La desgracia de Tamara es infinita; más difusa que la bola del mundo, más caliente que la arena del Sahara, más pesada que la Antártida; más profunda que la desesperación, la desolación y la desesperanza, todas juntas.
La desgracia de Tamara es infinita; más difusa que la bola del mundo, más caliente que la arena del Sahara, más pesada que la Antártida; más profunda que la desesperación, la desolación y la desesperanza, todas juntas.
Una película sin catarsis, que habla de la crisis de fe de todo un país. Una película todo el tiempo al borde de las lágrimas.
Es ahí donde confluyen curiosos, asiduos, deseosos, guapos, conocedores, inexpertos, pingueros, despechados, faltos de dinero. Todos en busca de lo mismo: sexo, contacto.
También se ofrecen ‘El gran Gatsby’ de Scott Fitzgerald, ‘El maravilloso mago’ de Oz de L Frank Baum y ‘Cuento de Navidad’ de Dickens.
Juez federal dice que los agentes de la Patrulla Fronteriza han retenido ilegalmente a cientos de jóvenes inmigrantes en sitios de detención sin techo al sur de San Diego, sin comida adecuada, agua o protección contra los elementos.
Leí que Michael H. Miranda (Cuba, 1974) ha escrito un libro que son muchos libros. Obsesivo como es, tanto con la escritura como con la lectura, ha ensartado para una sola puntada el material no sobrante de unos dos años de lectura.
Esto significa que el caso de pena capital que lleva más tiempo abierto en la base de Guantánamo (Cuba) podría llegar a su fin 25 años después del atentado terrorista.
Según la Autoridad Palestina, que gobierna partes de Cisjordania ocupada, 137 de los 193 miembros de la ONU ya reconocen un Estado palestino.
Escribir es diseñar el destino, apresurarlo, convocarlo y hasta planificarlo, dentro de eso que los físicos místicos denominan ‘conciencia no local’.
Cuando alguien abre una galería de arte en cualquier lugar del mundo tiene que enfrentarse a tres problemas principales: qué va a vender, a quiénes lo va a vender y cómo lo va a vender. El primero depende de su dueño; el segundo de los compradores potenciales; y el tercero, de la política de devolución del carnicero. Es de esa política de la que voy a hablar.
La guagua en Miami no es como la guagua que has cogido en Cuba. El transporte público de la ciudad, criticado hasta los huesos, deja feliz al cubano más exigente. Y más en tiempo de COVID-19. Es en la guagua donde empiezas a conocer de verdad la materia prima y el comportamiento de los ciudadanos “de a pie” en un país motorizado.
Si gana Donald Trump, el régimen de sanciones contra el castrismo se mantendrá. Mi aprecio por las sanciones no es la consecuencia de un posicionamiento ideológico, sino que viene de la constatación del cauce (contrario al interés nacional) que pretendió darle el gobierno cubano a la mano tendida por Barack Obama.
Esas criaturas que hoy llaman clarias siempre estuvieron ahí, estorbando la creación, intimidando a los creadores. Me decomisaron mis cacharros y hasta me gané una noche en prisión. Todo por ser un artista con computadora, con aparaticos, interesado en los píxeles, en la programación y en los videojuegos.