Una masturbación es el diminuto triunfo de lo irrepetible.

Una masturbación es el diminuto triunfo de lo irrepetible.
¿Vivir en Miami o vivir entre jaulas? Si no fuese por los aires acondicionados, no existiría la gran ciudad de Miami sobre esta tierra profanada.
Un hombre de carácter difícil, grandísimo conocedor de música y especialmente de jazz, con textos ensayísticos de gran penetración y una gran cultura.
Veinticuatro soldados israelíes muertos en Gaza en un solo día, lo que supone las mayores pérdidas de Israel, desde el comienzo de la ofensiva.
Eso hizo Daranas: reclutar fantasmas del pasado para las batallitas del presente.
Discurso Especial de Javier Milei, presidente de Argentina, en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, 17 de enero 2024.
Una parte considerable de la herencia cultural inmueble del país está a tiempo de ser rescatada, pero se trata de una realidad inmersa en el caos generalizado que es hoy Cuba.
El traslado de inmigrantes a ciudades como Denver por parte del gobernador de Texas, Greg Abbott, desata la polémica, en medio de las crecientes tensiones políticas y sociales.
El público en Broadway se pone de pie. A Raisin in the Sun se confirma enseguida como un clásico de la dramaturgia estadounidense y Lorraine Hansberry se convierte en la primera mujer afroamericana galardonada con el New York Drama Critics Circle Award.
The Museum of Modern Art is free on Thursday / I look at my watch / I stretch a canvas / I mix some colors / I use a 2 1/2 inch brush / I listen to Gregorian Chants and / Cuban music / I change my style / I use acrylic paint / I nail plywood into the canvas / I look at myself in the mirror
Conversación con Luis Cruz Azaceta, una de las figuras más destacadas de su generación; artista múltiple, paradójico, a contracorriente: “Mi primera emoción estética, ya en el exilio, nació de la gran necesidad de comunicar mis experiencias como cubano en Nueva York. Con sus luces, su energía y todas las posibilidades que ofrece, Nueva York fue un choque visual”.
Hace poco mi madre me preguntó si yo de niño me abochornaba de ella. En las graduaciones y fiestas de la primaria, según mi madre, yo trataba de que ella no fuera. En ese momento, como en una película austriaca, yo no pude decirle a mi mamá: “No seas boba”. No. En ese momento yo solo me hice el ofendido. Hubiese sido más fácil decirle: “Te quiero”.