La noticia me sorprende. “Se fue. Aún no sabemos si pudo llegar a la frontera”.

La noticia me sorprende. “Se fue. Aún no sabemos si pudo llegar a la frontera”.
Yo no me enteré de nada hasta la mañana del lunes, cuando compré el ‘Granma’ y vi la escueta información que contenía el Editorial de ese día.
¿Pudiera sugerir que el viejo escritor se fue con el viejo año? ¿Que 2024 se lo llevó de un soplo? ¿Me creerían?
Nos ordenaron ponernos frente a una pared, apoyando nuestras manos en ella y separando los pies hasta que el cuerpo adquiriera la forma de una X.
Una invitación voluptuosa y celebratoria para cerrar 2024. Que, en medio del páramo, el espíritu de la Navidad los arrope en los tiempos por venir.
Si un padre muere de súbito en La Habana, y uno está literalmente del otro lado del espejo, ¿dónde se produce o acontece o se hace el dolor?
Para qué medir la felicidad, si la infelicidad y el desatino son el gran nudo, la perfecta armonía de este país.
La Habana, noviembre de 2023. Alina Bárbara López es procesada judicialmente por razones políticas. Las cárceles abarrotadas por cientos de protestantes desde el 11 de julio de 2021. Madres cubanas lloran.
No es posible reducir la complejidad de la cultura rusa, su espiritualidad atormentada y contradictoria, a la actuación del poder político zarista, soviético o postsoviético.
Ezequiel Zaidenwerg nació en Buenos Aires, Argentina. Escribe, traduce, enseña y saca fotos. Su libro más reciente ‘50 estados: 13 poetas contemporáneos de Estados Unidos’, es una antología novelada de una posible poesía estadounidense. Envía diariamente por email poemas traducidos a través de su boletín ‘El poema de hoy’.
Kirenia Carbonell (La Canela, Holguín, Cuba, 1982) es activista, directora de Relaciones Públicas y fundadora de la Coalición Cubanocanadiense.
El Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente del Caribe Isla Verde suma otro ensayo en la cruzada por la recuperación de capital simbólico de la casta política en el poder, facilitado por la complicidad de organismos y organizaciones internacionales.
La escritora cubanoamericana, graduada de Harvard, desata la polémica por sus controvertidas opiniones sobre el matrimonio.
The Intercept: “El sigiloso ataque israelí con misiles y aviones no tripulados contra Irán no es un riesgo de guerra. Es la guerra”.
Según la Autoridad Palestina, que gobierna partes de Cisjordania ocupada, 137 de los 193 miembros de la ONU ya reconocen un Estado palestino.
Los ataques israelíes matan a más de 90 palestinos; Biden mantiene conversaciones, pero evita presionar para un alto el fuego.
La escalada de violencia entre Israel y Hamás se salda con más de 20 000 muertos, según cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Hablamos de la primera temporada de La Casa de Las Flores, la nueva comedia mexicana de Netflix.
El capitalismo cubano adolece de las contradicciones del Estado cubano: asume la necesidad de romper con un sistema-mundo injusto, pero pide ingresar a ese mismo infierno abandonado.
No entiendo el devaneo gubernamental acerca de cuáles tienen que ser los derechos de la gente con una orientación sexual distinta a la de los que ostentan el poder omnímodo. ¡Los derechos no se plebiscitan ni pinga!
Una publicación así me iba a dejar expuesta al acoso (“Hola, linda”), al juicio (“¿A ella no le da pena eso?”), al machismo (“¿Viste a fulanita encuera?”), al intrusismo (“¿El novio no le dirá nada?”), a la hipocresía… Y hasta al absurdo de que vinculen las nalgas a la “credibilidad” profesional.
Siguiendo la ruta de las pieles, la agricultura y el petróleo, salimos de los pies del monte Vitosha, en Bulgaria, para desembarcar en el Nuevo Mundo, pero sin alejarnos de las peculiaridades de una vida cercana a la montaña. A la vista de Las Rocosas, Giselle B. Cortázar, nacida en Guantánamo, nos contará su historia.
A partir del 23 de febrero podrán verse en la fotogalería del Art Museum of the Americas (AMA), siete imágenes de la artista cubana Cirenaica Moreira como parte de una muestra colectiva con piezas provenientes de Brasil, México y Estados Unidos.
“O nos integrábamos o nos borraban del mapa y lo más fácil fue borrarnos del mapa porque yo no iba a integrarme. Nos metieron en la lista negra y fueron quitándonos de todas partes: primero de la televisión, de la radio, del teatro y por último de los cabarés”.
“En muchas ocasiones, cometemos el error de contemplar solo al artista como productor cultural y concebimos al curador como el epítome del bibliotecario, encargado de analizar, catalogar, organizar y mostrar esa producción cultural”.