5.473.305 ciudadanos están registrados para votar, incluidos los que están fuera del país a través de 81 centros de votación internacionales y un sistema de voto electrónico.
5.473.305 ciudadanos están registrados para votar, incluidos los que están fuera del país a través de 81 centros de votación internacionales y un sistema de voto electrónico.
¿Qué cine ven los críticos cubanos? ¿Cuál es el mejor cine de los últimos tres años? ¿Existe un cine para cinéfilos? ¿Es la cinefilia un pecado?
Un cineasta que pinta, un pintor que filma: deconstruir la utopía, ver al hombre nuevo como un objeto casi sin forma.
Washington Examiner: “Mientras que el régimen liberó a los líderes blancos en cuestión de días a condición de que se exiliaran, unos 1000 presos políticos, en su inmensa mayoría negros, siguen en las cárceles cubanas”.
El viceministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Ryabkov niega que Rusia pudiera emplazar armas nucleares “bajo el vientre” de Estados Unidos.
Un año después de su audaz huida, Flaco, el famoso búho real de New York, cautiva corazones con su odisea urbana, símbolo de resistencia y libertad.
Billy Joel lanza “Turn The Lights Back On”, su primer single nuevo en 17 años, y anuncia próximos conciertos en EE.UU. y el Reino Unido.
Putin afirma que Ucrania derribó un Il-76 ruso con un sistema Patriot de EE.UU., matando a 74 personas, e insta a una investigación internacional.
El gobierno venezolano está convirtiendo los recursos petrolíferos y la migración masiva en peones de un juego de alto riesgo.
Todo el mundo en La Habana sabe quién es Julito Llópiz-Casal. Todo el mundo también sabe quién es Mario Llópiz-Casal. Los jimaguas. En épocas de vacas gordas, era normal verlos juntos por La Rampa, 23 y 12, Paseo. Pero hace un tiempo Mario se fue, y ahora solo vemos a Julito.
¿Qué significa ser contemporáneo? ¿Se puede seguir siendo contemporáneo? ¿Se puede seguir siendo contemporáneo en un mundo desbordado por lo efímero? El libro Teoría de la retaguardia: como sobrevivir al arte contemporáneo (y a casi todo lo demás), de Iván de la Nuez, gravita sobre estas cuestiones.
“Papa, estas pálido”, me volvió a decir. Entonces fue cuando reaccione. Revisé el bolso y me puse un pulóver seco. Todos bajamos de la grada y nos acomodamos en los bancos que tiene el Saborit. Aún no llegaba ninguna noticia del hospital.
Me gustaría ver aquella peliculita setentosa por segunda vez. Me gustaría ser por segunda vez el niño de siete años aquel. Me sentía tan seguro, tan en casa, tan a salvo, tan inmortal.