El destino de Argentina pende de un hilo: La promesa de estabilidad de Massa frente a la sacudida radical de Milei en la votación decisiva de este domingo.

El destino de Argentina pende de un hilo: La promesa de estabilidad de Massa frente a la sacudida radical de Milei en la votación decisiva de este domingo.
“Vine a los EE. UU. cuando tenía poco más de veinte años y mi experiencia como cuerpo diaspórico femenino ha marcado mi práctica artística, compartiendo mis sentimientos de vulnerabilidad, desplazamiento y alteridad. Mi misión como artista es hacer visible estas problemáticas pese a todas las contrariedades”.
“Buscaba un modo de trabajar directo, a lápiz, que el dibujo se percibiera y que en cualquier lugar que llegara pudiera coger un pedazo de cartón y un lápiz para ponerme a dibujar. Me parece más complejo dibujar que pintar”.
Más de un millón de personas se manifiestan en Madrid contra el gobierno de Pedro Sánchez, en protesta por su ley de amnistía y las amenazas contra el Estado de Derecho.
Biden y López Obrador prometen unir esfuerzos contra el tráfico de fentanilo y para gestionar los retos migratorios entre México y EE.UU.
A ratos, Paradiso y Lezama se ponen muy radiactivos. Lo adviertes cuando ya es demasiado tarde: en la parte del conteo regresivo.
Israel intensifica su ofensiva en Gaza, atacando las regiones meridionales y advirtiendo de una nueva escalada.
Grammy Latinos 2023 en Sevilla: Édgar Barrera lidera las nominaciones, Karol G y Bizarrap ganan a lo grande; el flamenco deslumbra en un evento internacional histórico.
Esta acción forma parte del acuerdo migratorio Movilidad Segura, que el gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aceptó.
“No tocar” a Fidel Castro, como ordena el mandato estatal, supone mantenerlo en un circuito público controlado donde no tiene lugar la crítica; un circuito higienizado y “securitizado”, a prueba de riesgos, atravesado por la retórica de la amenaza y el control de daños.
Recomendamos no escuchar este álbum hasta bien entrada la noche (cuán “entrada” lo dejamos a la discreción del oyente).
«¿Es santiaguero? Todo parece indicar que sí, aunque los policías de Plaza de Marte lo señalen como turista y a esta entrevistadora como jinetera».
Se llamaba Miranda. O al menos eso decía ella en su perfil en Tinder: “Miranda S. Dzhugashvili”. Tenía 20 años, según la aplicación, y se había mudado hacía muy poco a Saint Louis, Missouri.