confiando en Buda / (ese mentiroso) / perdí hasta / (casi) / el último diente

confiando en Buda / (ese mentiroso) / perdí hasta / (casi) / el último diente
Viajar, también, es perder. Abandonar lo último que las manos de tu madre han tocado.
Los cubanos hemos experimentado una mutilación silenciosa y sostenida, que uno viene a descubrir totalmente cuando el estupor se ha disipado.
Hypermedia Magazine rinde homenaje a la periodista cubana Azucena Plasencia (1943-2025).
Hasta ahora, el foco han sido cientos de vuelos, principalmente hacia países de América Latina.
El experto de Crisis Group, Phil Gunson, explica las causas de la disputa, su reciente recrudecimiento y la posibilidad de que derive en violencia.
Ahmed Gómez interroga nuestra herencia de las vanguardias artísticas y lo que podemos rescatar hoy día de sus anhelos revolucionarios.
En mis sueños, en Cuba, mi padre se me aparecía vivo. Bonachón, en su cuarto de atrás, ignorante de que acababa de venir de entre los muertos.
Me encargaría de devolverles visibilidad. Iría en su búsqueda, la de ellos y la de muchos otros. Los interrogaría, recogería sus testimonios, los haría revivir…
La patria llora en la basura / buscando su foto de patria seductora, / patria con su reflejo / de cristales que no reflejan / sino al gris de los hombres.
Nuestra realidad se acerca a lo inevitable. Cuba y su mierda convidan a escapar, como en algunos finales de ‘La isla vertical’.
Félix Luis Viera (Cuba, 1945). Poeta, cuentista y novelista, es autor de una vasta obra, de la cual destacan, entre otros, los libros de poemas: ‘Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia’ , ‘La patria es una naranja’ y ‘Sin ton ni son’. En 2019 recibió el Premio Nacional de Literatura Independiente Gastón Baquero.
Teniendo entre 10 y 12 años, Chocolat fue vendido por el precio de 18 onzas de oro a la familia Castaño, originaria del País Vasco.
The Wall Street Journal: “Algunos de los ‘agitadores externos’ contra Israel son compañeros de viaje de La Habana”.
solo siete años tiene el niño. el marido de su madre dice que sacará de él un buen hombre de trabajo. por las tardes lo lleva a la entrada del bosque.
Carlos González Arenal (La Habana, Cuba, 1970) es director de cine, guionista y fotógrafo. Ha dirigido y escrito cortometrajes y documentales. Reside en Madrid.
Cuatro hombres acusados por el atentado de Moscú, dos se declaran culpables. ISIS reivindica la autoría. Putin culpa a Ucrania.
Venezuela intensifica la disputa con Guyana, siguiendo las tácticas de Putin en Ucrania, con el claro propósito de buscar la anexión del Esequibo.
El presidente ucraniano Zelenskyy visita Washington para mantener conversaciones cruciales con el presidente Biden y el Congreso, en medio de debates sobre la ayuda adicional.
Es ahí donde confluyen curiosos, asiduos, deseosos, guapos, conocedores, inexpertos, pingueros, despechados, faltos de dinero. Todos en busca de lo mismo: sexo, contacto.
La canción protesta y el arte político son proclives a recibir el escarnio de los malos políticos. Para ellos es mejor que nadie proteste, que nadie desafine en el coro unánime. Si alguien lo hace, les causa una “indescriptible repugnancia”. Qué pena: yo he disfrutado “Patria y vida”. No encuentro nada antipatriótico en ella.
El otro-excusa es la vía de escape social. Es el monótono despuntar de la desidia. “Mejor que lo haga otro, porque yo no voy a cambiar nada”. Es la rabia del infantilismo social. Perpetúa el equívoco de dejar la vida en manos ajenas: que otro decida por ti, por tus sueños y tus realidades, por tus hijos y tus nietos.
“La literatura no es un asunto de lectores, ni de feedback (de críticos y lectores). La literatura solo se hace para estar a gusto con uno mismo, con tu pasión propia, con tu goce, con tu self, con tu locura”.
El director se propuso superar las trampas que acechan a los realizadores de la diáspora: la del dinero, la del panfleto, la de la autoindulgencia y la de la irrelevancia.
“Yo le dije a Axel lo que quiero que ponga en mi tumba. ‘Aquí está la gozadora, la que gozó y la que sigue gozando’”.
La pornografía expone de la manera más explícita y prosaica posible el terror al cuerpo y al sexo, injertado en la médula de la civilización occidental por la religiosidad judeo-cristiana desde hace más de dos milenios.