Ketty Blanco, más que un libro de niños, ha escrito un libro de madres.
Ketty Blanco, más que un libro de niños, ha escrito un libro de madres.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski no “hizo su tarea” antes de entrar a la Oficina Oval con el presidente Trump y su vicepresidente, JD Vance. ¿Qué salió mal?
Increíble. Las Leylands eran la civilización occidental hecha guagua rodante sobre el asfalto de La Habana.
Un cruce entre culturas: del ʻpatakinʼ yoruba al ʻkwaidanʼ japonés, y no es eclecticismo.
He visto cosas que ustedes, humanos defensores de la hermosa solidez de la Utopía, no creerían.
Discurso pronunciado en Lviv, Ucrania, en el marco de la conferencia Ukrainian Renaissance, organizada del 4 al 6 de julio de 2025 por Students for Liberty.
En la ruta final de la dictadura de Gerardo Machado, cuando Cuba ya se había convertido en un hervidero político llegó el pintor japonés Tsuguharu Foujita al puerto de La Habana.
El teniente Tamayo nos convocó y dijo: “Ninguno de ustedes va a sobrevivir”.
Examinemos estos libros pues, bajo la categoría de “Producción espiritual del exilio cubano en Miami” o la menos académica de “gente que se quiere entre sí”.
Un Lezama Lima “inmovilizado y perplejo”, al borde de la depresión, el desespero, el pavor: un imposible posible que no alumbrará ‘potens’ alguno, solo dolor y lontananza.
Legna Rodríguez Iglesias (Cuba, 1984). Ha obtenido los premios Casa de las Américas, en teatro (2016); el Iberoamericano de Cuentos Julio Cortázar (2011); y el Paz Prize for Poetry (2106), otorgado por The National Poetry Series. Sus textos han sido traducidos al inglés, alemán, italiano y portugués.
Una radiografía histórica, necesariamente breve y superficial, sobre lo que ha significado desde 1959 vestir a la moda en Cuba.
WLRN: “El senador por Florida Marco Rubio insulta vergonzosamente a las víctimas reales de las dictaduras al comparar la condena de Donald Trump con las injusticias reales de regímenes como el cubano”.
Emmanuel Todd predijo 15 años antes la caída de la URSS. En su último libro vaticina, como un hecho inevitable y en curso, la derrota de Occidente.
Adiós, fiestas. Adiós a todos los que participaron. Quizás no nos volvamos a encontrar.
El interés de Trump por Marco Rubio es especialmente estratégico, teniendo en cuenta su atractivo demográfico y político.
El Vaticano bloquea las propuestas de los obispos alemanes sobre la aprobación de las relaciones homosexuales y la ordenación de mujeres sacerdotes, reafirmando las doctrinas tradicionales.
El alto el fuego entre Israel y Hamás gana terreno con la liberación de rehenes y prisioneros, ofreciendo una frágil pausa en el conflicto más mortífero de las últimas décadas.
Fidel Castro le dijo al profesor Gustavo Kourí: “No sabes lo que estás hablando: el SIDA va a ser la epidemia de este siglo y va a diezmar poblaciones”.
Está claro que, por mucho que doren la píldora, Miami no es ciudad para los actores. Y menos para el tamaño de Broselianda Hernández. Lo más duro es que el cine cubano también la abandonó. Ese cine ingrato que desatiende a muchos, aun en el momento de mayor brillo. Brose se quedó sin tierra. Por eso se ahogó.
No meterse en política no es una opción. Lo apolítico es político. Uno postea: en la Calle Damas, entre San Isidro y la Avenida del Puerto, hay una decena de personas acuarteladas en la casa #955, sede del Movimiento San Isidro y vivienda del artista Luis Manuel Otero Alcántara. La gente prefiere mirar hacia otro lado.
Ciertas preguntas a Lourdes González Herrero, poeta, narradora y directora de Ediciones Holguín.
¿La poesía nos devolverá lo que nos arrebataron los gobiernos? Es una pregunta que pareciera una respuesta.
“Muchos cubanos de línea dura pueden pensar que Ignacio Berroa regresó a Cuba a tocarle a Castro. Pero para mí fue un regreso victorioso: poder regresar a mi país a tocar la música que siempre quise tocar, y darles la oportunidad de verme tocar a esos jóvenes que tanto me admiran, para que supieran que sí se puede”.
Siempre me han atraído esos coleccionistas relativamente jóvenes que atesoran obras que yo quisiera tener o que vi algún día en proceso. Ese tipo de colección me retrata. Así que esta entrevista François Vallée es un doble selfie. Los coleccionistas, con su olfato entre anárquico y romántico, casi siempre se adelantan a los críticos.