“Odette es una relatora del tiempo y, como tal, lo que cuenta incide en la vida de los demás, no como coincidencia; más bien como incisiva descripción”.
“Odette es una relatora del tiempo y, como tal, lo que cuenta incide en la vida de los demás, no como coincidencia; más bien como incisiva descripción”.
La historia de un rey homosexual —o bisexual— a quien se le van las cosas de las manos.
“¡Hola, hola! ¿Qué tal? ¿Cómo están? Bienvenidos todos. Se abren las puertas del rancho anticomunista del chisme… ¡Y hemos comenzado!”
En el poderío de la desnudez no sólo existe esa sinceridad acogedora, sino también el hilo del deseo, la hebra recóndita de la que uno tiraría de forma distinta.
Susan Eckstein sabe que, en un terreno clientelista, donde su peregrinación política ha cumplido función, no enfrentará la más velada crítica, sino que será alabada y aplaudida.
En Nochebuena, las familias migrantes se reunieron en un refugio de Texas, compartiendo desgarradoras historias de huida y esperanzas de asilo en Estados Unidos.
La alianza militar, de facto, entre Rusia y China ya representa un cambio significativo en la dinámica del poder mundial.
En esta novela el espacio envuelve la historia y todo ocurre en ese espacio.
La caravana, compuesta principalmente por migrantes de Cuba, Haití y Honduras, es una respuesta directa a las acciones de las fuerzas de seguridad mexicanas en Tapachula.
A Fina García-Marruz, un “pobre hombre» le robó su vistosa cartera de origenista por vía marital, donde la poeta atesoraba, a sus 17 virginales años de edad, un “voluminoso” ensayo “de unas cuarenta páginas” sobre, por supuesto, la poesía cubana.
Fue en el parque Córdoba donde al fin conocí personalmente (antes, por e-mail: él en Sri Lanka y yo en el suburbio de Santos Suárez) al británico Royston Ellis, poeta medio beat y viajero, amigo de John Lennon y Cliff Richard, el autor de “Devil Woman”.
Insuperable en su futilidad, la canción narra incidencias en la vida de cuatro jóvenes transformistas, todos personajes reales, transpioneras setentosas viviendo la liberación sexual en plena jungla de asfalto neoyorkina.
Volvieron a hacerle la pregunta, no escuchada en mucho tiempo, de si la inspiración regía sus trabajos poéticos. Más bien los rigen mis demonios, estuvo demasiado tentado a decir.