“Sería tan fácil como cruzarse de brazos: huelga general. Así fue como cayó Machado. Y ya Díaz-Canel dejó chiquito a Machado. Y a Batista. Parece empeñado en lograr lo que no pudo Weyler”.
“Sería tan fácil como cruzarse de brazos: huelga general. Así fue como cayó Machado. Y ya Díaz-Canel dejó chiquito a Machado. Y a Batista. Parece empeñado en lograr lo que no pudo Weyler”.
De cuando las dedicatorias a los amigos aparecían en plena patria republicana, casi sin proponérselo, como si la concordia entre cubanos fuera lo más natural.
‘Encariñao’ es una entrega de la serie ‘Cosa seria’, una columna de opinión del artista Omar Santana, en ‘Hypermedia Magazine’.
El Estado Islámico reivindica la autoría después de que hombres armados con uniforme de combate abrieran fuego y, al parecer, detonaran explosivos en el Ayuntamiento de Crocus.
La negligencia fiscal y las erráticas políticas empresariales pueden hacer descarrilar el sueño de un Singapur en El Salvador, sostiene Bloomberg.
Aunque sea improbable el antiguo sueño de una sociedad de seres individuales, libres y cultos, no es posible renunciar a tal sueño.
El interés de Trump por Marco Rubio es especialmente estratégico, teniendo en cuenta su atractivo demográfico y político.
“Nos une el hecho simple de convivir en una isla quimérica, desolada, donde reinan el agobio, el utopismo cínico, la violencia, la ocultación y la orfandad espiritual”.
“Nos hallamos frente a unas páginas de valor excepcional para quienes deseen respirar el turbio aire de esa época politizada, en que el oxígeno desaparecía rápidamente hasta dejar a una sociedad en la total asfixia”.
Este no puede ser sino un texto poscrítico. Quizás el texto más vivencial y anecdótico que haya escrito jamás. Podría resumirse así, impúdicamente: Alejandra Glez y Jorge Peré conviven desnudos, durante un año, sin despertarse el más mínimo instinto sexual. He aquí la sinopsis. Les ruego tenerme paciencia.
Hay que mantener a Donald Trump en la Casa Blanca. No por Cuba, sino por la Casa Blanca. No por la dictadura cubana, sino por la democracia norteamericana. La izquierda intolerante, como la caída del castrismo, bien puede esperar. Votemos, y luego veremos. Total, si los cubanos llevamos sesenta y un años viendo y nunca hemos visto nada.
Juan Carlos Tabío ha tenido que sufrir el mal rollismo y la “suspicacia” de unas cuantas personas e instituciones que lo han querido borrar, o que desconocen a propósito su labor en las películas que codirigió con Titón. Fresa y chocolate y Guantanamera tienen dos directores. La cantidad de veces que he visto carteles y créditos donde omiten el nombre de Juan Carlos…
La sociedad cubana está plagada de seres extravagantes. Pero estos no viajan solos. He podido constatar la aparición de nuevos especímenes hasta ahora desconocidos por la biología, las ciencias sociales y la psicología política. Comparto con los lectores de Hypermedia Magazine mis resultados investigativos.