare, a paso de recuento, la presión.
Hace apenas unas semanas aparecieron unas bolsas con cabezas de perros y gatos en las cunetas de la circunvalación, cerca del antiguo vertedero municipal. Por la rotura de alguna al caer, se presupone que les hayan tirado desde un artefacto en marcha, en la misma ruta de las guaguas con turistas camino al pulcro gueto de los cayos.
Los vecinos las descubrieron después, cuando comenzaron a descomponerse y apestar. Si ciertamente esos sacos contenían las testas vilmente segadas de innúmeros animalitos, ¿qué hicieron entonces con los cuerpos? ¡¿Brujería?! Es un misterio tan cruel como la ausencia de las reses evaporadas en nuestros magros menús.
La gente ingenua cree que policías e inspectores deberían ponerse a trabajar en conjunto para esclarecer lo que se pueda de los compuestos nutricionales que ingerimos, amén de sus orígenes/destinos. Se sabría al menos de dónde proviene y hacia dónde va lo malsano que acecha y emponzoña nuestras vidas pueblerinas.
Asimismo, la agricultura padece las mismas deficiencias que todos los sectores, agravada por la ausencia de estabilidad. Los cosecheros y revendedores hacen dineros a costa del inconsciente público.
A todo ello se suma que las viandas, hortalizas y frutas están siendo tratadas con un madurador artificial pro canceroso: Flordimex; mientras las escasas y carísimas carnes envenenadas, con dosis ingentes de sales nitrogenadas.
Me dicen —no sé si mienten, “naturalmente”— los representantes agrícolas del territorio que un litro del producto —fitorregulador con propiedades asistémicas, esparcido sin norma ni control para conseguir matices falsos de la noche a la mañana en las frutas— cuesta cerca de 5 000 CUP. No me explican si es de contrabando, pues está en los dispensarios regulados del país, desde la era de los prohibidos —por la OMS— pesticidas y fungicidas israelitas.
No se entiende tan maligna proliferación en otras manos. Antaño se aplicaba el carburo también para espantar los bichos del frijol almacenado; ambos proscritos en fecha por los sabios como sumamente peligrosos por su permanencia en las moléculas grasas del tejido subcutáneo humano durante veinte años.
Se revelan, además, en los niveles alarmantes de colinesterasa en los fumigadores. ¿Han olvidado estos espontáneos “campesinos” las bondades de utilizar mejor las hojas del eterno árbol “bienvestido” como ofrenda sana de la madre natura para conseguir idénticos resultados? La diferencia es su urgencia por vender.
Idéntico trastorno para la inmunidad de digestores aguarda en las carnes preparadas por artesanos que “embalsaman” a la carrera. Las sales del tratamiento —altamente contraindicadas y elevadas en informe atemporal por la OMS al mismo nivel casi del terrible DDT— se encuentran a la mano de guisanderos fervientes, aunque a precios millonarios. “El Estado también vende” embalados cárnicos “incuestionables”, aducen en autodefensa. Hasta los envases, con rótulos oficiales, parecen hurtados.
No conocen de algo tan añejo como las mesuras lógicas para preservar la salud. De los años que se precisa para dejar reposar un alimento tan complejo como esos, o apreciables también en la mixtura en los ausentes quesos —de cuajos inciertos— en la actual sequía.
Nada les importa, ignorantes, al punto de atracarse en público con sus malsanas vendimias para probarles a todos “su inocuidad”. Los rectos inspectores pasan; pero a recoger su jabita. Mientras, se abanican el rostro —tras largo penar— con el talonario de multas.
La feria comercial no se detiene.
Y la fiera tampoco.
Notas:
[1] http://www.acn.cu/economia/70998-fomenta-industria-pesquera-villaclarena-soberania-alimentaria.
[2] http://www.cubadebate.cu/noticias/2020/10/22/inicia-este-jueves-visita-de-gobierno-a-villa-clara/.
[3] http://www.acn.cu/economia/33565-expondran-atractivos-de-villa-clara-en-feria-turistica-cubana-fotos-y-video.
[4] http://www.acn.cu/economia/79866-convoca-ministro-de-economia-a-potenciar-el-desarrollo-local-en-caibarien.
[5] https://www.granma.cu/cuba/2022-07-04/como-marcha-la-inversion-en-la-nueva-fabrica-de-confituras-de-caibarien-04-07-2022-21-07-29.
[6] http://www.coralsa.cu/es/actualidades.
[7] https://www.juventudrebelde.cu/cuba/2022-04-08/en-pruebas-tecnologicas-confiteria-de-caibarien.
[8] https://www.radiocaibarien.icrt.cu/2022/03/31/confiteria/.
[9] https://www.granma.cu/cuba/2022-04-11/como-un-municipio-puede-ser-autosustentable-en-cuba-11-04-2022-21-04-52?fbclid=IwAR1F-MfgsdwGAgEU16XCCAbiztEjVE-d1Nk8-dqoedPG8OtQQmUW6u_tXMI.
[10] https://www.trabajadores.cu/20190628/inauguran-nueva-empresa-mixta-para-el-sector-alimentario/.
[11] https://www.granma.cu/cuba/2017-07-11/dos-fallecidos-y-ocho-lesionados-en-derrumbe-en-el-hotel-comercio-de-caibarien-fotos.
[12] https://www.cibercuba.com/noticias/2020-10-28-u207801-e199482-s27061-primer-ministro-cuba-vive-su-crisis-octubre-caibarien.
[13] https://www.radiocaibarien.icrt.cu/tag/primer-ministro/.
[14] www.vanguardia.cu/villa-clara/18480-inician-conclusiones-de-la-visita-gubernamental-a-villa-clara.
[15]http://www.acn.cu/medio-ambiente/30508-carpinteria-metalica-beneficia-centros-de-la-salud-y-educacion.
[16] https://www.sime.cu/es/empresa-de-producciones-de-aluminio-proalum.
[17] https://www.granma.cu/cuba/2019-05-22/teneria-de-caibarien-una-inversion-fallida-22-05-2019-21-05-34.
[18] https://www.granma.cu/cuba/2019-06-07/el-rescate-obligado-de-las-tenerias-07-06-2019-17-06-35.
[19] https://1library.co/document/z3dovw7y-propuesta-tecnologica-curtido-pieles-teneria-patricio-lumumba-caibarien.html.
De Brigitte Bardot para Power Ranger Rojo
“Un poema limpio y aseado será siempre un poema hermoso. ¿Cuánto escondemos detrás de las palabras?Quiero romper ese vínculo dictatorial entre el orden de estas líneas y tus ojos”.