Apenas hoy empiezo a entender lo fukin revolucionario que es estar bien.
Similar a las llamadas calientes que nos hacían en la adolescencia chicos anónimos para decirnos cochinadas. Pero no había fotos de por medio, solo la fantasía trepidante.
Los Van Van no hicieron nada para contrarrestar los compases de la censura. Al contrario, edulcoraron el horror con su tumbaíto. Con azuquita autóctona hicieron invisibles a las víctimas de la dictadura.
Transcurridos más de seis meses de guerra, Hamás declaró que estaba “estudiando” una nueva propuesta de tregua temporal, presentada durante las conversaciones con mediadores estadounidenses, qataríes y egipcios.
Como colectivo, estábamos solos en las manos abismales de la infinitud. El cosmos no formaba parte del castrismo. Y eso, sin saberlo, constituía un alivio existencial.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, visitará China el lunes y el martes para hablar de la guerra en Ucrania y de la profundización de la asociación entre Moscú y Pekín.
La desgracia de Tamara es infinita; más difusa que la bola del mundo, más caliente que la arena del Sahara, más pesada que la Antártida; más profunda que la desesperación, la desolación y la desesperanza, todas juntas.
A pesar de un año de estancamiento de los frentes de batalla, el objetivo de reconquistar el 20% de Ucrania bajo ocupación rusa parece poco prometedor.
La policía ecuatoriana irrumpió a última hora del viernes en la embajada de México en Quito y sacó a un ex vicepresidente que había solicitado asilo.
¿De qué manera se ven a sí mismos los que han sido elegidos para ocupar cargos de Estado y Gobierno? ¿Cómo nos ven? ¿Cómo creen que son vistos? Algunos invitados a la Mesa Redonda parecen formar parte de un complot: conspiradores contra el pueblo a pesar de sí mismos, sin saberse parte de una estratagema mayor.
La crítica literaria o artística no expresa lo que siente. La crítica literaria o artística es una puñalada o una sutura, mediada por un montón de intereses no dichos, que estaría mejor que se expresaran directamente en el texto. Por lo menos, serían más entretenidos. Podrían enseñar marketing.
El feminismo en Cuba es retado por procesos culturales típicos de una realidad poscolonial que se debate entre cómo crear un discurso específico, caracterizado por particularismos culturales, y los procesos raciales que colocan el patrón de género de la mujer eurodescendiente en contraposición a la mujer afrodescendiente.
“No tuve hijos, pero parí un gigante de veinte metros”, me dijo un día Jilma Madera refiriéndose a su obra más trascendente: el Cristo de La Habana. Ortodoxos y heterodoxos alcanzan a imaginar, con mayor y menor intrepidez, que la figura está ahí, bendiciendo a la ciudad y la Isla.