Los símbolos patrios pertenecen a toda la ciudadanía, hacen parte del imaginario colectivo de la nación que, a su vez, se ha nutrido de la historia construida a lo largo de nuestro devenir.
Los símbolos patrios pertenecen a toda la ciudadanía, hacen parte del imaginario colectivo de la nación que, a su vez, se ha nutrido de la historia construida a lo largo de nuestro devenir.
Mirar más allá de la historia y del dolor del presente: ¿cómo vamos a salvar una Isla de las llamas si actuamos como una llama más?
Hilda Landrove es investigadora en temas de antropología política y analista de la realidad cubana. Conduce el podcast ‘Caminero’ y publica con regularidad en medios cubanos independientes.
“Los esforzados dueños-choferes de almendrones son sólo otra de las tantas categorías de héroes anónimos que mantienen, mal que bien y nadie sabe cómo, la Isla funcionando. O que, al menos, evitan que se hunda definitivamente”.
En su programa nocturno de televisión, el presidente venezolano Nicolás Maduro calificó a la ExxonMobil de “brazo imperial del petróleo”.
Armando Lucas Correa (Guantánamo, Cuba, 1959) Escritor, investigador, periodista y editor cubano. Su primera novela, “La niña alemana” vendió más de un millón de ejemplares. “El silencio en sus ojos” es su más reciente trabajo. Reside en Nueva York.
La libertad se parece a esa sonrisa con que la muerte nos llama. Es promesa de una plenitud allende el turbio reino de este mundo.
Estos creadores se suman a los quince artistas encarcelados a lo largo de todo el país, por los que sostenemos una campaña de liberación.
“Al matar a Alexei, Putin mató la mitad de mí… Pero aún conservo la otra mitad, y eso me dice que no tengo derecho a rendirme”.
Que me alcancen en mi pesadilla simboliza que correr es por gusto, que hay cuarentena y no voy a salir hasta que todo esto pase. “El sueño es una realización de deseos”, dice La interpretación de los sueños. Freud se pone de pinga. Voy a hacerme dos panes con aceite y a oír Popy & La Moda. Que son dos formas de salir corriendo.
“La gente de la Generación Cero le dio la vuelta a los temas realistas: se habían explotado tanto que, para ellos, ya era más atractivo imaginar un futuro distópico. Cualquier cosa que no fuera la realidad. Como yo misma hago a veces”.
La televisión dando el parte diario de nuevos contagios. La gente buscando comida en colas cada vez más largas. Mi esposa averiguando dónde hay pollo para el niño. La angustia de saber que, por un buen tiempo, no veré a mi hija que vive en México. La incertidumbre de si me alcanzarán este mes los datos móviles para hablar con ella.
De cara a lo que vivimos, lo que más sentido tiene para los artistas es defender una actitud. Está por verse aún cuán herido o cuán sabio se va a levantar el mundo de este embate. Las maneras de producir objetos artísticos, las maneras de ser un artista, van a cambiar y no sabemos cómo ni cuánto.